Los cinco personajes claves del ataque
El primo del 'Barón Rojo', dos generales monárquicos, un periodista sudafricano y un as de la Luftwaffe son claves para entender en bombardeo
ÓSCAR B. DE OTÁLORA
Miércoles, 26 de abril 2017, 07:38
En su libro 'Los amigos peligrosos', el escritor y guionista de Hollywood Peter Viertel relata una conversación celebrada en los años 60 entre Miguel Dominguín -el torero amigo de Picasso- y jerifaltes del régimen franquista. «¿Cuándo vais a dejar a Picasso volver a España?», preguntó Dominguín. «No podemos. Pintó el 'Guernica», le respondieron. «No. Lo pintasteis vosotros», cuenta Viertel que replicó el torero a los jerarcas de la dictadura, reprochándoles el haber sido inspiradores del bombardeo que destruyó la villa y mató a decenas de personas. Hay cinco nombres claves para entender la tragedia, tanto a la hora de ponerla en marcha como de desvelarla. Son los siguientes:
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Al general golpista Emilio Mola se le atribuye la frase: «Es necesario castigar a un pueblo perverso que se atreve a desafiar la irresistible causa de la idea nacional». Se considera que él fue quien impulsó el plan de bombardear de forma masiva Durango y Gernika -e incluso apostaba por repetir este tipo de ataques en Bilbao- con el fin de desmoralizar al Gobierno vasco y a las tropas que apoyaban a la República en Euskadi con el fin de conseguir una victoria más fácil en el norte. Mola, nacido en Cuba, era un general procedente de la guerra de Marruecos -'africanista', como Franco- y fue uno de los cerebros del golpe de Estado. Todavía se discute qué conocimiento real tenía de la decisión de destruir Gernika. Falleció el 3 de junio de 1937 en un accidente aéreo.
Este piloto alemán -primo del 'Barón Rojo', el héroe de los combates aéreos en la Primera Guerra Mundial- era el jefe del Estado Mayor de la Legión Condor. La dirección de los bombardeos que arrasaron Gernika era una de las misiones que el dirigió personalmente. Franco le llegaría a condecorar por su actuaciones en España al frente de la aviación nazi. En la Segunda Guerra Mundial fue uno de los mandos de la Luftwaffe que participó en los principales bombardeos y operaciones aéreas del Ejército alemán. En 1942, por ejemplo, se encargó del puente aéreo que intervino en la evacuación de los soldados rodeados en Stalingrado. Falleció en 1945, cuando era prisionero de los militares norteamericanos, aquejado de un tumor cerebral. En la Guerra Civil, se enfrentó en ocasiones a los generales golpistas al considerar que no eran lo suficientemente agresivos.
Era el jefe del Estado Mayor de las Brigadas Navarras que luchaban para tomar Bilbao. Según los historiadores, él fue uno de los mandos que habló con Richtofen para preparar el bombardeo de Gernika. Está contrastado que el mismo día del ataque a la localidad vizcaína mantuvo varias conversaciones con el máximo jefe de la Legión Condor. Fue uno de los militares más laureados del Gobierno franquista y con ascendencia sobre el dictador. Pertenecía al sector más monárquico -había sido profesor de la familia real por orden de Alfonso XIII- y tras la Guerra Civil ocupó los principales cargos en la dictadura. Falleció en 1955.
Este periodista sudafricano, corresponsal de 'The Times', fue clave a la hora de informar sobre el bombardeo y desenmascarar las mentiras con las que el Gobierno de Franco quería ocultar que aviones alemanes habían destruido la villa foral. Desde el primer día denunció que las aeronaves nazis habían arrasado la población y que no habían sido dinamiteros republicanos, como la dictadura pretendía hacer ver. No era su primer trabajo para denunciar las atrocidades de los regímenes totalitarios: en 1935, por ejemplo, publicó que los fascistas italianos estaban utilizando armas químicas para someter a la población de Etiopía. Falleció en 1944 en Birmania en un accidente de tráfico. Para entonces se había enrolado en el Ejército británico y formaba parte de una unidad de propaganda en la lucha contra los japoneses.
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Este piloto alemán, uno de los principales ases de la Luftwaffe, fue el primer aviador que reconoció que la Legión Condor era la responsable del bombardeo de Gernika y llegó a afirmar que fue un «lamentable error». Esta frase aparece en su libro autobiográfico 'Los primeros y los últimos', editado en 1953. «Todo el ataque tenía que ser considerado un fracaso, tanto más cuanto teníamos como supremo lema destruir al enemigo sin consideración alguna pero -a poder ser- respetar la población civil. Lo contrario es lo que se consiguió en Gernika», escribió. Estas palabras de un participante directo en el bombardeo fueron una asunción clara de la culpabilidad alemana, en un momento en el que se seguía discutiendo sobre la autoría del bombardeo. Aunque fue un piloto laureado que ascendió a general se enfrentó con alguno de los jerarcas nazis. Tras pasar dos años en Alemania como prisionero de los norteamericanos tras la Segunda Guerra Mundial viajó a Argentina. Allí se convirtió en un próspero hombre de negocios y regresó a Alemania.
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