«Había muchos franceses y algunos se pusieron a cantar»

Según señala, Egiluze estaba a tope. «En las mesas de cuatro colocaban a dos personas. El aforo sería para cien», explica Priscila, al tiempo que mostraba su preocupación sobre «cuán difícil será alertar a estos turistas –en alusión a los comensales franceses– para que se hagan la prueba».

El cribado comenzó a las 10 horas de ayer y al mismo estaban convocadas las personas que acudieron el sábado 27 de marzo a comer a la sidrería del barrio de Zamalbide. Debido a que algunos clientes dieron positivo, tras analizar a los trabajadores se tomó la decisión de realizar las pruebas PCR a los asistentes.

Osakidetza instaló un dispositivo de extracción en la Sala Reina, lugar donde habitualmente se realizan este tipo de cribados en Errenteria. Las trabajadoras de Osakidetza atendieron a las personas que habían sido convocadas desde primera hora. «Vinieron en el momento en que abrimos, en un buen número», señalaron. Como dato curioso, contaron que una persona acudió desde Bizkaia, en una clara muestra de responsabilidad.

Carlos Barruso, director de Integración de la OSI Donostialdea, hizo un balance positivo de la respuesta de la ciudadanía. «Todo ha ido con mucho orden, las personas citadas, aproximadamente ochenta, ya han acudido a hacerse el cribado», manifestó antes del final de la jornada.

Un ciudadano neozelandés, entrenador de rugby radicado en Euskadi, fue otro de los clientes de la sidrería, a donde acudió junto a doce amigos de diferentes nacionalidades, la mayoría de ellos residentes en Euskadi. «Estuvimos separados por un par de metros, mantuvimos siempre la distancia, yo comí y me fui pronto, porque tenía un partido de rugby» señaló. Añadió que su grupo fue dividido en distintas mesas. Una de sus acompañantes, de nacionalidad argentina, contó que el motivo de la reunión fue un cumpleaños: «Las medidas del local estuvieron bien, pero al final es algo incontrolable y me preocupa un poco el resultado de la prueba».

José Mari, otro de los comensales, señaló que acudió a Egiluze en un grupo de cinco personas. «Nos colocaron a dos en una mesa y tres en otras contigua, a dos metros de distancia». Explicó que a un miembro de su cuadrilla «le hicieron una PCR el jueves, por un contacto estrecho en otro lugar, y su resultado ha salido negativo, así que no creo que yo vaya a salir positivo, porque estuvimos con él en Egiluze», señaló optimista. Agregó que la separación fue la adecuada, porque «nos encontrábamos muy distantes unos de otros. Además, teníamos una puerta al lado, de manera que el ambiente estaba muy ventilado».

Los resultados del cribado se enviarán hoy por SMS a todas las personas que acudieron a hacerse la prueba a la Sala Reina. Fuentes del Ayuntamiento de Errenteria señalaron que en los análisis realizados el sábado a los doce trabajadores de Egiluze los resultados arrojaron el dato de que hay un solo trabajador contagiado.

El sábado se realizó la desinfección obligatoria para la reapertura del establecimiento hostelero. La sidrería Egiluze cuenta desde ayer con la autorización de salud pública para abrir el local a sus clientes.