Confía en volver. Asier Illarramendi persigue a Rafinha durante un entrenamiento en Zubieta. RS
Real Sociedad

Asier Illarramendi, tres años después; quince partidos en 1.096 días

El mutrikuarra se rompió el aductor el 10 de febrero de 2019 en Mestalla y desde entonces ha sido incapaz de rendir a su mejor nivel

Beñat Barreto

San Sebastián

Miércoles, 9 de febrero 2022, 06:45

Asier Illarramendi «está a tono, bien, en las ultimas semanas está a un nivel muy cercano a lo que quiero», declaró Imanol Alguacil la ... pasada semana. Visto lo visto durante los últimos tiempos, es como para celebrarlo. Para el mutrikuarra cada 10 de febrero es como si se parase el tiempo. Un maldito resbalón lo cambió todo. Mañana se cumplen tres años de la primera grave lesión del capitán, que desde entonces no ha vuelto a ser el mismo.

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En aquel partido ante el Valencia en Mestalla, el centrocampista notó las primeras molestias en el minuto 57 al disparar a la barrera una falta, mientras que ese fatídico descuento en la ciudad del Turia todavía le pasa factura. Continuó jugando y se rompió. El Valencia inició un contragolpe, Illarramendi realizó un sprint lateral, frenó, se resbaló y al volver al arrancar... el principio del fin. Abandonó el césped en camilla y el estadio en muletas. Ni él mismo podría imaginarse lo que iba a venir después. «Presenta una lesión de grado 3 a nivel de la inserción proximal del músculo aductor largo de la cadera derecha», rezó el comunicado médico.

Tres meses después, terminó jugando las dos últimas jornadas de la liga. Disputó 13 minutos ante el Real Madrid y 26 ante el Espanyol para dar carpetazo al curso. Al comienzo de la siguiente temporada volvió al lugar del crimen. Jugó en Mestalla los noventa minutos, también completó el partido ante el Mallorca en el Reale Arena hasta que en San Mamés su carrera deportiva le puso otra piedra en el camino, en agosto de 2019. Corría la media hora de juego e Illarramendi chocó con el errenteriarra Unai López. Los gritos de dolor todavía retumbarán en su mente. De nuevo, en un intervalo de siete meses, el capitán repitió la misma imagen que en Mestalla. Abandonó San Mamés con muletas y el parte médico indicaba que Ilarra «presenta una fractura a nivel distal en el peroné izquierdo». La sorpresa llegó en la operación, cuando tras intervenir quirúrgicamente en la zona encontraron otra dolencia. Se produjo una «lesión del ligamento deltoideo y de la sindesmosis» en la zona del tobillo, una lesión latosa y difícil de curar.

  • 10 de febrero de 2019 Rotura de grado 3 en la inserción proximal del músculo aductor largo de la cadera derecha.

  • Agosto de 2019 Operado por una fractura a nivel distal en el peroné izquierdo. Presenta una lesión del ligamento deltoideo y de la sindesmosis.

  • Junio y julio de 2020 Rotura de grado 2 en el aductor de la cadera izquierda. Operado para reconstruir el aductor derecho.

  • Su 2021 Rotura en el sóleo antes de la final de Copa, esguince en mayo y rotura en el muslo en agosto de 2021.

Tras este nuevo episodio Illarramendi estuvo 509 días sin jugar un partido de fútbol. El capitán estaba listo para volver a mediados de febrero, pero en marzo llegó el Covid y el fútbol también se detuvo. El último partido prepandemia fue el Eibar-Real Sociedad el 10 de marzo e Illarramendi no llegó a tiempo. Durante el confinamiento terminó de recuperarse, ganó masa muscular y se puso más fino con intención de volver cuando la competición siguiera su curso. Tampoco estuvo disponible para el primer encuentro tras la reanudación liguera ante Osasuna, el 14 de junio, y justo un día después apareció un nuevo revés.

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Operación en Londres

Ese 15 de junio el aductor de Illarramendi dijo basta. Esta vez, en todo caso, fue el sano, el izquierdo, el que no soportó la carga de trabajo. «Sufre una rotura de fibras de grado dos en el aductor largo de la pierna izquierda», decía el parte médico. Obligado a parar aparecieron los fantasmas del pasado.

Illarra acarreaba molestias en la cadera derecha, la misma con la que empezó todo en febrero de 2019, y la Real a buscó un nuevo especialista en Londres. «El profesor Ernest Schilders ha realizado una reconstrucción del anclaje del músculo en su origen pubiano. El plazo estimado de recuperación es de 4 meses», indicaba la nota de prensa de la Real. «Allí vieron que tenía tres cuartas partes del aductor colgando. Me dijeron que debía operarme y desde entonces todo fue a mejor», declaró el propio futbolista en una entrevista en este mismo periódico. Fue operado en julio y volvió a jugar un partuido en enero de 2021.

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En ese comienzo de año sí que encadenó una serie de partidos. El capitán redebutó en Copa ante el Córdoba y disputó nueve partidos en un periodo de enero a mayo, pero un esguince en el tobillo le volvió a frenar.

«Hay otros que están mejor»

En la temporada 21/22 Illarramendi solo ha disputado un partido. Fue titular ante el Zamora en Copa y su bagaje desde agosto se resume en 45 minutos de juego. Comenzó la temporada con una lesión de grado 1 en el muslo derecho y una recaída realentizó su puesta a punto. Pero desde noviembre está en perfectas condiciones. Ha ido convocado en siete ocasiones, aunque no ha disputado ni un solo minuto.

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La razón es simple. Como '4' tiene por delante a Zubimendi y Guevara, mientras que en la de '8', Merino e incluso Turrientes, también parten con ventaja. La mejor versión de Illarramendi, aquella que maravilló en el europeo sub-21 que le catapultó al Real Madrid, sería titular en la Real. El problema reside en, pese a sus múltiples y valientes intentos de volver, su cuerpo es incapaz de responder. «Illarra sabe lo que hay. Si no juega es porque hay otro mejor», declaró Imanol la semana pasada.

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