Famoso puente de piedra de Burdeos

Dromedarios, faros y tiranosaurios en Burdeos

Una escapada a la capital francesa, una ciudad muy bien adaptada a los viajes en familia con numerosas actividades para que disfruten jóvenes y mayores

igor barcia

Sábado, 9 de agosto 2014, 14:59

Es hora de proponer a las familias las primeras ideas para una escapada en el periodo vacacional. Muchas ya tendrán sus planes hechos y sus viajes cerrados, pero éste que proponemos sirve tanto para los indecisos como para los que ya tienen el problema resuelto, porque Burdeos es un buen lugar para visitar en cualquier momento del año. A tres horas de Bilbao y Vitoria, la capital de la Gironde es una ciudad amable para el visitante, con un patrimonio cultural y arquitectónico que sorprende y una vida que hace de la estancia un placer. Además, su entorno cuenta con grandes parajes naturales, como es la bahía de Arcachon o la zona vinícola del Medoc, que bien merecen una escapada.

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El alojamiento no es problema en Burdeos, y los precios de los hoteles son asequibles al bolsillo familiar. Hay para todos los gustos, y una cosa a tener en cuenta es que la ciudad está perfectamente conectada por una red de tranvías que enlaza las afueras con el centro. De hecho, es la mejor forma de moverse en un casco antiguo en el que el acceso a los vehículos está notablemente restringido.

Sin duda, el corazón de Burdeos es la principal zona de visita. La ciudad está catalogada como patrimonio mundial por la Unesco, y se cifran en 350 los edificios catalogados como monumento histórico. Así que hay mucho para ver y visitar. Aunque vayamos en familia, para los pequeños también es agradable pasear por un lugar donde, tras la reforma urbana experimentada en 1996, el peatón es el protagonista, y las calles sin tráfico son mayoría, con espacios para las bicicletas y para los tranvías. Nadie más tiene acceso. Así que vale la pena arrancar el paseo junto a la catedral, y recorrer las calles y monumentos, circular por la rue Sante Catherine y acercarse a los muelles del Garona. Allí, en pleno centro, se encuentra la Place de la Bourse, acondicionada para que los días en los que aprieta el calor salgan chorros de vapor de agua desde el suelo para disfrute de los niños. Es el denominado Espejo del agua.

Pero para ver de forma agradable la ciudad una buena opción es montar en el tren turístico, que con un recorrido de una hora sirve para conocer los principales lugares de Burdeos. Dos lugares para que los más pequeños se entretengan son el jardín público, un gran espacio con estanque y con carrusel, y la explanada Quincoces, donde suele ser habitual que recale alguno de los circos franceses de gira por el país.

Cerca del nuevo y espectacular puente de Chaban Delmas se encuentra el Cap Science, un espacio destinado al conocimiento de la ciencia de forma lúdica, donde los pequeños tienen numerosas actividades, en función de su edad. Por ejemplo, a día de hoy los pequeños tienen el LAtelier de Arthur, un espacio donde pueden convertirse en pequeños chefs y conocer los secretos de la cocina y las normas de higiene. Y por otro lado, una exposición de tiranosaurios que llamará la atención a mayores y niños.

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Uno de los espacios de recreo de la ciudad gala es la zona del Lago, situada al norte. Allí se centra la expansión urbana, con áreas de diversión y edificios como la Expo y el futuro campo de fútbol del Girondins. En esa zona también se encuentra el Bosque de Burdeos, que propone un gran trayecto deportivo y numerosas especies forestales originarias de Europa y América del Norte. Junto a este bosque se encuentra el Parque Floral, donde se puede admirar un rosedal de más de 5.000 m2, entre otras muchas cosas.

Para los amantes de los animales, dos lugares a destacar. Por un lado, la granja exótica de Cadaujac, con más de 1.000 animales familiares o exóticos, la mayor crianza de dromedarios de Francia, parque de juegos y animaciones para todos. Por otro, el Zoo de Pessac, a las afueras de la ciudad.

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Alrededores

Y si la ciudad tiene atractivos de sobra, el entorno tiene todavía más. En la bahía de Arcachon hay playas, bosques y la famosísima duna de Pilat. Con sus 105 metros de altura, 2,7 kilómetros de largo y 500 metros de ancho, este sitio clasificado constituye la duna más grande de Europa. Se llega a la cima por una escalera de madera o, para los más deportistas, por la arena. Desde arriba, el premio es la vista que hay sobre la Cuenca de Arcachon y el bosque de las Landas.

Al norte de Burdeos, tenemos la zona de viñedos. Porque no hay que olvidar que estamos en tierra de vinos. Aquí citaremos dos de las actividades más interesantes que se pueden realizar. Una la visita al Château dAgassac, que ofrece la tecnología para realizar visitas Vin-teractivas. Con un iPod, los visitantes pueden participar en un juego de pistas inspirado en una historia del siglo XIII, con la que irán descubriendo el lugar y conociendo el mundo del vino.

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La segunda opción es la visita al faro de Cordouan. El denominado faro de los reyes o también rey de los faros, monumento histórico desde 1862, es el faro más antiguo de Europa (siglo XVI) y el decano de los faros en actividad. Situado a 9 kilómetros de la costa, está compuesto por seis plantas y tiene una capilla dedicada al rey Luis XIV. Para visitarlo, el embarque se hace en el puerto de Verdon.

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