Barrenetxea, Portu e Isak celebran uno de los goles marcados esta temporada ante el Mallorca en el Reale Arena. Jose Mari López
Real Sociedad

El ataque que se necesitaba para meterse en Europa

Con las llegadas de Odegaard, Isak y Portu, la mejoría de Januzaj y Barrenetxea y la regularidad de Oyarzabal y Willian José la Real ha tenido la segunda mejor delantera de la Liga

Miguel González

San Sebastián

Domingo, 26 de julio 2020, 07:36

Después de varios días en los que las renovaciones de Merino y Zubimendi y las comparecencias de prensa de Imanol y Zurutuza han centrado la ... actualidad, damos continuidad al resumen de la temporada iniciado el miércoles y que en esta segunda entrega acogerá el análisis del rendimiento por líneas que ha ofrecido la plantilla.

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Cuando concluyó la pasada temporada una de las reflexiones que se hicieron en Zubieta es que la Real tenía que potenciar la línea de ataque. No había alternativa a Willian José como delantero centro y cuando faltaba su ausencia se acusaba demasiado. Januzaj no terminaba de ser el relevo a Vela que se había buscado dos años antes en la derecha y Juanmi, a pesar de su olfato goleador, era visto más como un revulsivo que como un aspirante a titular. Bautista tampoco había jugado mucho. Así las cosas, la responsabilidad arriba dependía en exceso de un Oyarzabal al que se corría el peligro de reventar, por mucho que la irrupción de Barrenetxea en el tramo final de la 18/19 aportó chispa en los duelos individuales.

A Olabe no le tembló el pulso y se puso manos a la obra. Su gran prioridad fue el fichaje de Isak, un desconocido en la Liga que no entraba en los planes del Borussia Dortmund y del que sus espías en el fútbol europeo le hablaban maravillas del medio año que había hecho cedido en el Willem II holandés. Después se le presentó la oportunidad de lanzarse a por Portu tras el descenso del Girona y no se lo pensó, respaldado también por Imanol, ya que no es habitual en la Real pagar 10 millones por un futbolista de 27 años. Pero el murciano los valía. La guinda al pastel fue la cesión de Odegaard, al que quitó de las manos al Bayer Leverkusen y que terminó por revolucionar un equipo que, con ellos, ha jugado a otra velocidad. En un abrir y cerrar de ojos Juanmi, Sandro y Bautista dejaron paso a Odegaard, Portu e Isak.

Remiro se ha confirmado como un portero de futuro y Moyá ha respondido cuando se le ha necesitado

portería

Esa nueva línea de ataque es la que ha transformado a una Real que ha anotado un 25% más de goles que el curso pasado, la diferencia entre ser sexta y entrar en Europa, o acabar novena y quedarse a las puertas. Pero no todo ha sido mérito de los delanteros, sino que las demás líneas también han aportado.

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1Remiro y Moyá, la pareja perfecta. Bajo los palos se apostó por el debutante Remiro en lugar de un Rulli al que se cedió al Montpellier francés después de cinco años defendiendo el marco blanquiazul. Los técnicos buscaban un perfil diferente de guardameta, que tuviese unas buenas condiciones en la iniciación del juego y con margen de progresión para asegurar el futuro de la portería a medio y largo plazo. El navarro estaría respaldado por un Moyá que siempre es un garantía por la experiencia y veteranía que atesora, lo que le convertía en el complemento perfecto para el puesto.

De hecho, el balear fue quien comenzó de titular el campeonato hasta la octava jornada para facilitar el aterrizaje a su compañero. Dos razones justificaron la decisión que tomó Imanol. La primera es el duro calendario que esperaba de arranque, con tres salidas difíciles consecutivas, una de ellas a San Mamés, donde la gente esperaba de uñas a Remiro tras haber dejado el Athletic para fichar por la Real. La segunda, una zaga sin consolidarse tras las salidas de Navas y Héctor Moreno y las sanciones al arrancar la Liga de Aritz y Llorente.

La ausencia de un central zurdo específico ha lastrado a una línea en la que ha brillado Le Normand

defensa

La apuesta salió perfecta porque Moyá transmitió el aplomo necesario para que el equipo levantara el vuelo y Remiro pudiera subirse después a un tren en marcha. El contexto perfecto para estrenarse en Primera y confirmar las buenas referencias que se tenían de él. El de Cascante ha completado un curso notable, convirtiéndose en una pieza básica del éxito hasta que en marzo el coronavirus obligó a suspender la competición. Hasta entonces se reveló como un portero de buena colocación, hábil en el mano a mano y excelente con los pies, al que cada vez le costaba menos dominar el juego aéreo. Después del parón su rendimiento bajó de forma evidente, con errores de concentración y falta de tensión que antes no había evidenciado.

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En las seis últimas jornadas Moyá volvió a la palestra y de nuevo respondió a la altura de lo esperado, con una parada ante Ocampos en la penúltima jornada que significó medio pasaporte para Europa. El abrazo en el que se fundieron ambos porteros tras el triunfo contra el Espanyol, el día en el que Remiro se quedó en el banquillo después de diez meses, demuestra la complicidad de una pareja que ha logrado mantener bien defendida la portería blanquiazul.

2La defensa, la línea más irregular. Hace apenas tres años la zaga que llevó a la Real a Europa con Eusebio estuvo formada por Carlos Martínez/Odriozola, Navas, Iñigo y Yuri. De estos cinco, tres fueron fichados por el Real Madrid, Athletic y PSG (Odriozola, Iñigo y Yuri, respectivamente), Carlos Martínez acabó su etapa en Donostia y a Navas se le dio vía libre el verano pasado para incorporarse a Osasuna. Héctor Moreno, que llegó como recambio de urgencia para suplir a Iñigo en vísperas de aquella eliminatoria ante el Salzburgo, también salió con destino a Catar.

Un Merino imperial y la inspiración de Odegaard han cubierto las lesiones de Illarramendi y Zurutuza

Centro del campo

En un club como la Real renovar una defensa completa no es tan fácil como en otros en los que el mercado puede ofrecerle la opción de conseguir varios futbolistas contrastados de una tacada como, por ejemplo, hizo el Sevilla hace un año con Koundé (Girondins) y Diego Carlos (Nantes), por los que pagó 25 y 15 millones, respectivamente.

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Así que se optó por dar continuidad en las bandas a Zaldua, Gorosabel y Aihen, y en el centro de la zaga a Llorente y Aritz, además de subir al primer equipo a Le Normand, que al final ha sido el mejor jugador de la retaguardia. En el flanco izquierdo el relevo de Monreal (Arsenal) por Theo (Milán) aportó la experiencia que faltaba atrás y una regularidad de la que carecía el francés. También se fichó a Sagnan (del Lens y nacido en 1999) como central de futuro, poderoso físicamente y con una buena zurda en zona de iniciación según los 'scouters'.

Portu e Isak han reforzado un frente de ataque solo superado en el campeonato por el del Barcelona

delantera

Sin embargo, la realidad es que la defensa ha sido la línea más débil del equipo y ha impedido que la Real volase aún más alto. Aritz ha tenido un mal año con las lesiones y Llorente nunca se adaptó a jugar por la izquierda, con lo que, además, se perdió al central con más facultades en la salida de balón en su perfil natural como ha demostrado en este último mes. Dado que Sagnan no ha jugado y en enero fue cedido al Mirandés, Le Normand ha tenido que tirar del carro en exceso en el curso de su debut, con la mano puntual que en ocasiones le ha echado Zubeldia.

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Las esquinas han cumplido, aunque sin la profundidad que muchas veces se requería ante rivales que se cerraban en Anoeta. Con todo, Zaldua ha completado un buen curso y Gorosabel ha dado un paso adelante cuando se le ha requerido. En la izquierda Aihen no ha tenido tantas oportunidades ante la presencia de un Monreal que lo ha jugado prácticamente todo.

3Merino puede con todo. El pamplonés ha sido el mejor jugador de la Real de la temporada con mucha diferencia. Su excelente rendimiento ha permitido ocultar los problemas que ha habido en el centro del campo, empezando por las lesiones de Illarramendi y Zurutuza, la pareja titular en el centro del campo hace 16 meses, que les ha tenido el curso en blanco.

Zubeldia, al que se le ha movido demasiado de posición por su versatilidad sin que haya alcanzado una regularidad en ninguna de ellas, tampoco ha sido el del curso anterior. Atrás ha respondido, pero en el centro del campo no ha dado continuidad a ese atrevimiento con el balón que experimentó en la 18/19. Contundente como siempre en fase defensiva, en ataque le ha costado filtrar los balones que exige el estilo de Imanol. Por eso el oriotarra tuvo que echar mano de Guevara en octubre para esos partidos, sobre todo en casa, en los que la Real debía arriesgar más en zona de creación.

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Con Merino a un nivel superlativo durante muchos meses, Odegaard se ha puesto las botas cuando el físico le ha acompañado para dar al grupo ese salto de calidad que se necesitaba en el último pase desde la marcha de Canales. Porque Oyarzabal no podía él mismo asistir y correr al desmarque. Con el noruego entonado la Real rondó las posiciones de Champions pero después acusó sus molestias en la rodilla.

La gran alegría de la temporada ha sido la irrupción de Zubimendi en el último mes en el que se ha destapado como un 'cuatro' de garantías ideal para el estilo que propugna Imanol por su equilibrio defensivo, buena colocación y capacidad para batir líneas.

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4Pegada arriba. En el último tercio del campo ha sido donde la Real ha experimentado una mayor transformación. Si Odegaard ha aportado talento, visión de juego y último pase, Portu e Isak han traído velocidad y verticalidad, lo que ha convertido al realista en un conjunto más imprevisible en la fase ofensiva. Ya no solo tenía el registro de jugar en posicional al pie con Willian José como referente, sino que también ha hecho mucho daño atacando los espacios con Portu e Isak.

Hay un dato espectacular que dice que la delantera txuri-urdin ha sido la segunda más prolífica en goles (41) del campeonato, solo superada por la del Barcelona (60), consiguiendo tres de cada cuatro tantos del equipo. Entre Liga y Copa, Isak se ha ido a los 16 goles; Oyarzabal ha hecho doce, ayudado por su habilidad en los penaltis; Willian José ha marcado once en Liga sin lanzar ninguna pena máxima; Portu ha firmado siete dianas y dado 14 asistencias... Pero es que, además, Januzaj también ha dado un paso adelante desde enero firmando sus mejores números en la Real, con ese gol en el Wanda como culminación a su mejoría, y Barrenetxea se ha confirmado como un futbolista llamado a conquistar el campeonato a poco que consiga dejar atrás sus problemas musculares. Con cuatro goles y tres asistencias -varias de ellas en Copa-, su actuación ante el Granada le encumbró como un atacante desequilibrante.

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