El 1x1 de los jugadores de la Real Sociedad ante el Stade Rennais

Tuvo poca incidencia en el fútbol de ataque, más allá de un centro cerca de línea de fondo al área al inicio de la segunda parte. En ocasiones le faltó vigilar la llegada de Seidu al segundo palo.

De los pocos que se salvaron. Estuvo a punto de marcar de cabeza a la salida de un córner, fue bien al cruce ante Gouiri en un par de ocasiones y se mostró bastante fiable en defensa.

Le está costando más demostrar su nivel en el perfil izquierdo, algo lógico por otra parte. Gronbaek le robó la cartera en el primer gol y no anduvo fino en el pase en iniciación. No dudó, eso sí, en perseguir alto a Blas.

Defendió bien el segundo poste en un par de centros desde banda cambiada pero le faltó encimar más algún centro rival desde su banda. No se estiró apenas en ataque y cuando lo hizo se encontró con Matusiwa.

Dominado en su zona por Gronbaek, que fue el mejor jugador del Rennes. No pudo frenarle en ningún momento y tampoco logró quitárselo de encima para intervenir en la zona de creación.

Tampoco es que se saliera, pero estuvo a punto de marcar con un remate lejano y no dudó en cortar en tarjeta una contra local de Seidu. Siempre se le ve intenso.

Esta vez apenas apareció, aunque mostró su compromiso con el hecho de que cometió más faltas de las que le hicieron. Un reflejo de lo que fue el partido y una mala señal para la Real.

Demasiado fijado en la derecha y jugando hacia atrás por la ausencia de balones claros. Seidu le hizo una entrada brutal que en un partido oficial habría sido de roja. Buen robo en la ocasión de Olasagasti.

No estuvo ante Osasuna por unas molestias y quizás lo acusó, porque perdió todos los balones que se jugó. La parte positiva es que acumuló una hora de juego.

Actuó de delantero centro y no le llegó ningún balón. Estuvo solo y desasistido, por lo que apenas pudo perseguir sombras. Trataron de buscarle en largo sin suerte al hallarse en inferioridad.

El Rennes le hizo entrega de una camiseta conmemorativa por los 239 partidos que jugó con el conjunto francés. Apenas pudo ayudar al equipo cuando entró.

Jugó de interior izquierdo nada más entrar pero careció de continuidad en el juego y no pudo generar grandes situaciones de ataque como otros días.

Esta vez jugó acompañado de otro delantero arriba, primero de Becker y luego de Carlos Fernández. No dispuso de balones francos para lucirse.

Entró en el tramo final y no tuvo tiempo de mancharse los guantes. Venía de no jugar ante Osasuna.

Fue de los que más jugó el miércoles y esta vez dispuso de apenas seis minutos. Jugó como último hombre de los tres centrales. Ganó el primer balón que tocó a Blas y demostró intensidad en sus acciones.

Unos minutos por la izquierda, los primeros de esta pretemporada porque regresó tarde después de jugar la Copa América con Venezuela. Tal y como está la defensa, podría hacerse un hueco.

Algún detalle técnico en el rato que jugó, como la falta lateral templada que colocó a la cabeza de Carlos Fernández en el descuento. Actuó de enganche por la derecha a pierna cambiada.

Presionó con ganas al portero Mandanda, poniéndole en aprietos, hizo alguna arrancada buena, forzó la amarilla de Wooh y peinó un balón que se fue rozando el palo. Más no se puede hacer en menos tiempo. Se le vio muy enchufado.

Se colocó en la derecha del ataque. Porfió por un par de balones mostrando la intensidad con la que suele emplearse.