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El azul del punto geodésico identifica fácilmente la cima de Kalamua

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El azul del punto geodésico identifica fácilmente la cima de Kalamua Belauntzaran
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Kalamua, ese precioso balcón sobre Arrate

Otra de las cimas guipuzcoanas que recibe a diario la visita de decenas de mendizales que disfrutan de la tranquilidad y las vistas de este bonito monte

Viernes, 3 de octubre 2025, 10:03

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Un enorme barco cuelga del tejado del santuario de Arrate, a 556 m. de altitud. Partimos desde este templo de montaña con el propósito de realizar un recorrido que nos conduce a Akondia (747 m.),Garagoitxi (721 m.) y Kalamua (770 m.), pero antes visitamos el santurio, que se encuentra en el barrio de mayor altitud de la ciudad armera de Eibar, en la que la conexión del mar es casi inexistente en principio, aunque una creencia popular recuerda que todos los eibarreses provienen de un barco cuya réplica se encuentra hoy en día en el santuario. Aunque según cuentan la virgen se apareció a un pastor al que le comunicó que debía levantar un templo en dicho lugar, la devoción de los marineros a la 'ama de Arrate' ha perdurado durante siglos.

La leyenda continúa relatando que, al parecer, la virgen transportaba las piedras hasta la actual ubicación del santuario todas las noches desde Azitain y el lugareño se encargó de construir el templo en su honor. Según los datos recogidos en la web municipal, la actual estructura del santuario data del siglo XVII y alberga una imagen gótica, datada en el siglo XI, aunque existen referencias del siglo XIII. En los documentos más antiguos se refieren a ella como 'Arriarteko Andra Mari' (La Virgen de entre las piedras).

Arrate o Arriarte sigue siendo un lugar especial para los eibarres que reconocen que, independientemente del pensamiento religioso de cada uno, no se puede entender Eibar sin Arrate, destacando además que para cualquier local es como una parte de uno mismo. Por ello, perdura la celebración del día de la Virgen de Arrate. Antiguamente dicha festividad se celebraba el 8 de diciembre, pero el frío del invierno y las nevadas hicieron que en 1563, elPapa Pío IV cambiara de día dicha celebración «debido al gran obstáculo para los que acudían a rezar aquel día, al 8 de septiembre, jornada en la que se celebra la fiesta de la Virgen de Arrate actualmente.

Según los documentos, en 1498 existía una iglesia en el lugar donde actualmente se encuentra el santuario. Sin embargo, lo que hoy conocemos data de principios del siglo XVII. Siglos después, el Santuario de Arrate es un punto de referencia para los creyentes de este valle. Se trata de un templo sencillo, de una única nave y estilo gótico.

Información MIDE

  • Acceso Debemos llegar a Eibar para después seguir la GI-3301 hasta el santuario de Arrate

  • Horario Excelente paseo desde el santuario de Arrate que nos ofrece unas espectaculares vistas de tierras guipuzcoanas y vizcaínas.Recomendable para realizar en familia.

  • Distancia 7,91 km

  • Desnivel positivo 359 m

  • Severidad del medio 1

  • Dificultad orientación 2

  • Dificultad del terreno 1

  • Esfuerzo necesario 1

En su interior, destaca el altar mayor, que es una cripta en la que se encuentra la Virgen de Arrate con su hijo en brazos. En 1584, Andrés de Otaola entrega a la Virgen de Arrate una preciosa corona en la que figura el nombre del que hizo la ofrenda y la fecha de su celebración. Sobre la cripta se encuentra la capilla de Jesucristo, en suelo de ladrillo. Aunque sufrió un robo a mediados del siglo XVIII, aún conserva algunas de sus reliquias. Además, se puede ver la imagen de la Purísima Concepción.

En una de las paredes del templo se puede ver las obras que en 1904 el pintor Ignacio Zuloaga dedicó a la Virgen.Se trata de cuatro pinturas con imágenes de peregrinos rezando.

A la entrada del santuario se encuentra la aguabenditera de estilo gótico, testigo de la antigua iglesia. Una vez en su interior, a la izquierda, existe una placa que recuerda el día en el que Eibar nombró a Romualdo Galdós, hijo ilustre de la ciudad hace casi un siglo, el 30 de noviembre de 1926, concretamente. El religioso, publicista y escritor eibarrés era políglota, hablaba doce lenguas, entre las que dominaba el euskalki eibarres. De hecho, destacó por su obra escrita tanto en lengua vasca como en castellano. Tras una dilatada vida como docente, en diciembre de 1953 regresó a su localidad natal con la intención de celebrar la Misa del Gallo en el convento de las religiosas Concepcionistas de Isasi, muriendo en Eibar el 27 de diciembre de ese mismo año.

Junto a la iglesia había un lugar para alojar a los que hacían el Camino de Santiago. En la actualidad, en el exterior del santuario se encuentra frontón anexo en el que no se puede jugar a pelota mientras se celebran los oficios religiosos ni pintar «bajo multa de 25 pesetas», y a su lado, la casa seroral. Sin olvidar, el campo de tiro al plato, el restaurante Tiro Pichón, Kantabria jatetxea...

Sobre todos ellos se encuentra Kalamua, monte que junto al Urko, Aizketa, Akondia oArrikurutz, Garagoitxi y Morkaiko conforma el macizo.

Desde Arrate por Akondia

La ruta comienza en el Santuario de Arrate, donde podemos aparcar en el parking cercano. Las marcas blancas y amarillas nos indican la dirección a seguir hasta nuestros objetivos. Una pista forestal junto al parque merendero con mesas a ambos lados de la carretera de acceso al santuario nos adentra a un bosque en el que se encuentra el antiguo Hotel Krabelin.

Ahí comienza el tranquilo ascenso que, en un tramo corto, nos obliga a hacer unos doscientos metros por la carretera Gi-3301 hasta legar a una nueva pista a nuestra derecha. Las marcas vuelven a indicarnos la dirección a seguir, mientras disfrutamos de las vistas. Pronto vemos a un grupo de cabras que pastan tranquilamente, aunque no dejan de observarnos mientras ascendemos. Seguimos la pista para después tomar la pista que nos conducirá hasta Akondia, antes de su cima pasaremos por las trincheras del frente de guerra de Eibar. De hecho, a pesar de las casi nueve décadas transcurridas desde el fin de la Guerra Civil, de vez en cuando siguen reapareciendo vestigios de la contienda. Obuses, granadas, balas... bombas olvidadas en las trincheras o artefactos que no llegaron a estallar han resistido el paso del tiempo.

Buzón colocado este mayo en la cima de Kalamua de Aubixa EuskalGirotze euskaltegia. Belauntzaran

Sin intención ni interés de localizar ninguno de aquellos artefactos, con nuestro recorrido mientras disfrutamos de las vistas. Udalatx,Anboto, Tellamendi, Aitz Txiki, Auntzarte,urko, Arrietabaso, Mugarra, Arandomendi,... son solo algunos de los montes que se pueden vislumbrar desde el buzón de Akondia, en una explanada herbosa, impresionante. Desde ella, podemos observar nuestro próximo objetivo, Garagoitxi. Este monte también cuenta con su buzón, situado entre enormes árboles. Desde este punto comenzamos el descenso hasta el collado de Kalamua donde un nutrido grupo de yeguas y potros junto a algún caballo pastan tranquilamente hasta la llegada de su dueño. El brillo del pelaje de los animales demuestra su fortaleza, mientras su propietario disfruta mimándoles con algo de pan seco.

Desde allí, comenzamos el ascenso hasta la cima de Kalamua, fácilmente identificable por el punto geodésico, la mesa orientativa, argitxo y la figura del mendizale. Este año, además, en mayo se ha colocado un bonito buzón con forma de borda en el que se encontraba un sobre con una tarjeta de los alumnos de la gela B de DBH 1 de Ikasbidea Ikastola IPI de esta misma semana.

Una vez realizadas las fotos de rigor comenzamos el descenso que siguiendo las señales del collado nos conducen nuevamente hasta el santuario de Arrate.

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