«El Gobierno Vasco y la Diputación no han aprendido nada del Covid»

-¿Qué ha ocurrido para que los casos positivos se hayan disparado en Euskadi?

-Hará falta tiempo para saberlo, La responsabilidad no se puede achacar a una decisión o una situación en concreto, aunque es verdad que después de vivir la primera ola era necesario empezar a hacer una serie de cambios estructurales que no se están haciendo. Temo que no vamos a cambiar la dirección, a rectificar lo que se hacía mal, que es lo que nos pide esa situación.

-¿Las medidas que está tomando en la Diputación de Gipuzkoa o en el Gobierno Vasco no van en esa línea?

-No, son continuistas. Siguen en lo mismo. No veo que ninguno hayan aprendido nada de esta pandemia.

-¿Qué no se está haciendo bien?

-Las decisiones que se tomen se deben fundamentar en criterios de salud, sanitarios y epidemiológicos y hay que buscar consensos con todas las partes que se van a ver afectadas. Que la gente las sienta como propias las decisiones que se tomen. Creo que no se ha hecho bien, que ha habido otros intereses. El PNV opta por una política en la que decide, aplica y luego explica.

-¿Se ha pecado de optimismo?

-Hay una tendencia a poner en positivo los datos durante la pandemia y también antes de ella. Decir que el comercio, el sector primario o las empresas están en una situación grave es verdad, pero también lo estaban en febrero. El Covid lo que ha hecho es poner en evidencia una serie de carencias que ya teníamos.

-La semana pasada el diputado general, Markel Olano, afirmó que «la gente se ha permitido lujos y comportamientos que han provocado esta situación» ¿La responsabilidad es únicamente de los ciudadanos?

-Delegar en el comportamiento individual la responsabilidad no es acertado, ya que muchas veces éste está marcado por las decisiones que se toman a nivel colectivo. Igual la desescalada ha sido demasiado rápida y no correspondía. En otro sitios ha sido más lenta. La diferencia con otros países es que la segunda ola a nosotros se nos ha adelantado.

-En algunos pueblos de Gipuzkoa, los cribados de test masivos no llegan al 50% de participación. ¿Qué está fallando?

-En los meses de confinamiento la población ha dado un ejemplo de comportamiento. Que hayan pasado el 50% de las personas puede deberse a varios factores personales que, por ejemplo, pueden estar relacionados con el mundo laboral. Hay gente que tiene miedo a perder su puesto de trabajo si le confinan y por eso no se hace la prueba. Nuestra labor es explicar muy bien que cuanto mejor hagamos el trabajo de testeo y cribado mejor respuesta daremos al Covid.

-22 de los 27 municipios más afectados de Euskadi se encuentra en Gipuzkoa. ¿Se deberían tomar medidas más restrictivas en nuestro territorio?

-Los expertos están insistiendo mucho en la movilidad y en que la gente no se junte en ciertos lugares y se debe de tener en cuenta. Hay que ser restrictivo y tomar decisiones con valentía.

-¿En qué grado deberían ser las restricciones? ¿El toque de queda es suficiente?

-Preguntaría a los epidemiólogos. Si dijeran que hay que limitar la movilidad a toda la unidad del territorio, les haría caso. Sus recomendaciones suelen ser bastante claras.

-Finalmente, ha sido el Gobierno central el que ha declarado el estado de alarma que permite que el Ejecutivo vasco pueda poner en marcha las medidas que no respaldó el TSJPV. ¿Qué valoración hace?

-Hay un problema y si lo sacamos a colación nosotros, nos dicen que no es el momento. Es el tema de la soberanía. Lo que ha ocurrido es un ejemplo más de que deberíamos tener una legislación propia que nos permitiera tener nuestras leyes para gestionar nuestros recursos en una situación de pandemia como esta.

-De los 88 ayuntamientos de Gipuzkoa, 44 están en manos de EH Bildu. ¿Cómo es su relación con la Diputación?

-Se sienten bastante aislados. Les han citado en alguna ocasión a reuniones de información unidireccional, sin posibilidad de contrastar. No se sienten protegidos. Se han portado de manera modélica generando medidas rápidas, eficaces y, muchas, más allá de sus propias competencias. Como respuesta de la Diputación tuvieron el 20% de recorte en el Fondo Municipal. Ahí se ha fallado.

-¿Y en las Juntas Generales? ¿Está siendo complicado hacer oposición?

-El primer día de confinamiento telefoneé al diputado general y le dije que estábamos a su disposición. Ante una situación excepcional, propuse formar una mesa para tomar las decisiones entre todos. No respondieron y las decisiones que se han tomado han sido unilateralmente y eso ha tenido consecuencias negativas. De hecho, nos gustaría hacer más proposición que oposición. No se ha querido que estuviéramos todos y decidiéramos entre todos.

-La recaudación va a ser menos mala de lo que se preveía inicialmente. ¿La Diputación está en situación de hacer frente a la pandemia?

-Sí hombre, sí. Claro que puede. Suelo recordar que en la crisis anterior, entre 2008 y 2015, gobernaba EH Bildu y hubo presupuestos con un 25% menos de recaudación.

-¿Que las diputaciones puedan recurrir al déficit del 0,9% -200 millones de euros en el caso de Gipuzkoa- es un balón de oxigeno?

-Poder recurrir a ese dinero es una buena noticia en la situación de necesidad que estamos, pero el reparto que se va a hacer con los ayuntamientos debería ser del 50% y no del 40% -80 millones de euros- como se ha planteado. No hay que olvidar que los ayuntamientos van a recibir del fondo municipal menos de lo que estaba previsto para 2020.

-Otra vía de financiación son los fondos europeos de reconstrucción. ¿Se están creando demasiadas expectativas?

-Lo importante es en qué se van a gastar. En este aspecto desde la Diputación se ha cometido otro error y, si quieres, desde el Gobierno Vasco también. Han adelantado en qué proyectos quieren gastar. En el caso de Gipuzkoa, será en 31. Ninguno es nuevo, todos vienen de antes, con lo que los fondos se van a destinar a sufragar parte de los gastos que generan proyectos que tienes anteriormente y no a hacer frente a la pandemia y sus consecuencias

-¿En qué posición se encuentra Gipuzkoa para optar a esos fondo?

-El provincionalismo no me gusta, pero los hechos objetivos están ahí y hay que analizarlos. Cuando era alcalde, el 80% de los congresos se iban a Bizkaia siendo Donostia una ciudad congresual a la que la gente quiere venir. Por otra parte, el equilibrio territorial se tiene que conseguir entre los tres territorios históricos, igual que debe haberlo dentro de cada territorio. No puede ser que en Gipuzkoa tengamos comarcas sin hospital público.

-Entre las diez prioridades que se ha marcado el Gobierno Vasco no hay nada que tenga que ver con el derecho a decidir o la independencia. ¿Le preocupa?

-Lo que me preocupa es que los pactos que tenga el PNV con el PSOE hayan enfriado una reivindicación que se supone que el PNV la tiene. Luego, en la práctica, el PNV se queja y dice, por ejemplo, que al Gobierno Vasco le gustaría negociar directamente con Bruselas los fondos. Debería ser consecuente con su discurso.