Ver 56 fotos
Oriamendi, guardián de Miramon basoa
Mendira comienza una nueva temporada el día 20, con sus salidas por diferentes cimas de Gipuzkoa visitando esta discreta cima
El 20 de septiembre, Mendira retomará sus salidas por los montes de Gipuzkoa. En esta ocasión, Oriamendi (188 m.) será el destino elegido partiendo desde la parada de topo de Anoeta. La cita será a las 10.00 horas del sábado 20 para completar un recorrido de unos 8,5 kilómetros en unas tres horas. Esta ruta nos acercará al monte en cuya cima se encuentran los restos del fuerte que lleva su nombre mientras disfrutamos de uno de los rincones más verdes de Donostia, Miramon basoa.
Senderos junto a riachuelos como Mando Erreka o Pakeako erreka, un estanque, los robles de Errotatxo o el robledal de Erramunene o un auditorio al aire,..., nos conducen hasta la discreta cima que silencia un importante episodio de la historia de Gipuzkoa. Su estratégica ubicación la convirtió en escenario de un sangriento enfrentamiento dentro de la Primera Guerra Carlista (1833-1839). Según los datos de la época las tropas liberales sufrieron 1.500 bajas, mientras los carlistas perdieron menos unos 700 soldados. La batalla se libró un 16 marzo de 1837, cuando el ejército liberal trataba de poner fin a la guerra conquistando el cuartel real carlista «tras una maniobra envolvente realizada entre los generales Sarsfield desde Pamplona, Espartero desde Bilbao y Lacy Evans desde San Sebastián. Este último era el responsable de la Legión Auxiliar Británica. Los liberales conquistaron las alturas cercanas a la ciudad, a pesar de la dura resistencia carlista. El 15 dominaban el reducto de Oriamendi, obligando a los carlistas a refugiarse en el fuerte de Santa Bárbara y Hernani».
El movimiento conjunto resultó un total fracaso según los expertos, lo que tuvo una repercusión que cruzó las fronteras. Mientras Espartero y Sarsfield volvieron a sus respectivas guarniciones, la actuación de Lacy Evans fue duramente cuestionada por la prensa británica de la época. Al parecer, el escándalo llegó hasta el Parlamento británico, «por considerar esta derrota un desprestigio para el Imperio británico».
Información MIDE
-
Acceso El punto de salida será en la estación del topo de Anoeta.
-
Horario El recorrido realizado desde Amara pr el bosque de Miramon hasta Oriamendi ronda las tres horas. Una ruta con no demasiado desnivel, pero que exige fondo físico.
-
Distancia 8,75 km
-
Desnivel positivo 146 m
-
Severidad del medio 1
-
Dificultad orientación 1
-
Dificultad del terreno 1
-
Esfuerzo necesario 1
Al día siguiente, un 16 de marzo, «el Infante Don Sebastián, tras una durísima y larga marcha consigue llegar a Hernani y reforzar las tropas carlistas», que tras el sangriento contraataque «reconquistaron Oriamendi causando numerosísimas bajas a la Legión Británica, que a duras penas se refugió en San Sebastián. La participación en apoyo de la retirada liberal de la marina real británica, con hombres y artillería de sus embarcaciones situadas en la bahía, impidió que el desastre fuera aún mayor».Así lo recoge el Museo de Zumalakarregi de Ormaiztegi, centro cultural enGipuzkoa que preserva la historia de los carlistas y ofrece una extensa documentación escrita y gráfica en torno a las diferentes guerras carlistas, sus principales batallas y protagonistas, así como una exposición permanente que presenta las biografías de los hermanos Tomás y Miguel Antonio Zumalacárregui.
Dejando de laso la historia de los carlistas, regresamos a Oriamendi o sus alrededores en los que encontramos uno de los rincones más verdes de Donostia, el bosque de Miramon o Miramon basoa. Un rincón que sorprende. El bosque cuenta con una red de caminos junto a los que se encuentra gran variedad de especies arbóreas así como arbustos. Laureles, avellanos, castaños, arces, cerezos, fresnos, brezos, espinos, hipéricos se han adueñado del bosque, mientras el manto de musgo destaca sobre las piedras que cercan los riachuelos. En el robledal de Erramunene son habituales las multiples orquideas silvestres, así como sanícula hembra o las anémonas del bosque, primaveras, saxífragas,... mientras los líquenes se extienden por los troncos de los árboles.
La riqueza vegetal de Miramon basoa es más que destacable, pero también la de sus habitantes con patas. Entre las aves es habitual escuchar el canto y en el mejor de los casos disfrutar del vuelo de rapaces como la busarda ratonera o el cárabo común, o de la presencia de algún curioso txantxangorri (petirrojo), los carboneros garrapinos, pico picapinos, trapadores azules, herrerillos comunes, arrenajos comunes,... entre otros. Hemos podido ver conejos comunes en el bosque, aunque se nos resisten las escurridizas ardillas, los erizos, los lirones gris. Entre la extensa vege4tación se esconden los escarabajos rosalias, o los volantes, así como los sapos paneros o las ranas verdes comunes... no se puede negar la variedad de la riqueza animal de Miramon basoa.
Otro de los elementos que destaca en este entorno donostiarra es la plantación de manzanos autóctonos del caserío lagar Katxola, construido en la segunda mitad del siglo XVII o dejarse seducir por el frescor de la densa masa boscosa de alisos, fresnos, laureles,... que constituyen la vegetación de ribera.
El caserío Katxola es una de las joyas del entorno que se ha transformado sede de una asociación de vecinos, tras ser reconstruido hace tres décadas. El caserío fue trasladado a Aiete, piedra a piedra, tras ser declarado monumento.El antiguo caserío de Katxola data del siglo XVII, uno de los pocos caseríos lagar que se conservan en Donostia, contando con las instalaciones y maquinaría necesaria para la producción de sidra, que ha sido preservado en la restauración.
Desde Amara por Miramon
La visita a Miramon basoa es más interesante para aquellos que no viven en Donostia o viven en ella. Aprovechando esa visita conocer Oriamendi, su venta y su historia es una excusa perfecta para acercarnos a otro monte, aunque no goce de la fama de los más populares. Un buzón con forma de seta, un punto geodésico y un mástil en el que se pueden ver los restos de una ikurriña coronan la cima del monte Oriamendi, donde hace ya muchos años hubo una ermita dedicada San Juan Bautista.Según algunas fuentes su altar se encontraba en la muga de Donostia y Hernani.
Comenzamos la ruta en Amara, junto a la estación de topo de Anoeta, para después dirigirnos por las escaleras y la pasarela hacia Illumbe. Elegimos la puerta 10 del bosque, para adentrarnos siguiendo el sendero hasta adentrarnos al bosque de los robles de Errotatxo. El camino nos acerca hasta a puerta 8, Ikusi, desde la que continuamos bañándonos de bosque hasta llegar a la zona del parque tecnológico desde el que llegamos a la rotonda hacia Galarreta. En este punto, tomamos la carretera que conduce a Basozabal. Pronto observamos un antiguo caserío con su bandera de la Real. Seguimos la carretera y a unos trescientos metros, las vistas de Adarra son impresionantes. Después, superando el pastor eléctrico que delimita el prado de Oriamendi, comenzamos el ascenso hasta su punto más alto.
Después, retomamos el camino de ascenso para regresar por el parque tecnológico, pero siguiendo el camino principal que nos conduce al auditorio y después a la balsa, desde la que nos dirigimos nuevamente a Illumbe y desde allí a la parada de topo de Anoeta.