Borrar
Un nutrido grupo de yeguas pastan en un lado de Txaruta mientras sus potros descansan al sol, bajo la atenta mirada del espectacular caballo.

Ver 29 fotos

Un nutrido grupo de yeguas pastan en un lado de Txaruta mientras sus potros descansan al sol, bajo la atenta mirada del espectacular caballo. Fotos: Elisa Belauntzaran
Mendira

Txaruta, un regalo a la vista y al corazón

Esta cima navarra bien merece una visita en cualquier época del año, ya que la recompensa sin gran esfuerzo enamora por su belleza natural

Viernes, 19 de julio 2024, 16:52

Comenta

Mucha energía. Un papel blanco con un cariñoso mensaje permanece en el buzón que el club de montaña Jaizkibel colocó en el monte Txaruta. «Desde Txaruta, rodeada de belleza natural y de belleza de amistad. Gracias a la vida. Gracias a las personas que quiero y me quieren en su corazón. Os envío energía amorosa desde la altura». Firma Ana con un corazón, la bonita nota que trasmite buenas vibraciones tras su lectura.

El precioso entorno en el que se encuentra ayuda a la hora de recibir esa buena onda y energía. Un lugar mágico donde los haya y es que brujas, magia, mitología... son términos que van de la mano a la hora de hablar, ya que no podemos olvidar que Txaruta se encuentra en el corazón de los valles navarros en los que la tradición popular recoge mayor número de tradiciones vinculadas con esas mujeres sanadoras, brujas para algunos y sabias para otros. Las dos son dos términos aceptados por muchos, ya que para quienes las brujas no eran mujeres que debían ser quemadas en las hogueras, eran mujeres con grandes conocimientos en remedios naturales u otros fines que se mantienen generación en muchas familias. Malerreka, Bertizarana, Baztan, Bortziriak, Ultzama, Basaburua,... son solo algunos de los valles que se encuentran a los pies del monte Txaruta y la gran cantidad de elevaciones que se pueden observar desde este punto.

La vista se pierde entre enormes bosques y extensiones de pasto entre las diferentes líneas de montes sobre los que vuelan silenciosos nutridos grupos de buitres a la espera de encontrar carroña. No son las únicas que gozan de este paraíso terrenal. Txaruta es un lugar de paso obligado de numerosas aves migratorias. Las palomeras que nos encontramos en nuestro camino atestiguan su. Tampoco se puede olvidar que la riqueza de esta zona ha sabido captar la atención de otras aves muy especiales. En sus frondosos bosques se refugia, entre otros, el pico dorsiblanco, un pájaro carpintero en peligro de extinción cuyo hábitat se ha reducido casi exclusivamente a Navarra. Los murciélagos son otra especie que sabe valorar la riqueza de este entorno navarro y según los expertos, al menos 18 especies en época de migración

Por algo será. No se puede negar que cuando se habla de un paraíso haciendo alusión a esta zona del viejo reino, nadie exagera. Además de los hayedos y robledales, la complejidad y diversidad geológica y topográfica permite la existencia de los abedules, alisedas de ladera o tejedas. Sus troncos centenarios proporcionan excelentes refugios a una amplia variedad de especies, entre ellos, insectos que se alimentan de madera en descomposición, como el ciervo volante.

INFORMACIÓN MIDE

  • Acceso: Para llegar al puerto de Belate hay que tomar la N-121-A y después la NA-1210 hasta llegar a la Venta Quemada.

  • Horario: El paseo desde la Venta Quemada ronda las 2,5 horas a un ritmo tranquilo. Recomendable para realizar en familia. Interesante seguir un track si no se conoce la zona.

  • Distancia: 10,5km

  • Desnivel positivo: 425 m

  • Severidad del medio: 2

  • Dificultad orientación: 4

  • Dificultad del terreno: 2

  • Esfuerzo necesario: 2

Vivos nos ofrecen unas estampas maravillosas en cualquier estación del año, y sirven de refugio a numerosas especies y muertos siguen teniendo su encanto y provecho. No en vano, la madera muerta es también el alimento favorito de la Rosalia alpina, uno de los coleópteros más bellos de Europa, cuyo colorido, azul grisáceo con manchas negras, le proporciona el camuflaje perfecto para moverse sobre la corteza de los hayedos, su hábitat característico.

El cielo azul remata la bella estampa que se nos pinta en el horizonte que parece no tener fin. El entorno de Belate es la cadena montañosa que une los bosques húmedos atlánticos con las cumbres del Pirineo, el lugar que divide las aguas que desembocan en el Cantábrico y las que emprenden el largo viaje hacia el Mediterráneo.

Cómo nos gusta disfrutar de estas vistas y tras meses realizando rutas para estas páginas, la visita a Txaruta nos recompensa el esfuerzo de subir semanalmente hasta cada uno de los montes que hemos visitado esta temporada.

Desde Venta Quemada

La ruta de esta semana comienza en la conocida como Venta Quemada, la antigua caseta de carabineros, en el puerto de Belate. Hay una zona de parking desde la que accedemos a la pista que nos conduce edificación en desuso. Seguimos la pista que de manera ascendente nos conduce por un precioso bosque en el que la tranquilidad nos traslada a un espacio terrenal onírico.

Las vistas son magníficas se mire a donde se mire (1). Buzón con forma de caserío colocado por GM Jaizkibel (2). Grafitti que se encuentra en una edificación del camino (3). Belauntzaran
Imagen principal - Las vistas son magníficas se mire a donde se mire (1). Buzón con forma de caserío colocado por GM Jaizkibel (2). Grafitti que se encuentra en una edificación del camino (3).
Imagen secundaria 1 - Las vistas son magníficas se mire a donde se mire (1). Buzón con forma de caserío colocado por GM Jaizkibel (2). Grafitti que se encuentra en una edificación del camino (3).
Imagen secundaria 2 - Las vistas son magníficas se mire a donde se mire (1). Buzón con forma de caserío colocado por GM Jaizkibel (2). Grafitti que se encuentra en una edificación del camino (3).

El silencio impera en todo el trayecto en el que de vez en cuando, escuchamos el sonido intenso de los 'joares' o cencerros que lucen las vacas y yeguas que pastan en las zonas de pasto o descansan a la sombra de los bosques de hayas que inundan de verde el cielo, mientras en el suelo, el marrón de sus hojas inertes se mezcla con el musgo que cubre las piedras que se encuentran por doquier.

Conforme vamos ascendiendo hasta el collado de Bentaxar, disfrutamos de unas magníficas vistas del precioso entorno natural. Un toque de envidia brota al ver un enorme ejemplar de buitre leonado que sobrevuela cruzando el cielo azul. Majestuosos, con sus grandes alas extendidas, muestran su poder mientras, abajo, sentimos su fuerza y un atisbo de pequeñez inunda nuestros pensamientos.

Avanzamos tranquilamente por la GR 12, superando la pendiente que nos conduce hasta la modesta cima de Putzueta. Enfrente podemos observar, el monte Txaruta. Descendemos por el otro lado, para ver una edificación junto a una borda, mientras seguimos por una pista de tierra y piedra suelta que nos conduce hasta el comienzo de la pendiente que nos espera antes de subir a nuestro objetivo de esta semana, fácilmente identificable gracias al punto geodésico que corona este monte.

Un nutrido rebaño de ovejas disfruta de las puntas de hierba que brotan en las lomas de Txaruta, mientras un grupo de yeguas disfruta al sol del mismo manjar, junto a sus retoños ajenos a cualquier peligro. Llama la atención el brillo de su pelaje, señal dicen de buena salud y estar bien alimentados. El líder de la manada, un caballo marrón oscuro de hermosos cuartos traseros, no pierde detalle de nuestro paso. Parece que no le preocupa, pero desde el rabillo de su ojo sigue cada uno de nuestros pasos hasta que nos alejamos de su grupo de hembras y vástagos.

El buzón con forma de caserío de GM Jaizkibel nos ubica la cima de Gorramendi, Alba, Puno, Elomendi, Ttutturru, Ernaitzu... son algunas de las cimas que podemos ver sin gran esfuerzo. Las vistas son espectaculares. Mientras el astro sol nos recuerda que estamos a mediados de julio, una capa de algodón cubre los valles más cercanos al mar. Precioso.

Bajamos por el otro lado de la loma hasta alcanzar la pista de tierra que seguimos hasta alcanzar un cruce en el que optamos por tomar la pista de la derecha. Esa pista nos conducirá sin ninguna dificultad por varios bosques hasta nuestro punto de partida. En el camino nos encontraremos abrevaderos en los que el ganado se nutre de agua y también nosotros podemos llenar nuestras cantimploras.

De manera tranquila llegamos a la pista inicial que de manera tranquila nos conduce al parking de partida. Un regalo.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariovasco Txaruta, un regalo a la vista y al corazón