El árbol y el bosque

Los resultados de las elecciones de Castilla y León dejan a la intemperie algunos puntos débiles de PSOE y Podemos, los partidos que gobiernan en coalición, así como del PP, ganador de estos comicios, que tendrá que depender de Vox si quiere formar una mayoría estable. Que Casado hacía las cuentas de la lechera y pensaba que Mañueco iba a ser como Ayuso era un sueño que se le fue haciendo añicos mientras la campaña avanzaba. Craso error.

Génova tuvo que recurrir a Díaz Ayuso para frenar las encuestas declinantes y la presidenta madrileña acabó apostando por el partido de Ortega Lara. Toda una enmienda a su presidente. Y es que Casado y su aparato no logran arrinconar a Vox en las urnas y solo Díaz Ayuso, su íntima rival, consiguió neutralizar a Vox en Madrid. Ella tiene la fórmula. Habrá que esperar los resultados de Vox en Andalucía, pero en Génova ya se asume que no podrán deshacerse de la colaboración de Abascal para poder recuperar la Moncloa, salvo que Casado 'fiche' a la propia Ayuso para, con un armisticio entre ambos, formar una candidatura de presidente y vicepresidenta para un futuro Gobierno.

Mientras, en Moncloa y en Ferraz escuece el revés encajado tras perder Tudanca siete escaños. Un resultado que pone en alerta a más de uno en el aparato socialista al ver también el raquítico resultado de Podemos. Las elecciones castellanoleonesas, las primeras que ha encarado el PSOE con Iván Redondo fuera del Gobierno, pudieron haberse parecido a las catalanas de hace un año que las ganó Illa con brillantez, pero Tudanca no logró aguantar su caudal de votos ni tampoco atrajo el voto de centro de Ciudadanos. Habrá que ver si Casado vuelve a apretar el botón electoral, pero una nueva derrota socialista podría dañar las aspiraciones de Sánchez antes de las municipales. Hay veces que en política los árboles no dejan ver el bosque.