El temor al avance de Le Pen sacude la campaña en Iparralde
Etchegaray rompe la disciplina de la derecha y apoya a Macron, favorito en la primera vuelta de las elecciones de este próximo domingo
El temor a un gran avance de Marine Le Pen, la candidata de la extrema derecha, en la primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas ... del domingo sacude la campaña electoral en Iparralde. El presidente de la República y candidato a la reelección, Emmanuel Macron, intenta capitalizar esta inquietud pese a casi no hacer campaña y a que los ultras no van a ser tampoco segunda fuerza en el País Vasco-francés. Tampoco lo fueron en 2019.
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En la Asamblea Nacional francesa -que se renueva en las legislativas de junio- hay dos diputados de la mayoría de Macron: Florence Lasarre y Vicent Bru. Está en juego esta representación. Pero también se somete a voto el orden liberal europeísta que abandera Macron frente al soberanismo de Le Pen, que ha ganado la batalla interna ultra con un discurso antiglobalización menos estridente. La extrema derecha se presenta con una apariencia más moderada en torno a su formación -Reagrupamiento Nacional- y parece haber conectado con una parte del descontento social, en su momento liderado por los 'chalecos amarillos'. Los populistas pisan los talones a Macron, que alerta del riesgo de exceso de confianza de los electores moderados de centro. Macron apenas ha hecho campaña y la ultraderecha no ha aterrizado aún en el País Vasco-francés.
El factor corso
El debate es, sobre todo, económico, con la guerra como telón de fondo. No se centra para nada en la cuestión territorial, si bien el asunto ha emergido algo en Córcega tras la voluntad del Ejecutivo galo de abrir un diálogo que desemboque en una autonomía para la isla. El presidente de la Mancomunidad del Pays Basque, René Etchegaray, ha roto la disciplina de la derecha al apoyar públicamente a Macron, aunque su partido respalda a la derecha clásica. Los abertzales de izquierda no tienen consigna de voto. La sombra de una elevada abstención es prolongada en esta primera vuelta. Porque la candidatura de la izquierda 'insumisa', que lidera Jean Louis Mélanchon -la referencia francesa de Podemos- exhibe un perfil muy jacobino.
Hace cinco años, en Iparralde ganó Macron. Comenzaba ya la disolución del viejo paisaje político francés. El domingo se volverá a confirmar con el previsible naufragio del Partido Socialista que encabeza como candidata la alcaldesa de París, Anne Hidalgo. Los comicios revelarán cómo la jibarización de la izquierda en Francia -donde nació en la época de la Revolución- va a contribuir a su harakiri. Macron se lo jugará todo a una carta con una bandera que utilizó Mitterrand: «El nacionalismo -en referencia a Le Pen- es la guerra».
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