La afición txuri-urdin, enfadada con los controles de acceso al campo: «Nos han bajado hasta los pantalones»
Alberto Cruz, uno de cien realzales que han acompañado al equipo a Belgrado, critica los controles exhaustivos a los que han sometido a la afición guipuzcoana
«Ha sido vergonzoso». Con esas palabras ha descrito un enfadado Alberto Cruz el control que ha recibido él y el resto de seguidores de ... la Real Sociedad para acceder al campo del Partizan, donde la Real Sociedad ha disputado este jueves el jueves el tercer partido de la Europa League ante el Maccabi Tel Aviv.
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El centenar de aficionados txuri-urdin se han acercado al exterior del campo cuando se han encontrado que junto a la puerta de acceso había colocadas dos carpas. «Desde un primer momento nos han separado en dos grupos: las mujeres por un lado y los hombres por otro», informa Alberto. «En las carpas nos han hecho los cacheos. Han sido muy exhaustivos. Han estado cerca de cinco minutos por persona y nos han tocado y quitado todo. Las ikurriñas, el maquillaje, las bufandas... Y a las mujeres les han bajado hasta los pantalones», denuncia. «Ver cómo querían tocar a una niña de 12 años sin consentimiento de sus padres ha sido asqueroso», comenta este seguidor que asegura «yo no he estado en una cárcel, pero los controles que deben hacer a los presos no pueden ser muy distintos a los que hemos sufrido nosotros».
Para Alberto Cruz, este tipo de acciones son las que hacen que muchos aficionados se «echen atrás» a la hora de acompañar al equipo fuera del Reale Arena. «Luego se preguntan por qué no viaja más gente con la Real. Pues es por cosas como estas. Solo pedimos tener el mismo trato que tiene la afición rival cuando viene a Donostia. Que nos traten como personas», sentencia.
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