Zegama - Aizkorri, una maratón que rompe moldes

El último domingo de este mes, el día 25, la atención de los corredores y aficionados de montaña se concentrará en Zegama. La cuenta atrás ya ha comenzado y es habitual ver entrar a atletas de todas las nacionalidades por los alrededores de Aratz o Sancti Ispiritu con el propósito de reconocer el terreno, revisar cada centímetro de los senderos grabados en el suelo por el paso de los senderistas y corredores y situar cada pendiente exigente, mientras las piedras del camino brillan pulidas por el roce y sudar de los valientes que quieren ser uno de los protagonistas de esta XXIV edición de la Zegama - Aizkorri mendi maratoia. 24 años de una prueba que ha logrado reconocimiento internacional y que este año, cómo no, promete.

De los 11.662 corredores preinscritos en la web oficial, solo serán 500 participantes enZegama. Todos partirán el día 25 a las 9.00 horas desde la concurrida plaza en la que se mezclan ilusión, nervios y ganas de disfrutar en la épica prueba goierritarra. Un año más, el evento batió récords en el proceso de inscripción, y en cuestión de horas, se alcanzaron las 10.000 solicitudes para lograr uno de los preciados 225 dorsales, que valen su peso en oro. La organización reserva cada año 125 plazas para posibilitar la participación de todos aquellos atletas que hayan competido en todas las ediciones anteriores y quieran también hacerlo en esta edición, así como garantizar la participación de los atletas que registraron los mejores tiempos de las dos últimas ediciones. En este caso, correspondientes a las ediciones de 2023 y 2024.

Las bajas de los corredores tras haber conseguido uno de los preciados dorsales se produce en «contadas ocasiones», según Maialen Arizkorreta, organizadora de la prueba y responsable de las redes sociales. «Siempre se produce alguna baja, pero muy pocas.Es algo anecdótica en proporción al número de solicitudes que recibimos. Normalmente, se registran durante el primer mes tras el sorteo de los dorsales, pero se podría decir que es casi simbólica. No llegamos a 25 bajas cada año, lo que supone un movimiento de dorsales simbólica y en la mayoría de los casos se produce porque los corredores arrastran alguna lesión, pero nunca hay una Zegama igual y en esto se puede hablar de una tendencia o una media de bajas. Cada año es diferente y cambia mucho incluso en este sentido».

Los nervios y la incertidumbre rodean a la Zegama desde su inicio hasta su final. Los corredores que rozan el tiempo necesario para optar a uno de esos dorsales que rotan ante una baja, «escriben o llaman semanalmente para preguntar si se ha producido algún cambio en la lista de espera o cuántos puestos ha avanzado, o cuantos tienen por delante... Siempre hay interés y se forma un poco de 'saltsa' en este sentido». Una agonía para muchos que saben que las opciones para lograr un dorsal les obliga haber hecho un buen tiempo el año anterior. «El último que ha entrado tras una baja cuenta con un tiempo de 4 horas y 40 minutos en 2024 en el caso de los hombres, y en el de las mujeres, con un tiempo de 5 horas y 36 minutos... Hay que reconocer que lograr un dorsal en Zegama es difícil, muy difícil».

De los 500 dorsales repartidos, 71 serán portados por mujeres. Un dato que dista mucho de las aspiraciones de los organizadores de la maratón de montaña guipuzcoana más internacional, pero según Arizkorreta, «la participación femenina es del 13%.Un número que va aumentando los últimos años aunque está lejos de igualar la participación masculina».

Entre las corredoras vascas estarán Oihana Kortazar, Malen Osa, Maite Maiora, Sara Alonso, Ainara Urrutia, Oihana Zubillaga, Mati Mujika, Uxue Fraile, Oihana Azkorbebeitia, Lide Urrestarazu... También habrá presencia internacional entre las feminas: Sarah Carter, Judith Wyder, Ida Amelie Robsham, Sophia Laukli Anna Gibson...

El podio masculino es una incógnita este año. El anuncio realizado por Kilian Jornet a principios de año, anunciando que está concentrado en lograr la Western States 100 tras buscar el Golden Ticket en el Chianti Ultra Trail y planear un nuevo desafío en el corazón de los Alpes, deja en el aire la pregunta de si estará el día 25 en Zegama.

El mejor corredor del mundo, que acumula ya once txapelas en la Zegama Aizkorri, podría venir a por la docena. Es una incógnita. Los calendarios de Jornet siempre guardan sorpresas y no se descarta que se deje ver por el macizo goierritarra.

Los que sí han confirmado su participación son Ander Iñarra, Aritz Egea, Iñaki Olano, Javier Dominguez, Hodei Lujanbio... Manuel Merilllas regresa con ganas de ser el primero en la meta y hacerse con el máximo puesto en el podio masculino. Otros grandes atletas que en la última edición acabaron entre los diez primeros –Elhousine Elazzaoui, Luca delPero, Alain Santamaria Blanco, Leonard Mitric, Robert Loic, Valentin Marchon– también estarán en la salida.

El día 25 se conocerá a los atletas que recogerán el testigo de los vencedores en la edición de 2024. Kilian Jornet sumó su undécima victoria en la prueba con un tiempo de 3h38.07 (segundo mejor tiempo en la historia de la carrera) y la noruega Sylvia Nordskar (4h29.12), que conseguía su primer triunfo en una maratón. Los nervios están a flor de piel entre corredores y aficionados a menos de un mes de que se dispute la prueba.

El reto se las trae. Es una cita puntuable del calendario de la Golden Trail World Series que pondrá a prueba a los más duros corredores en su recorrido de 42,195 kilómetros con un desnivel acumulado de 5.472 metros y en el que los participantes alcanzarán una altura máxima de 1.551 en la cima de Aketegi, después de haber partido de 296 metros de altitud con los que cuenta la plaza de Zegama.

Todos los participantes deberán superar catorce controles de paso y trece de avituallamientos en los que estarán los «casi 600 voluntarios, porque aunque durante años hemos dicho que 500 personan colaboran en la organización y en la celebración de la maratón de montaña, este año ya somos casi 600», reconoce Arizkorreta, satisfecha con «el apoyo y la colaboración de cientos de zegamarras y vecinos de otras localidades próximas y del resto de Gipuzkoa que se acercan a Zegama y hacen posible este gran reto que es la organización de la carrera».

Entre todos ellos, Joakin Irastorza Mendizabal, que con sus 78 años ha colaborado desde que la carrera dio sus primeros pasos. «Es uno de los que ha ayudado de una manera u otra en la Zegama durante todas sus ediciones. Ya se está produciendo un relevo generacional y en algunas familias hay incluso, hay miembros de tres generaciones colaborando», reconoce Arizkorreta.

Es una de esas personas que ha participado durante los últimos 20 años en la organización de la prueba. Antes, como voluntaria y después desde el equipo de organización. «A principios de año, desde enero comenzamos con las reuniones semanales.Cada miércoles nos reunimos a partir de las 19.00 horas un grupo que componemos entre seis y diez personas entre las que hay representación municipal para comenzar con la organización del fin de semana de la carrera», detalla Arizkorreta.

Esas reuniones se intensifican conforme va acercándose la fecha de la prueba. Coordinar los voluntarios para lograr la mejor organización es el trabajo más arduo.

«La experiencia de todos estos años ayuda, pero la coordinación de los grupos de trabajo de los voluntarios exige un gran trabajo. También ayuda que la gente repite y ya sabe lo que tiene que hacer según en el grupo que esté, desde clasificar las camisetas, preparar los bocadillos, conducir los todoterrenos para cualquier traslado...»

Otro gran reto al que deben hacer frente cada año en Zegama es el tráfico que se genera con los aficionados que se acercan a seguir la prueba in situ. «Es el tema central de muchas de nuestras reuniones.A pesar de poner autobuses lanzaderas, Zegama tiene la orografía que tiene y nos limita a la hora de contar con plazas de aparcamiento». Un reto para los organizadores de la carrera que rompe récords cada año.

• Temas
• Zegama
• Kilian Jornet
• Oihana Kortazar
• Zegama - Aizkorri
• Historias visuales