Jóvenes de Ernai realizan una pintada en la fachada de La Cumbre

Los jóvenes, con el rostro cubierto con unas caretas blancas y a plena luz del día, arrojaron al final pintura roja sobre la pared sin que, al menos aparentemente, nadie se percatara de la acción en el interior del edificio, que suele tener vigilancia de miembros de la Guardia Civil y que es utilizado por la Subdelegación del Gobierno en Gipuzkoa. Ernai grabó las imágenes y las colgó en las redes sociales en un montaje con una adaptación de género de 'Itziarren semea', la histórica canción de Pantxo eta Peio, escrita por Telesforo de Monzón y que durante años fue un icono en el entorno abertzale radical.

El edificio de la cumbre se ha convertido en el codiciado objeto del deseo para la izquierda abertzale, que lo quiere convertir en un centro de la memoria de las víctimas de la violencia del Estado, en particular de las torturas. En todo caso, el acuerdo logrado en 2022 entre el Gobierno central y EH Bildu por el que se establecía la cesión, en el plazo de un año, de la finca al Ayuntamiento donostiarra se limitaba a señalar que el centro servirá para difundir «la memoria democrática».

El delegado del Gobierno en el País Vasco, Denis Itxaso, ha señalado esta mañana que «más allá de la pretensión incriminatoria de este tipo de pintadas, verdad, justicia y reparación es lo que pedimos a la izquierda abertzale para que de una vez por todas termine de dar los pasos que debe de dar sobre los cerca de 900 asesinatos que cometió ETA , organización a la que apoyaron y justificaron durante 50 años».

Según Itxaso, «verdad, justicia y reparación» son los principios rectores que informan la ley de Memoria Democrática aprobada recientemente por el Parlamento y que rigen las políticas de convivencia y atención a las víctimas de los fenómenos terroristas, según Itxaso, que incluyen a ETA, al yihadismo y al GAL.

En su día, la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, destacó el gran simbolismo que encierra esta cesión al Ayuntamiento de San Sebastián ya que fue en el interior de La Cumbre donde fueron torturados Joxi Zabala y Josean Lasa por miembros de la Guardia Civil en 1983, pertenecientes al acuartelamiento de Intxaurrondo que entonces dirigía el coronel Enrique Rodríguez Galindo, Allí, según la sentencia judicial, fueron interrogados y torturados antes de ser trasladados a un paraje en Alicante, donde fueron asesinados.