Sagastarri, belleza mitológica

Esta discreta cumbre de Aralar guarda el refugio secreto de lamias, gentiles, Tartalo, Mari, Zezengorri, Sugaar, Gaueko y demás habitantes del bosque

PPLL

Miércoles, 12 de abril 2017, 15:51

Cuenta la leyenda que "un grupo de carboneros que trabajaba en las proximidades de Sagastarri sacaba el agua necesaria del pozo existente en la cueva. Cierto día, un joven carbonero acudió a la cueva a coger agua con su propia jarra, pero volvió a la cabaña asustado y sin agua. Entonces, el jefe de los carboneros fue a la cueva pero también volvió asustado y sin agua en la jarra. Los dos decían lo mismo: que en la entrada de la cueva habían visto una bella y esbelta joven peinándose el cabello; era la propia Mari (Madre Tierra), venida a la cueva de Marimundu de Agaramunda. Los carboneros habían huido pensando que un espectáculo tal, en un lugar como este no era un buen presagio".

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Es una de las leyendas que se contaba de generación en generación en Ataun y quedó recogida por el arqueólogo y sacerdote nacido en la localidad goierritarra, Joxemiel Barandiaran (1889-1991). Él mismo protagonizó un episodio en la misma cavidad en una de sus salidas en busca de restos arqueológicos en la cueva de Sagastarri (915 m). Esta cavidad forma parte de los complejos de "Sastarriko kobea" y "Sastarriko leizea". La primera ha sido muy conocida por albergar una laguna interior, fenómeno por otro lado frecuente en las cavidades de la zona. La laguna de Sastarriko kobea posee unos 25 metros de longitud y 10 de ancho, con profundidades entorno a los 3 metros. La cueva se localiza a unos 400 metros de la cima de Sastarri en dirección SE y a una altitud de 892 metros. Por debajo de esta cavidad, al SE de la misma se encuentra Sastarriko kobea II (780 m. ), en la que se encontraron algunos restos cerámicos. Al SW de la cima se encuentra, a una altitud de unos 905 metros la sima de Sastarriko leizea, que tras un descenso de 23 metros conduce, asimismo, a una laguna interior.

Cuentan que Barandiaran se adentró en el interior de la primera, oscura, húmeda y fría, y al parecer el arqueólogo cruzó el charco a nado con una vela en la mano. Fue en vano, ya que según queda recogido no encontró nada al otro lado.

El conocido arqueólogo Joxemiel Barandiaran se convirtió en el principal guardián de todas leyendas y los rincones y tesoros que se encontraban en Ataun y todo Aralar. En sus bosques dicen, habitaban brujas, lamias, gentiles, Tartalo, Zezengorri, Sugaar, el mismo Basajaun, Gaueko y Mari, la gran diosa madre de todos los habitantes del bosque y la tierra.

Entre bosques de hayas y rocas transcurre el paseo que nos acerca hasta Sagastarri, la propuesta de esta semana. Nos tenemos que desplazar hasta Ataun para realizar esta ruta.

Ataun es un municipio de orografía escabrosa moldeada entre el río Agauntza y las fuerzas que formaron el domo, un meseta formada por los montes Jentilbaratza, Aizkoate, Aizkorrandi, Arastortz, Leizadi, Agautz, Asundi, Loibideko Mailoak e Ikarandieta, conocida en el pueblo como Atizarte. Se trata de una estructura geológica muy peculiar y su forma actual de anillo destaca, porque como consecuencia de la acción de las fuerzas derivadas de la orogenia pirenaica con determinadas fuerzas locales la superficie se levantó formando un monte con forma de cúpula.

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Cabe destacar que Sagastarri es una cumbre de la sierra de Aralar, que forma una gran barra caliza que desde el paso de Baiarrate (750 m.), al Este, desciende hacia Ataun/ San Gregorio (270 m.) describiendo una gran comba entre las cercanas cumbres de Agaotz (974 m.) y Leitzadi (952 m.)

Desde Lizarrusti

En el alto de Lizarrusti (610 m.) se encontramos con Lizarrusti parketxea. Una parte de la antigua casa de Arbitrio que data de 1863 funciona como albergue y ofrece servicio de bar y restaurante. Además, acoge el Centro de Interpretación de Aralar, que explica el carácter y la gestión adecuada de los recursos naturales y culturales existentes en el Parque Natural de Aralar. El objetivo fundamental del centro de interpretación es promover el conocimiento de los recursos naturales de Aralar cultivando el respeto a la naturaleza, aprender a distinguir los distintos hábitats y ecosistemas y saber definir su nivel de idoneidad y, en general, conocer el entorno y desarrollar la capacidad para evaluar su situación. Junto al centro de interpretación se encuentra el primer poste indicador. A lo largo de nuestro camino será el tipo de señalización que nos guiará hasta nuestro objetivo. Continuamos el camino mientras cruzamos el bosque de hayas y rodeamos el monte Alleko, a la derecha se pueden observar sus cercanas y verticales paredes.

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Pronto se alcanza el poste indicador que marca el desvío hacia la cima de Alleko. El camino se va encajonando entre las paredes de Alleko y Malkorburu hasta convertirse en un bonito paso en balcón con barranco a la izquierda. El paso está equipado con una cadena a modo de pasamanos, pero no presenta ninguna dificultad por lo tanto no habrá necesidad de usarla.

A continuación, se debe cruzar un pequeño túnel excavado en la roca, donde se puede oír perfectamente el sonido del agua al precipitarse en forma de cascadas, y en épocas de abundante lluvia se pueden ver los saltos de agua.

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Pasado el pequeño tramo en balcón se cruza un pequeño puente y se llega a un maravilloso paraje junto al arroyo Agauntza, donde hay una caseta metálica. Hay que dejar a la derecha la caseta metálica y continuar por la estrecha vaguada y único camino lógico que se forma entre los desniveles. Siguiendo ese camino se llega al embalse de Lareo (730 m.).

Al llegar al embalse seguimos nuestro camino para subir al monte Sagastarri. Continuamos por terreno llano hacia el NW con Lareo a nuestra derecha. Al final del lago cruzamos la valla para seguir por el camino de la izquierda.

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Tras una hora, más o menos de marcha llegamos a un pequeño refugio donde abandonamos la pista. En ese punto debemos tomar un camino por la derecha que se adentra en un pinar y más tarde en un hayedo. Sin gran dificultad se llega a un refugio de ganado. Como todo el trayecto, seguimos las marcas rojas y blancas que nos llevan a una zona despejada. Continuamos la subida al monte Sarastarri hacia el N. Por una zona de hierba con el bosque a nuestra derecha continuamos nuestra caminata disfrutando del bello entorno. La subida en este tramo es exigente, pero no se prolonga demasiado. Al alcanzar la zona más alta continuamos hacia la derecha por el lapiaz hasta entrar en el hayedo donde se encuentra la cumbre. Un buzón nos marca el punto exacto de la cima del Sagastarri (990 m.). Una vez allí, finaliza el ascenso a este peculiar monte con un impresionante precipicio, poblado de los hayas que surgen del lapiaz.

Para regresar al punto de partida continuamos por el camino que atraviesa el bosque hacia el SW hasta llegar al embalse de Lareo (02.10 h). Tomamos entonces la pista hacia la derecha hasta alcanzar la ruta de ida. Desde aquí solo nos queda deshacer lo andado para llegar a Lizarrusti. Llegada al punto de partida. A lo largo del trayecto nos encontraremos numerosas marcas y señales que nos ayudarán a lo alcanzar nuestro objetivo.

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Cascada de Ubegi

Otro de los tesoros naturales de esta zona de Aralar es la cascada de Ubegi. Es uno de los secretos mejor guardados por los habitantes del bosque que en las épocas de abundantes lluvias muestra toda su belleza. La cascada de Ubegi con sus más de 30 m. de caída, llama la atención porque vierte su agua a una sima en la cual parece no visionarse el fondo. Hay que tener mucho cuidado en la zona, ya que es fácil precipitarse en su interior debido a la humedad existente en sus piedras y alrededores.

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