«Vamos a ser prudentes al atenuar las restricciones. La prioridad es la vuelta al trabajo y a las aulas»

El lehendakari ha convocado para mañana un LABI institucional en el que se valorará la posibilidad de modificar las restricciones sanitarias vigentes. A la espera de lo que se decida, la palabra que más repite Bingen Zupiria es «prudencia».

–¿La reunión de mañana podría suavizar las restricciones?

–Las restricciones que han estado en vigor desde el 22 de julio se basaban en dos peticiones del LABI técnico: evitar al máximo la concentración de personas en espacios cerrados, y de ahí vino que se estableciera un aforo general del 35% para todo tipo de locales cerrados, y que se evitaran las aglomeraciones de personas porque dan lugar a situaciones de riesgo. En un primer momento, los miembros del LABI técnico probablemente pensaron que el descenso de la incidencia acumulada y de ingresos en UCI iba a ser más rápido, pero está costando que ambos parámetros bajen y, además, seguimos en fechas que coinciden con fiestas patronales en muchas localidades. Todo esto les ha llevado a pedir que se retrase la posibilidad de atenuar las medidas y se mantengan durante algunos días más. El lehendakari ha convocado el LABI institucional para mañana y ahí se realizará un análisis de la situación epidemiológica, en la que también será importante incorporar el elemento positivo del número de personas vacunadas. En esa valoración se verá si se dan las condiciones para atenuar las medidas.

–¿Prevé que la decisión pueda ir hacia reducir restricciones?

–Es una posibilidad, pero esta semana van a suceder dos cosas muy importantes: la vuelta al trabajo de miles y miles de personas y la vuelta a clase de miles de estudiantes de todos los niveles. Estos días estamos rondando los 500 nuevos contagios diarios en Euskadi y la vuelta al trabajo y a la escuela tiene que ser lo más segura posible. Son dos objetivos prioritarios. Si es posible hacer esas vueltas de forma segura y desciende la incidencia de la enfermedad, será lógico que haya medidas menos restrictivas para nuestra vida social.

–¿La quinta ola del Covid está remitiendo en Euskadi?

–Debemos ser muy prudentes, porque recuerdo que cuando el Parlamento aprobó el 24 de junio la ley antipandemia hubo quienes casi se burlaron del Gobierno por llevar esa ley a la Cámara. Entonces nadie imaginaba el verano que hemos tenido y, por tanto, hay que mantener la prudencia, porque no sabemos cuál va a ser la evolución local y mundial de la pandemia.

–¿La ley antipandemia ha servido realmente para algo? Las medidas actuales, o unas similares, ya se tomaban antes de que se aprobara esa ley...

–Sí, claro que ha servido. Todas las medidas que se adoptaron hasta el 24 de junio se hicieron bajo el paraguas de un estado de alarma en el Estado español. Incluso en esa situación, algunas de las medidas propuestas por el Gobierno Vasco fueron desestimadas por la Justicia. A partir del 24 de junio, si no hubiera habido una ley, no habríamos contado con un paraguas jurídico para adoptar medidas.

–¿Han cumplido los objetivos de vacunación que se marcaron para finales del verano?

–Todo es relativo. En un primer momento, hubo una presión social para que todo el proceso de vacunación se hiciera bien y rápido, y hubo unas primeras semanas en las que la sensación era que aquello no iba tan bien como debía. Por eso creo que es importante analizar esta situación con perspectiva: hace justo un año no teníamos vacuna y ni siquiera sabíamos si iba a llegar pronto. En este tiempo hemos conseguido que una parte mayoritaria de la sociedad vasca haya aceptado vacunarse y hemos alcanzado niveles altísimos de vacunación, con casi el 80% de la población diana. La respuesta de la sociedad vasca ha sido excelente.

–¿Es partidario de que la vacunación sea obligatoria en hospitales y residencias?

–La legislación actual del Estado español no permite una vacunación obligatoria, pero hay una cuestión que tiene que ver con la solidaridad y con el compromiso colectivo que debería inclinarnos hacia la vacunación.

–¿Por qué si en la mayoría de las comunidades autónomas el aforo de los recintos deportivos está en el 40%, Euskadi los mantiene en el 20%?

–¿Por qué Gran Bretaña acogió las finales de la Eurocopa prácticamente sin restricciones y sin embargo en Euskadi pusimos unas condiciones que nos parecían necesarias para acoger partidos de la Eurocopa en Bilbao? ¿Por qué Gran Bretaña ha abierto todo sin limitaciones y Japón ha celebrado sin público los Juegos Olímpicos? Cada uno se enfrenta a la situación de la forma que considera más oportuna, y en Euskadi las instituciones hemos decidido que lo vamos a hacer de forma muy prudente.

–¿Entre las medidas que podría adoptar mañana el LABI no hay previsión de que se amplíen los aforos de los estadios?

–No sé si será mañana, pero lo lógico es que en las próximas semanas haya la posibilidad de ampliar aforos en comercios, en restaurantes, en teatros, cines, centros de culto... y también en estadios deportivos. Pero dependerá de la evolución de la enfermedad. Puedo adelantar que vamos a actuar con mucha prudencia.

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