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Luis Arconada y Álex Remiro desean un feliz 2024, un homenaje de altura a Chillida, que también fue portero de la Real. Lobo Altuna

Por un 2024 lleno de celebraciones

Arconada y Remiro brindan en Chillida Leku para arrancar el año del centenario del nacimiento del escultor, al que se unen los éxitos vibrantes de la Real y el 90 aniversario de DV

Domingo, 31 de diciembre 2023, 07:02

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Portero de la Real. Puede ser que en otros lugares no, pero aquí, en Gipuzkoa, no hay nada más importante que ser el portero de la Real. Obispo, tal vez. Uno veía entrar al campo a Luis Arconada y se le caían las medias. ¿Qué puede ser más importante que eso? ¿Qué otro puesto puede impresionar más? ¿Diputada general? ¿Alcalde de Eibar? ¿Sindicalista de la CAF? ¿Usted de qué trabaja? Soy el portero de la Real. Madre mía. Mejor que cantante. Mejor que ministro.

Ser portero de la Real no es cualquier cosa. Ser portero de la Real es ser alguien. Con mencionar a Eizagirre, Zubiarrain, Arakistain, Artola y Urruti bastaría para certificarlo. Y luego está Arconada, que esta tarde pasea con Alex Remiro por Chillida Leku porque en 2024 se cumple el centenario del nacimiento de Eduardo Chillida, que también fue portero de la Real y, luego, artista. Pero primero, portero.

El puesto de portero de la Real trasciende lo deportivo y tiene un componente simbólico importante, social, que sirve para representar los mejores deseos de Gipuzkoa para el año que está a punto de empezar. Arconada y Remiro son también el relevo natural, el paso del testigo de generación en generación con la sabiduría aprendida con los años, con una forma común de entender el trabajo que perfila en hierro la personalidad del territorio. Se citan en Chillida Leku para brindar por el año nuevo y el paseo les lleva a caminar por los espacios que deja libres 'Lugar de encuentro IV', dieciséis toneladas de hormigón armado colgadas en el aire. Hay motivos para chocar las copas.

Habla Luis Arconada. Su deseo para el próximo año es claro: «Continuar con esta trayectoria.La verdad es que 2023 es digno de la historia de la Real». Ese aval vale lo que pesa.

2024

«2023 ha sido digno de la historia de la Real; mi deseo para el próximo año es seguir con esta trayectoria»

Luis Arconada

Exportero de la Real

El gran portero del equipo campeón de los años 80 también conoció Europa, una vocación eterna de Gipuzkoa, de su industria, de su cultura, que nunca han dejado de viajar al norte, de hablar alemán, francés. Arconada jugó las semifinales de la Copa de Europa contra el Hamburgo y conoce el camino de los mejores salones del continente. Confía en poder «continuar la trayectoria en la Champions, que está ilusionando a toda la afición, y luego también la marcha en la Liga y volver a clasificarnos para la Champions y seguir en los puestos de arriba». Arconada escuchó el alemán hanseático de Hamburgo hace cuarenta años. Dentro de dos meses Remiro oirá el francés de París en el cruce de octavos de final de la Champions League contra el París Saint-Germain.

Será un partido muy europeo, frente a frente dos formas de entender la vida y el trabajo. La innovación técnica incesante y vanguardista de la tradición industrial asentada en un territorio contra el brillo, la elegancia, la pujanza y las incertidumbres del gran dinero que llega de Oriente en barriles de petróleo.

Objetivos

«La Champions ilusiona a todos y hay que continuar con la buena marcha en Liga para volver a clasificarse»

Luis Arconada

Exportero de la Real

«Pelear como peleamos»

Remiro asume el reto con aplomo. Su deseo para 2024 es «poder pelear por los tres títulos por los que ahora mismo estamos peleando». Pero el portero navarro, con discurso propio, no se limita a la ambición resultadista. Quiere que su juego y el de sus compañeros tenga significado. Su objetivo es que esta nueva Real campeona consiga que «la gente se sienta orgullosa de nosotros por cómo lo hacemos y se sienta representada».

De eso hablaba Chillida: «Soy un árbol con las raíces hundidas en mi tierra y las ramas abiertas al mundo». La instalación de 'Lugar de encuentros IV' es Gipuzkoa, una sinergia entre el mundo del arte y el sector industrial y tecnológico. Con el apoyo del departamento de Cultura de la Diputación, contó con la colaboración de Tecnalia y con Loire Gestamp, uno de los mayores fabricantes de máquina herramienta, ubicado en Hernani.

Objetivos

«Queremos luchar por los tres títulosy que la gente se sienta orgullosa de nosotros por cómolo hacemos»

Álex Remiro

Portero de la Real

Remiro también mira más allá del fútbol. Quiere victorias y quiere identidad, pero desea con todas sus fuerzas otra cosa: triunfos, sentido de pertenencia «y salud, sobre todo salud para todo el mundo».

El centenario del nacimiento de Eduardo Chillida (Donostia, 10 de enero de 1924) será uno de los acontecimientos destacados del año en Gipuzkoa. Arconada le conoció personalmente y aunque el escultor le instó a dedicarse al arte porque consideraba que las cualidades necesarias para ser portero eran las mismas que para ser escultor, el gran capitán no siguió ese camino. En más de una ocasión ha recordado cómo «uno de los encuentros más emotivos con Eduardo fue quizás el más inesperado e improvisado, en la celebración del primer título liguero, del año 1981. Veníamos desde Vitoria, recorriendo diferentes localidades de Gipuzkoa y en la entrada a Donostia, a la altura del túnel del Antiguo, vi a Eduardo y a Pilar Belzunce entre la multitud, como dos realistas más, festejando el título. Pedí que parase el autobús y bajé compartir con él ese primer gran éxito de nuestro equipo».

De París a Londres

Si hubo un idioma para Chillida fue el alemán. En la capital germana, en el patio de la cancillería, se alza la escultura 'Berlín', un coloso de seis metros y 90 toneladas que el escultor donostiarra creó para simbolizar la reunificación del país. «Yo no hablo alemán, pero mi obra seguro que sí», dijo en alguna oportunidad. Realizó 'La casa de Johann Sebastian Bach', 'La casa de Goethe'; conoció a Heidegger.

2024

«Mi deseo más importante para el próximo año es que sobre todo haya salud, salud para todo el mundo»

Álex Remiro

Portero de la Real

La Real de los 80 visitó Hamburgo, Colonia, Stuttgart. Chillida se fue a París. La Real de 2024 se medirá al PSG. Y sueña con una final que en 1983 se escapó en el Volksparkstadion de Hamburgo y que el año que viene se jugará en Wembley, en Londres. Los jóvenes de hoy hablan inglés. La Real tratará de eliminar al equipo más lujoso imaginable en los octavos de final de la Copa de Europa, sigue adelante en la Copa que ganó por tercera vez en su historia en 2020 y busca en la Liga renovar su billete anual a Europa, la vara de medir el éxito en el fútbol.

Arconada y Remiro pasan junto a 'Lugar de encuentros IV', una figura imponente que «cuelga de su centro en forma de racimo desde donde despliega los tres robustos brazos que reciben al espectador», asegura Miguel Zugaza, director del Museo de Bellas Artes de Bilbao, donde también entienden de porteros. Las manos han levantado la Real, han levantado Gipuzkoa y han levantado Euskadi, país de trabajo.

Arconada y Remiro conversan en las instalaciones de Chillida-Leku. Lobo Altuna

90 años de DV

Con las manos se sigue escribiendo este periódico, como se ha hecho siempre desde que su primer número salió a las calles de una Gipuzkoa muy distinta a la actual el 27 de noviembre de 1934. En pocos meses cumplirá 90 años en los que todo ha cambiado mucho y El Diario Vasco, muchísimo.

En estos 90 años ha habido de todo. Ningún momento tan dramático como el asesinato de SantiOleaga a manos de ETA el 24 de mayo de 2001. Por esa época, Internet era aún incipiente en el negocio de la prensa y sus abrumadores efectos para el sector aún no se vislumbraban con claridad, en medio de un ambiente de optimismo acrítico por la revolución que iba a traer esa tecnología.

Al final, el oficio sigue consistiendo en preguntar al que sabe y tratar de hilar una historia con cierto sentido. La pandemia sorprendió al periodismo con una verdad eterna, tan evidente que se había olvidado: cuando hay noticias la gente compra periódicos. Contaban historias a viva voz los poetas antes de la imprenta cuando nadie sabía leer; contaban historias los novelistas del siglo XIX y ahí siguen, en la estantería; cuando se cuenta un cuento los niños escuchan. Uno se va y anda por ahí. Luego vuelve y cuenta algo. Así es este oficio. Un trabajo que se hace con las manos, como el de portero de la Real. Pero es mejor ser portero de la Real. ¿Qué puede ser más importante que eso? ¡Feliz 2024!

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