La postura frente a ETA y el nuevo estatus tensan la relación entre los dos fuerzas abertzales
El PNV censura que EH Bildu «sigue sin hacer una reflexión ética sobre lo que supuso matar» y Otegi acusa a Ortuzar de exigirle «renuncias» para hablar de autogobierno
Diciembre se estrenó con un acuerdo inédito entre el Gobierno de Urkullu y EH Bildu sobre los Presupuestos vascos, lo que alimentó la hipótesis de ... un cambio de tendencia en la relación entre las dos fuerzas abertzales, pero el año se va a cerrar con los mismos reproches de siempre entre PNV y la coalición soberanista: los jeltzales siguen reclamando a la izquierda abertzale un desmarque claro respecto al pasado de violencia de ETA, mientras que Arnaldo Otegi azuza la presión sobre Andoni Ortuzar por su falta de empuje para impulsar un nuevo estatus político para Euskadi. Nada nuevo bajo el sol.
Publicidad
En las cuatro semanas transcurridas desde el pacto presupuestario, EH Bildu ha dado unos cuantos pasos atrás en convivencia a ojos del PNV. El sentido adiós al expreso etarra Antton Troitiño por parte del propio Otegi o del líder de Sortu, Arkaitz Rodriguez; el apoyo público de dirigentes de este partido a 'Mikel Antza' antes de su declaración en los juzgados de San Sebastián; la inclusión del exetarra David Pla en la nueva ejecutiva de Sortu; o el último 'ongi etorri' a 'Mortadelo' en Pamplona demuestran, a juicio del partido jeltzale, que la izquierda abertzale «sigue sin hacer una reflexión ética y moral sobre lo que supuso matar».
«Están institucionalizando en su organización la simbiosis entre el brazo político y la lucha armada»
Itxaso Atutxa
Presidenta del PNV de Bizkaia
«Es preocupante que Ortuzar nos diga que tiene elaborado el nuevo estatus y no lo ponga en la mesa»
Arnaldo Otegi
Coordinador general de EH Bildu
La presidenta del BBB, Itxaso Atutxa, señaló ayer en Radio Euskadi que algunas imágenes que se han visto en las últimas semanas, como «rendir homenaje a individuos con 22 asesinatos a sus espaldas» –caso de Antton Troitiño–, «resultan duras» y son «poco respetuosas con las víctimas». «Están institucionalizando en su organización aquello que venía siendo conocido y habitual en la izquierda abertzale: la simbiosis entre el brazo político de su lucha y la parte armada terrorista por parte de ETA», denunció Itxaso.
La forma de contraatacar a estos reproches por parte de EH Bildu apuntó ayer hacia el debate del nuevo estatus, que sigue congelado en el Parlamento y sin visos de moverse en el corto plazo, después de que la ronda de contactos discreta que inició hace unos meses Ortuzar se haya saldado sin posibles socios con los que reactivar esta cuestión. Arnaldo Otegi elevó ayer la presión sobre el PNV y le reclamó que no exija «renuncias» de antemano a EH Bildu para poder hablar sobre el futuro del autogobierno.
Publicidad
El coordinador general de la coalición soberanista señaló en un vídeo colgado en Youtube que «vemos con preocupación el intento de rebajar la ambición nacional de este país o que Ortuzar nos diga que tiene un nuevo estatus elaborado, pero no lo ponga encima de la mesa».
Víctimas denuncian un acto de Sare en apoyo a Parot en Arrasate
El colectivo de víctimas del terrorismo Covite denunció ayer que Sare ha convocado una marcha este viernes en Arrasate para pedir la vuelta a casa de Henri Parot, 'Unai', José Manuel Pagoaga Gallastegui, 'Peixoto', y Eugenio Barrutiabengoa, 'Arbe'. Este último se encuentra prófugo de la justicia en Venezuela. Covite denuncia el acto «a favor de la impunidad» de los tres etarras, que son naturales de Arrasate o con lazos familiares en esta localidad, como es el caso de Parot.
«Así va a celebrar la Nochevieja la izquierda abertzale: con manifestaciones para exigir la impunidad de etarras», censuró la asociación que preside Consuelo Ordóñez en las redes sociales. «Una manifestación igual que la que convocaron en septiembre a favor de la impunidad de Henri Parot, solo que esta vez lo hacen con un perfil más bajo».
Sare ya intentó el 18 de septiembre convocar un acto en favor de Parot. En aquella ocasión la idea era organizar una marcha de 31 kilómetros, uno por cada año que lleva en prisión. La presión institucional, social y política obligó a la red de apoyo a los presos a desconvocar la marcha y sustituirla por una serie de actos.
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión