Visita al corazón del caserío Erraizabal

El rebaño de ovejas crece estos días en el caserío Erraizabal, de Legazpi, bajo la atenta mirada de familias llegadas de toda Gipuzkoa. El pastor Juan Joxe Aranguren y su esposa Arantza Segurola abren las puertas de su casa a los visitantes durante los fines de semana, coincidiendo con una época del año muy especial para ellos, el nacimiento de nuevos corderos que darán continuidad a la oveja latxa del caserío, toda una miss dentro de la especie, que lleva décadas siendo premiada como la mejor de Gipuzkoa en la categoría Mutur Beltza. Durante las últimas semanas han nacido 120 corderos en Erraizabal y el matrimonio espera que en quince días vengan al mundo otros 40 más de las corderas de recría. Un acontecimiento de la naturaleza que se desarrolla lejos de la frenética vida urbana y que muchos niños desconocen. Aunque parezca un cuento, las nuevas generaciones apenas han visto un corderillo más allá del mostrador de la carnicería o en dibujos animados. La vaca tampoco se libra, siendo la más popular de todas aquella que anuncia chocolate y luce un pelaje blanco y lila. ¿Y qué pasa con la leche? «Sería una pena que los niños llegaran a pensar que sale directamente en bricks del supermercado, con todo el trabajo y el mimo que ponemos los pastores de la zona para producir la mejor leche y el mejor queso», comenta Arantza Segurola.

Las visitas organizadas estos días en Erraizabal adentran a las familias en el corazón del caserío, dotado de un ecomuseo sobre el pastoreo, una quesería que trabaja bajo la denominación de origen Idiazabal y un rebaño de más de 120 ovejas. «Las visitas empiezan en la zona del museo y acaban en la cuadra, que es sin duda, el txoko favorito de toda la familia. Allí los niños acarician y dan biberones de leche a los corderos recién nacidos con la ayuda de Juan Joxe, quien les explica cómo es el trabajo diario con el rebaño», relata Arantza.

La actividad forma parte de las visitas diseñadas por la fundación Lenbur para que niños, padres y madres disfruten juntos del Valle del Hierro y sus museos, haciéndoles partícipes de su cultura, su historia y naturaleza de una manera amena y divertida.

Las visitas tienen como hilo conductor los distintos oficios del valle. Empezaron en Navidad, con numerosos talleres dedicados a Olentzero y su trabajo como carbonero en la ferrería de Mirandaola. Ahora continúan en el caserío Erraizabal, con Juan Joxe y Arantza como conductores de unas jornadas bautizadas con el nombre de Artzaitxo Egunak y dedicadas al pastor. «Y después de Semana Santa llegarán los Burdintxo Egunak, que se desarrollarán en Mirandaola coincidiendo con la puesta en marcha de la ferrería y estarán protagonizados por los ferrones», avanza la responsable de los museos de Lenbur, Olatz Conde.

El camino a Erraizabal

Juan Joxe Aranguren encarna la cuarta generación de su familia al frente de Erraizabal. Allí vivieron su bisabuelo, su abuelo y su padre, tras los que tomó las riendas del caserío al ser el único varón entre cuatro hermanas. Lo hizo recién terminado el servicio militar, con 22 años, después de que su padre sufriera un accidente que le costó la vida. En aquellos tiempos tenían una treintena de ovejas y cuatro vacas. «Empezamos por mejorar las vacas y vender su leche, pero vimos que no ofrecía un margen suficiente para vivir, luego pasamos a criar novillos, pero tampoco daba ganancias suficientes», recuerda Juan Joxe. Haste que apostó definitivamente por las ovejas, elevando su rebaño hasta las 100 cabezas y centrándose en la venta de leche en las plazas. Finalmente, dio el salto a la producción de queso. Su mujer Arantza Segurola está al frente de la elaboración de este producto, con el que han recibido múltiples premios. En 1999 ganaron el concurso de Ordizia y recientemente, se han llevado dos medallas de plata en el campeonato de queso internacional "World Cheese Awards". Las visitas a Erraizabal terminan precisamente, con una pequeña degustación del queso elaborado en el caserío.

Las familias pueden llegar hasta allí en coche, pero se les propone hacerlo a pie siguiendo la Ruta de las Ferrerías que discurre junto al río. Se trata de un trayecto de 45 minutos entre pista y asfalto, muy agradable para realizar una marcha tranquila con niños.

En coche o andando, los visitantes tendrán que pasarse antes por la oficina de turismo de Mirandaola para recoger los tickets de la visita, que deberán reservar con varios días de antelación llamando al número de teléfono 943730428. Junto a las entradas, recibirán un pequeño mapa para llegar al caserío, varias preguntas sobre el queso y la receta de un postre lácteo a realizar en familia.

Las visitas de perfil familiar se sucederán hasta el 6 de abril en Erraizabal. Entre tanto, el trabajo continúa para Juan Joxe y Arantza, con la preparación del queso de la nueva temporada, el cuidado del rebaño y las actividades que realizan durante todo el año con colegios y colectivos socio-culturales.

La miss de su especie. Las ovejas de Erraizabal llevan más de treinta años consecutivos ganando el premio a la mejor Latxa Mutur Beltza de Gipuzkoa