«El Gobierno Vasco está agilizando el tercer grado a presos de ETA y algunos no lo merecen»

- En uno de sus últimos comunicados aseguran que «las víctimas no le importamos a nadie» y que se sienten «más abandonadas que nunca». ¿Por qué?

- Porque vemos que todo el trabajo en materia de terrorismo, respecto a las instituciones y el Gobierno, está orientado a favorecer a los terroristas mientras a las víctimas nos tienen muy abandonadas. Se les dan facilidades cambiando la política penitenciaria. Y no se habla de nosotros. En el congreso de la ONU en Nueva York nos dejaron de lado.

- ¿Qué pasó allí?

- Nos dejaron fuera de toda la agenda que llevaba la delegación española, que era coorganizadora de ese primer congreso global de víctimas del terrorismo. No contaron con nosotros para nada. Las tres víctimas de la AVT fuimos porque nos invitó directamente la ONU. Cuando intervinimos, no había nadie de la delegación española y tampoco en la ofrenda final. Eso pasó en Nueva York pero pasa en otras ocasiones a menudo. Somos incómodas y molestas.

- Siempre han sido muy críticos con los acercamientos de presos al País Vasco. ¿No da igual dónde cumplan condena, siempre y cuando la cumplan?

- Nosotros pedimos que cumplan la condena íntegramente. ¿Nos da igual dónde? No, porque ahora que tiene la competencia de Prisiones el Gobierno vasco vemos que se están agilizando los terceros grados y la reinserción. En algunos casos, esa posibilidad no se la merecen. De hecho, la Fiscalía está revocando algunos terceros grados. Al final, no cumplen íntegramente la condena porque no es lo mismo hacerlo fuera que dentro.

- Artolazabal concretó que se han concedido 32 terceros grados. ¿Les comunican o saben cuántos han sido revocados?

- Desconozco la cifra, pero conozco las razones de la justicia para revocar esos terceros grados.

- ¿Cuáles son esas razones?

- Hay varias. No sólo no haber acreditado suficientemente la petición de perdón a las víctimas sino también no haber superado previamente al tercer grado el periodo de permisos periódicos que acreditan que el interno está preparado para ese salto. Otro aspecto que se esgrime es el insuficiente compromiso con las obligaciones de la condena sobre responsabilidad civil. La mayoría se declaran insolventes. Cuando la Fiscalía tumba un tercer grado es porque no se ha hecho bien.

- El Gobierno vasco insiste en que los terceros grados se dan por criterios técnicos y cuando las juntas de tratamiento los proponen.

- Hay veces en que las decisiones se toman en contra de las juntas de tratamiento. Dan un informe desfavorable a un traslado y luego Instituciones Penitenciarias hace uno favorable y decide que se traslade al País Vasco.

- En el caso vasco, ¿creen que hay directrices políticas para agilizar las semilibertades o salidas?

- Tenemos nuestras sospechas. Están mucho mejor tratados y tienen mucha más facilidad para reinsertarse cuando están en las cárceles vascas. Eso está claro.

- La AVT aboga por que uno de los requisitos para el tercer grado sea colaborar con la justicia. Artolazabal insiste en que «la delación» no se contempla.

- Pero es que la colaboración con la Justicia no pasa necesariamente por la delación. Nuestros abogados insisten en que no hace falta que digan, con nombres y apellidos, quién estuvo allí pero sí que den datos que sirvan para clarificar los casos sin resolver. Pensamos que el verdadero arrepentimiento pasa por la colaboración con la justicia.

- ¿Es la única vía legal para esclarecer esos 370 crímenes sin resolver?

- Es la única, que hablen. Se mira mucho a los papeles de Francia, pero no había demasiada información. La mayoría son casos de los años 70 y 80, los informes y pruebas eran escasos. Se hablaba de «papelillos» que se perdían. No existía la Audiencia Nacional.

- ¿Creen que todos los presos de ETA estarán en Euskadi y Navarra para fin de año?

- Sí. Llevamos meses diciendo que para Navidad estarán todos en casa. Queda una quincena aproximadamente.

- Han hecho una manifestación «contra el Gobierno traidor». La AVT es una asociación grande, con diferentes sensibilidades. ¿Les genera divisiones internas?

- ¿Internas? No. Si tiramos de hemeroteca, vemos que hemos hecho manifestaciones a gobiernos socialistas pero también a los del PP, como con Rajoy. Nos da igual el color. Tenemos víctimas de todos los colores. Pero nos manifestamos contra las políticas. No sólo no hemos tenido bajas por ello sino que ha habido más altas.

- Tras la polémica de las unidades didácticas de 'Herenegun' el Gobierno vasco tiene un nuevo proyecto piloto educativo desde el año pasado. ¿Se lo han mostrado?

- Nos pasaron el antiguo y pusimos el grito en el cielo. Pusimos muchas alegaciones. Algunas creemos que se han recogido, pero no tenemos ni idea de lo que hay ahora. No nos lo han presentado.

- ¿Le preocupa que, once años después del fin de ETA, un 20% de los jóvenes justifique la violencia por cuestiones políticas?

- Me preocupa mucho. Me importa muchísimo que los jóvenes no sepan lo que ha pasado en España. Pero me importa aún más que algunos no sepan bien lo que pasó y lleguen a justificar lo que sucedió. Es gravísimo. Y es culpa de todos. Sucede por haber querido echar tierra encima rápido, por haber querido pasar la página sin leerla, con el objetivo de no perjudicar a determinados partidos.

- ¿Qué se podría hacer para lograr un relato más veraz?

- En primer lugar, hay que poner el foco en las víctimas. Estamos viendo campañas en que los terroristas son también víctimas. En San Sebastián han celebrado una fiesta porque estaban todos los presos en casa. Hablaba la hija de un terrorista y varios de ellos en vídeo. Cuentan lo que sufren en prisiones lejanas y se hacen pasar por víctimas. Uno de ellos estaba en la cárcel por asesinar a tres personas. Por eso ha estado en la cárcel. Ya me gustaría poder hacer kilómetros para ver a mi padre vivo. Pero tengo que hacerlos para visitarle en la tumba porque el terrorismo nos echó de nuestro lugar de nacimiento.