Diez ciudades de obligada visita en Europa
Hay ciudades que no debes dejar escapar la oportunidad de visitar por ser únicas, por sus gentes o por sus calles
asier manrique
Miércoles, 27 de agosto 2014, 13:58
Que el mundo está lleno de lugares preciosos no lo puede poner en duda nadie. Os invitamos a un recorrido por 10 de las ciudades más bellas de Europa, aquellas que deberías visitar, al menos, una vez en la vida. Las ciudades tienen calles pintorescas, edificios monumentales, gentes únicas, historias impresionantes y multitud de planes para disfrutar del día y la noche como nunca antes.
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Estocolmo (Suecia)
La capital de Suecia es la ciudad más poblada de toda Escandinavia, con 1.300.000 habitantes. Se sitúa en la parte central del país y dispone de una temperatura media anual de 7 ºC, con inviernos y veranos suaves. Ciudad tranquila y sin guerras desde finales del siglo XIX, sus ciudadanos gozan de numerosos canales, ríos e islas, además de multitud de zonas verdes. Comparte el apelativo de 'Venecia del norte' con Ámsterdam.
En Estocolmo se entregan anualmente los Premios Nobel, excepto el Nobel de la Paz, entregado en Oslo. La ciudad mezcla a la perfección naturaleza y la mano del hombre. Muy recomendable por su actividad musical, llena de festivales y conciertos durante todo el año, aunque más numerosos en verano, muchos de ellos son gratuitos y tienen lugar en sus plazas y parques. El Gamla Stan, parte antigua de la ciudad, es de visita obligada, con sus calles empedradas y edificios del siglo XIV. Otro lugar de visita puede ser el archipiélago Skärgård, compuesto por 30.000 islas.
Oslo (Noruega)
Ciudad más poblada de Noruega, con 600.000 de habitantes, un 12% de la población del país. Situada en un fiordo, entrada del mar en la tierra, en el sur del país. Es el centro de la actividad cultural, política y económica del país y dispone de unas temperaturas medias anuales próximas a los 10 ºC.
Probablemente Oslo sea la ciudad más cara de todas aquellas que se encuentran en este particular ranking. Su tranquilidad, espacios abiertos y multitud de museos son los fuertes de la capital noruega. Posee un museo dedicado a los barcos vikingos. La ciudad se convierte en centro de atención cada año, al entregarse allí el Premio Nobel de la Paz.
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Copenhague (Dinamarca)
Con más de medio millón de habitantes, Copenhague, es la ciudad más habitada de Dinamarca, y su capital. Está situada en la parte más oriental de la isla de Selandia y se encuentra unida por el puente de Øresund con la ciudad sueca de Malmö. En 2008 la revista Monocle la eligió como la mejor ciudad para vivir, por su vida cultural, transporte público, bajo índice de delincuencia o bienes públicos.
Acogedora y encantadora, así la denominan sus visitantes. Copenhague es una de las ciudades con más bicicletas por habitante. El Tívoli, parque de atracciones en el centro de la ciudad, es un gran atractivo turístico desde que se abrió, hace más de 170 años. El puerto es la parte de la ciudad más conocida por los turistas, sus pintorescas casas y los animados bares y cafés la convierten en un lugar de ocio. Pero no te puedes marchar de Copenhague sin visitar la estatua de La Sirenita, seña de identidad de la ciudad.
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Berlín (Alemania)
A escasos 70 kilómetros de la frontera alemana con Polonia se sitúa Berlín. La ciudad, también estado federal, tiene poco más de 3 millones de habitantes y es el centro de la administración de Alemania. Berlín quedó en ruinas tras la Segunda Guerra Mundial y poco después fue dividida en dos por el Muro de Berlín, derribado en 1989.
La ciudad, centro de la Guerra Fría, ha sufrido en las últimas décadas una remodelación en profundidad, numerosos arquitectos han trabajado en dar un nuevo aspecto a los edificios de décadas pasadas. La Potsdamer Platz, el Reichtag (parlamento) y, dentro de unos años, el Palacio Imperial, serán ejemplos de estos trabajos de remodelación que han convertido a Berlín en una de las ciudades más modernas del viejo continente.
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La capital de Alemania es una ciudad que presume de su multiculturalidad. Posee una enorme variedad de museos, galerías y lugares que invitan al paseo y a la diversión. Berlín ofrece una vida nocturna para todos los gustos, desde discotecas, pubs, conciertos o raves. Una ciudad con pocas ganas de descansar.
Dublín (Irlanda)
Baile Átha Cliath, así se denomina a la capital irlandesa en el idioma local, el gaélico o irlandés, y viene a significar 'población del vado de cañizo'. Fundada, aproximadamente, en el 140 d.C., Dublín es la principal urbe de Irlanda. La ciudad es famosa por su cerveza, pero también por ser cuna de pensadores, escritores y artistas como Oscar Wilde, Bram Stoker, Michael Gambon o Colin Farrell.
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Ciudad portuaria, con calles empedradas e incontables pubs, famosos por su cerveza. Pero Dublín no es únicamente vida noctura, también tiene ofertas para los más culturetas, que podrán visitar la Catedral cristiana, la Galería Nacional de Irlanda, la Biblioteca Nacional o la Trinity College. Aunque si hay un lugar que atrae las visitas es la fábrica de Guinness.
eský Krumlov (República Checa)
Antigua capital de la región de Bohemia. La pequeña localidad de eský Krumlov (14.000 habitantes) está rodeado de frondosos bosques. Sus calles mezclan la arquitectura gótica, renacentista y barroca, siendo especialmente atractivo que nunca hayan tenido que ser reconstruídos.
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A la sombra de Praga para los turistas, esta localidad, de nombre casi impronunciable, es uno de los mayores atractivos turísticos de la región de Bohemia. Su castillo es un punto visible desde toda la villa y su principal reclamo turístico, pero no se queda atrás su casco antiguo, declarado Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Los pequeños cafés, a la orilla del río Vltava, son una opción para los que buscan un plan tranquilo, mientras que el rafting y la canoa lo son para aquellos que buscan practicar deporte.
Budapest (Hungría)
La capital húngara cuenta con cerca de 2 millones de habitantes, siendo una de las ciudades más habitadas de centroeuropa. Fundada en 1873 tras la unión de las ciudades de Buda y Pest era uno de los centros neurálgicos del Imperio Austrohúngaro. Con la Segunda Guerra Mundial gran parte de su patrimonio quedó en ruinas, aunque una importante parte de los edificios presentan hoy el mismo aspecto que tenían antes del conflicto.
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La palaciega Budapest se ha convertido en la capital hipster de Europa. Ofrece una amplia variedad de ofertas culturales y opciones para disfrutar de la vida nocturna, todo a precios bastante asequibles. Siempre tienes la oportunidad de poder visitar sus puentes, el más conocido es el Puente de las Cadenas, pasear junto al Danubio o apreciar la arquitectura de sus palacios y catedrales.
Rotterdam (Países Bajos)
Conocida por su puerto, el más grande de Europa y el segundo del mundo, Rotterdam es una ciudad situada en el oeste de los Países Bajos. Fue el punto de Holanda donde más se notó la invasión alemana durante la Segunda Guerra Mundial, quedando la ciudad devastada y sin apenas población. Sus habitantes no olvidarán nunca la famosa imagen de la ciudad tras los trabajos de retirada de escombros, donde la catedral era lo único que quedó en pie en el centro de la ciudad.
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Rotterdam queda ensombrecida para los visitantes por la belleza y el atractivo turístico de Ámsterdam, aunque se trata también de un lugar singular que merece una visita. La ciudad ofrece una vida nocturna llena de posibilidades, con locales de todo tipo, para todos los gustos. Sus múltiples museos, los más visitados son los de Boijmans Van Beuningen y el Kunsthal, están situados en el Museumpark, un lugar que los aglutina a todos. Y si lo que quieres es probar uno de los famosos coffee shops, no te preocupes, Rotterdam también dispone de este tipo de establecimiento.
Lisboa (Portugal)
Medio millón de habitantes convierten a Lisboa en la ciudad más poblada de Portugal. La ciudad es el lugar donde el Tajo se une al Atlántico, océano que han surcado en cientos de ocasiones los lisboetas, lo que hizo que la ciudad fuera un importante centro económico en los siglos XV y XVI. Acogió la Expo '98 y fue sede de la final de la Eurocopa 2004.
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Ciudad de marinos, Lisboa desprende el aroma de la historia en cada rincón. Sus colinas, el Barrio Alto o la Torre de Belem, declarado Patrimonio de la Humanidad, son de visita obligada para los que se acercan a la capital lusa. Su actividad cultural, sus callejones y los paseos por la orilla del Tajo conseguirán que te enamores de esta ciudad única.
Dubrovnik (Croacia)
'La perla del Adriático' o 'la Atenas dálmata' dan buena cuenta de lo que puede encontrarse un visitante de esta ciudad. Sus murallas encierran la Ciudad Antigua de Dubrovnik, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Fue lugar de reunión de grandes artistas durante el renacimiento y el continuo paso de mercaderes, marinos y civilizaciones la ha teñido de ese aroma multicural que se puede respirar en cada una de sus calles.
Se ha convertido en el despino favorito de los visitantes de Croacia. Su costa, sus aguas cristalinas, las murallas y los edificos barrocos han cautivado a todos los que se acercan a este punto de la costa adriática. Su casco antiguo es el punto más visitado de toda la antigua Yugoslavia, y ahora se ha vuelto un plató para superproducciones como 'Juego de Tronos', los que se acerquen podrán encontrar algunos lugares de la ciudad ficticia de Desembarco del Rey.
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