Un policía recoge restos en el lugar del atentado, el 27 de marzo de 1983.

La memoria de las víctimas de ETA

La hija del tedax Aniano Sutil Pelayo asesinado en Donostia hace 40 años pide «no olvidar ni edulcorar el terror»

«Crecí sin padre y como yo muchos niños nos hicimos adultos con la alargada sombra de ETA», relata Tania Sutil

A. González Egaña

San Sebastián

Viernes, 24 de marzo 2023, 06:36

«Un artificiero muerto y otro herido muy grave al desactivar una bomba», decía el titular que hace 40 años relataba en este periódico el ... asesinato del tedax de la Policía Nacional Aniano Sutil Pelayo y la gravedad de las heridas sufridas por su compañero Juan Manuel Martínez Aguiriano al estallarles una bomba colocada por ETA junto al comercio Portobello en la calle Carquizano del barrio donostiarra de Gros. La noticia no era el único relato trágico de la jornada, compartía páginas con otras que daban cuenta del secuestro de Diego Prado y Colón de Carvajal y también del funeral de Ramón Martínez García, cabo de la Policía Nacional asesinado dos días antes en Oiartzun. Eran los duros años de plomo, «unos años sanguinarios que se cerraron con un reguero de muertos que merecen nuestro recuerdo», reivindica hoy Tania Sutil, la hija de Aniano Sutil Pelayo, que aquella madrugada del 27 de marzo de 1983 se quedó sin padre con tan solo tres años.

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Poco antes de la explosión, la Policía Municipal había recibido una comunicación telefónica anónima sobre la ubicación de un artefacto en el comercio Portobello y se avisó a un equipo de artificieros de la Policía Nacional. Tras establecer un cordón de seguridad, Aniano Sutil vio el explosivo, se arrimó él solo. Comprobó entonces que si lo explosionaba a distancia en una calle tan estrecha como Carquizano, podía causar muchos daños materiales a establecimientos y viviendas de las inmediaciones, por lo que comenzó a desactivarlo. Quitó unos cables, llamó a su compañero para que le ayudara y en ese momento se produjo la explosión. Era una bomba trampa de ETA. El padre de Tania quedó destrozado y Juan Manuel sufrió la amputación de una pierna, entre otras heridas de gravedad. «En el ático de un edificio cercano apareció tiempo después un resto humano. Era un brazo de mi padre», relató la propia Tania hace algún tiempo.

El atentado

  • Explosión Aniano Sutil Pelayo murió y Juan Manuel Martínez Aguiriano resultó herido grave cuando intentaban desactivar una bomba colocada por ETA junto al comercio Portobello en el barrio de Gros.

  • El asesinado Natural de La Hiniesta, en Zamora, de 26 años, estaba casado con Chelo, de 23. Eran padres de Tania de 3 años.

«Pasados 40 años, las heridas nunca acaban de cerrarse del todo. Misión imposible», expresa la hija de Aniano Sutil que se enteró de las circunstancias de la muerte de su padre leyendo unos recortes de periódico cuando tenía tan sólo ocho años. «Personalmente lo que me preocupa es el olvido. Olvido hacia lo que representa la figura de mi padre: una etapa dura y larga que muchas generaciones, por fortuna, no saben ni que existió», reflexiona, mientras evoca su propia experiencia y la de otras muchas víctimas del terrorismo: «Yo crecí sin mi padre y, como yo, muchos niños nos hicimos adultos con la sombra alargada de ETA». La hija del artificiero expresa el deseo de que «nunca más vuelvan las bombas», pero también de que «no demos la espalda a lo que ocurrió ni edulcoremos el terror».

Atentado sin resolver

Aniano Sutil, natural de La Hiniesta, en Zamora, tenía 26 años y estaba casado con Chelo, de 23. Cuando Aniano llegó a San Sebastián llevaba en su Seat un casco de obra a la vista para disimular su profesión.

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Sutil besa a su hija Tania en Donostia.

Este atentado es uno de los más de 300 cometidos por ETA que aún están sin resolver. En 2019, el Colectivo de Víctimas del Terrorismo, Covite, en nombre de la familia, consiguió que se abriera un sumario en la Audiencia Nacional, ya que del caso tan solo había unos papeles en el juzgado de instrucción número 2 de San Sebastián con las pocas diligencias practicadas y un auto en el que se decretaba el archivo. La hija del tedax no ha tenido noticias de que se haya podido avanzar más y afirma que tampoco tiene «confianza en ello».

Por esa reclamación de 2019 supieron que en un auto, fechado el 1 de abril de 1985, el juez se refería a que la instrucción se había iniciado con motivo de la «muerte por explosión de bomba de Aniano Sutil Pelayo», pero que se archivaba considerando que los hechos no eran «constitutivos de infracción penal». Tania Sutil asegura que semejante afirmación «roza el absurdo y ofrece una idea aproximada de cómo se hicieron las cosas en su momento».

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