Agiña, paseo entre monumentos eternos

Aiako Harria se muestra impresionante desde Agiña, el punto más alto del puerto que une Lesaka con Oiartzun. Un lugar mágico en el que desde la antigüedad sintieron su energía especial y lo eligieron incluso, para el descanso eterno con unas vistas espectaculares. De hecho, se trata de un paisaje mágico con varias construcciones y restos arqueológicos de la Edad de Hierro. De hecho, en la Estación megalítica Agiña, en Lesaka, podemos encontrar restos de una muralla que parece ser de la Edad de Hierro, entre los años 600 y 200 a.c. Esta estación (de unos 50.000 Km2) está formada por 107 crómlech, 11 dólmenes, 4 túmulos y un menhir, entre otros, como un tramo de muralla de la Edad del Hierro. Es la única muralla de estas características encontradas en el norte de Navarra.

Uno de esos dólmenes comparte escenario con el monumento moderno de Jorge Oteiza dedicado a Aita Donostia que se colocó en el lugar hace medio siglo una capilla y una estela funeraria. Esta obra de Oteiza, situada a 618 metros, fue inaugurada en 1959, aunque esta iniciativa ya consta en a iniciativa, publicado en el cuaderno número 3 de Munibe de 1957.

La escultura está situada justamente en el centro de un crom-lech. La propia pieza de Oteiza tiene forma de cromlech dentro de un cuadrado. En 1992 un antiguo alumno de Oteiza, al parecer con un martillo, destrozó la escultura. Oteiza se negó a restaurarla y solicitó que nadie lo hiciera.

La estela consta de una peana blanquecina en la que se apoya una forma cuadrangular gris plomo. En el interior de esta forma cuadrangular se abre un círculo. En la propia escultura se puede leer 'Txori kantu zale ederra non ote aiz kantatzen', palabras del escultor oriotarra en homenaje al Padre Donostia, José Zulaica y Arregui (1886-1956). El religioso donostiarra ingresó en los Capuchinos de Lekaroz en 1896, donde comenzó sus estudios musicales a los 10 años. A la edad de 11 años compuso su primera obra, 'Diana' (1897). El precoz músico se ordenó sacerdote en 1908.

Dicha estela fue encargada por la sociedad Aranzadi que quiso ofrecerle un homenaje al religiso que además fue un importante compositor que fue un fecundo investigador y divulgador etnomusical y folklórico. Según los expertos «la estela formada por tres prismas rectangulares de mármol, negro en la base y en la estela o capitel, y beige en el del centro. En la estela perforó un gran círculo, algo desplazado, que cambiaba a lo largo del día según la sombra que se proyectaba en su interior. El círculo puede ser una referencia a la Sagrada Forma y, a la vez, al Sol y la Luna, pero también remite a Malevich y al pintor inglés Ben Nicholson».

Junto a la estela de Jorge Oteiza se encuentra la capilla del arquitecto Luis Vallet de Montano. Vallet proyectó «una capilla de hormigón con forma de cascarón curvo, que haría resonar en su interior todos los sonidos de la montaña, con un rosetón con nueve vidrios de diferentes colores». Destacan sobre la misma que «Vallet se encargó de integrar la estela, la capilla y los crómlech milenarios de Agiña, haciendo uso de la fotografía como herramienta de trabajo aplicada en todos los estadios de proyecto. Durante el proyecto, que arrancó en noviembre de 1956 y finalizó en verano de 1959, Oteiza y Vallet emplearon dos técnicas, la fotografía y el fotomontaje, y tres tipos de cámara fotográfica: una Weltaflex, una Polaroid y una Leica. Es hora de sacar a la luz los aspectos técnicos de los distintos reportajes, las influencias bajo las cuales fueron realizados y los motivos por los que optaron por una determinada técnica o cámara en cada una de las fases». Luis Vallet de Montano Echeandía nació en Plan (Huesca) en 1894 y falleció en Irun en 1982. El arquitecto fue uno de los nueve arquitectos que, a finales de 1933, se incorporaron al Grupo Norte del Gatepac, creado tres años antes por José Manuel Aizpúrua, Joaquín Labayen y Luis Vallejo.

El recorrido de esta semana, lo realizamos con el viento Sur soplando con fuerza. Partimos desde el puerto de Agiña desde donde parte una pista asfaltada que seguimos al inicio, para después continuar por la loma cercana, en la que un sendero nos conduce hasta el cromlech de Agiña. Continuamos el camino, hasta llegar a una zona boscosa en la que una pequeña pendiente nos lleva hasta el conjunto monumental en honor a AitaDonostia. Tras disfrutar de las vistas de AiakoHarria y demás cimas que observamos desde el alto continuamos nuestro recorrido para poco después ascender por una herbosa loma hasta alcanzar la cima del monte Ikatzuloko Bizkarra. Los colores de las coníferas, hayas, helecho,... convierten el entorno en una preciosa otoñal en la que los ocres, amarillos, marrones, van ganando terreno a los tonos verdes.

Descendemos alcanzado la pista que nos adentra por un hayedo en el que el manto de musgo y la forma de sus árboles nos ayuda a imaginarlo como un territorio de intxisuk (personajes pequeños de 1,25 mts y peludos que se movían constantemente por los montes de Oiartzun).

Continuamos la pista hasta alcanzar la fuente de Ikatzulo, para después continuar a la derecha y acercarnos al embalse de Domiko, junto al que se encuentra una destacada sequoya de 47 metros de altura y cuyo tronco posee un diámetro de 2 metros y 42 centímetros.Se trata del ejemplar más alto de todos los declarados en el Catálogo del Patrimonio Natural de Navarra. La estampa es preciosa. Atravesamos la presa y justo al final giramos a la derecha siguiendo una acequia. A partir de este punto el recorrido exige mucha precaución por el terreno, en pendiente. Seguimos el sendero abierto por quienes nos precedieron, pero es interesante contar con un track para avanzar por esta zona, aunque un tubo de agua nos servirá como punto de referencia hasta una pequeña central hidroeléctrica. A partir de ahñi, seguiremos la pista que nos conducirá al embalse de Endara y la ermita de San Anton. Para alcanzarlos, caminaremos unos cientos de metros por carretera.Tomaremos la pista cementada que nos llevará a la cima de Agiña por helechales y zonas de pasto. Desde la cima, las vistas son espectaculares de Larrun, Kopakoharria, Biarritz,... Descenderemos la loma de hierba que nos conducirá hasta la zona de parking.