«Me hace ilusión salir de batelera»
Las bateleras han vuelto a cumplir con la tradicional jornada marinera, en la que no ha faltado el zortziko ante los sanjuandarras
Zubiondo, Txakitu, Gaztelutxo, Bordaundi, Sumillondo, Gaztarrotz, Londres, Satsa, Kabite, Bixenar, Juandaburu, Bixenar, Puskazarreta, Arrangu... son solo algunas de las tripulaciones que este lunes han participado ... en uno de los actos más destacados de las fiestas de Santiago de Pasai Donibane. En esta edición, el bote de Satsa se ha impuesto al resto de las participantes, que han demostrado gran nivel competitivo, ya que ganar en aguas pasaitarras no es ninguna broma.
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Antes de disputarse la cita anual como cada 31 de julio, las grandes protagonistas de la jornada han desfilado por las calles de San Juan. Un año más, las bateleras han lucido sus preciosos trajes, en los que destacaban sus sombreros de paja. Tampoco ha faltado la característica cinta ancha negra, colorada o azul, cuyos extremos están adornados con anclas. Además, han paseado con sus elegantes faldas largas y sobrefaldas, casacas, alpargatas, pañuelos sobre los hombros... como lo hicieran sus abuelas y bisabuelas que inspiraron a escritores como Victor Hugo, que las hicieron internacionalmente conocidas.
Tal y como reconocía Marian, una de las veteranas del grupo de bateleras, «es un día muy especial y bonito para nosotras, para todas las mujeres de Donibane. Me hace mucha ilusión formar parte de este acto tan importante para los pasaitarras». Hasta el astro sol ha contribuído a que todo fuera perfecto en esta edición. Según la vecina de Donibane, «este año me hace doble ilusión, porque aunque llevo años participando en el acto, este en concreto mi nieta Nora se estrena en uno de los botes. Aunque está algo nerviosa, yo también, va a salir todo muy bien».
En el grupo de bateleras jóvenes y veteranas se encontraba también Ane Goñi, que sostenía el batel con fuerza luciendo un bonito traje en azul añil, característico de los atuendos de hombres y mujeres de la mar, mientras sus abuelas no perdían detalle cuando avanzaba con el grupo por la calle empedrada de camino a la plaza Santiago, emocionadas ambas como debe ser. Entre la emoción de abuelas, vecinos y resto de pasaitarras han bailado y se han paseado las bateleras, entre las que se encontraba Chorouk. La marroquí afincada en Donibane lucía el traje de batelera junto a su hija. La ya pasaitarra reconocía estar emocionada por participar junto al resto de bateleras, mientras comentaba que su estreno había sido «porque me han animado mis amigos. La verdad es que ha sido muy bonito».
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Durante el acto se ha rendido homenaje a Ignacio Etxarri, uno de los primeros remeros que ganó la Bandera de La Concha.
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