Erroizpe, espectáculo primaveral

Un precioso verde cubre todo aquello que alcanza nuestra vista. Prados, árboles, arbustos,... la explosión primaveral de este color con una amplia paleta de tonalidades muestra un precioso paisaje de todo el valle de Berastegi y Tolosaldea desde Erroizpe (804 m.). Monte al que ascenderemos en la próxima salida de Mendira programada para el día 27.

En esta ocasión, ascendemos hasta este monte de Tolosaldea desde Berastegi. Ese precioso pueblo que observado desde cualquiera de las cimas que le rodean nos ofrece una estampa bucólica en la que los extensos prados predominan junto a las zonas boscosas. De hecho, el filólogo Jean-Baptiste Orpustan, relaciona el nombre de Berastegi con la acepción que tiene la palabra 'beratz' en euskera de 'hierbal' o 'terreno herboso'. Una hipótesis bastante acertada si se tiene en cuenta las características del valle en el que se asienta Berástegui. Basándose en esta teoría se dan etimologías como 'casa del hierbal', lugar de hierbas o similares, aunque el filólogo propone otra posibilidad: el nombre deriva de 'aberats', que significa 'rico' en euskera; Berastegi significaría, entonces, 'casa del rico'.

Los caseríos más antiguos de la localidad son un claro ejemplo de esta segunda opción. Llaman la atención a nuestro paso con su majestuosa elegancia. No podemos dejar de mencionar, entre todas ellas, la Torre Jauregi o la Torre Berastegi. El edificio, originario de la Edad Media, considerado como patrimonio cultural, destaca por su gótico. Era uno de los edificios de los señores del valle, y sigue siendo un recuerdo de la época bélica y dura de la Edad Media. De hecho, la vivienda tiene una entrada pequeña y ciega, con un arco de gran dovelaje. En la fachada que mira hacia la iglesia se situaron dos escudos, unidos y rodeados por un alfiz.

La casa torre está situada en uno de los puntos privilegiados de la localidad, junto a la iglesia y el cementerio. No podemos dejar de mencionar majestuosa iglesia de san Martín de Tours, un edificio también gótico datado en 1505 y que posee una portada románica del siglo XIII. Cuenta igualmente con un retablo renacentista de Ambrosio de Bengoetxea construido en 1602. Destaca su espléndido atrio rústico, en el que se celebraron durante muchos años los Concejos abiertos de los vecinos del valle. En la sacristía conserva un soberbio mobiliario policromado.

Berastegi cuenta, además, desde 2009, con un ayuntamiento que fue declarado bien cultural en el Inventario del Patrimonio Cultura Vasco. Se trata de un enorme edificio con una cubierta a cuatro aguas, de noble arquitectura y sillar. Un caserón solariego, en el centro del pueblo, en el que hasta hace unos meses se podían ver los restos de la cárcel o la escuela municipal utilizada hasta hace unas décadas. En la parte baja del edificio, que data del siglo XVIII, luce una arcada de 4 arcos de medio punto, donde se encuentra un pórtico en el que se jugaron durante décadas partidos de pelota antes de acudir a misa o la escuela. En esta misma planta baja se sitúa el espacio utilizado antiguamente como cárcel. Es un espacio sensiblemente cuadrado situado en el ángulo nordeste del edificio. Formaba una estructura independiente del resto del edificio, por cuanto utiliza los muros de la fachada en dos de sus lados y lo cierra un muro de carga que limita con dependencias auxiliares. Este espacio tiene una doble puerta, siendo la segunda de ellas una antigua puerta de chapa, que fue restaurada y colocada en su sitio.

No es de extrañar la importancia de sus 'tesoros' religiosos y arquitectónicos, no en vano, la ubicación de Berastegi ha sido clave a lo largo de la historia, al tratarse parte del itinerario del camino principal a Navarra. Aún se pueden ver en las proximidades de la ermita de San Sebastián, restos de la vieja calzada que venía de Navarra.

En esta ocasión nos dirigiremos a Erroizpe partiendo desde la iglesia y pasando por la casa torre, para contemplar la belleza que nos ofrece esta cima en la que se han localizado restos de enterramientos neolíticos. El ascenso a Erroizpe desde Berastegi es sencillo y muy recomendable para realizar en familia. Partimos de la iglesia de San Martín y seguimos la carretera (E) que recorre la base de la montaña. Se interna por el barranco de Tintako erreka, deja atrás un molino en ruinas y llega a un rellano (465 m). La pista (derecha) es pendiente y sube con decisión entre el arbolado: robles, hayas, avellanos, fresnos y abedules. El bosque se cierra y se vuelve pinar antes de alcanzar el collado. Algunos mapas lo llaman Larrezubieta. Hay letreros de GR- 11-111.

La pista llanea y llega a un cruce. Las palomeras sobresalen de los pinos. Abandonamos la pista y continuamos por un camino sombreado (derecha) que gana altura entre los árboles. Se endurece; llega a un rellano (barrera) y pronto nos deja en la cima de Arburu. Rocosa y con caída sobre Berastegi. Algo más abajo hay una cruz de hierro. Vuelta al PR. Bajada a un collado donde las tapias delatan que el bosque fue terreno cultivado. Dejamos atrás un mojón con fecha de 1747 y entramos en el hayedo. En el primer rellano la ruta comienza a descender. Nosotros seguimos (izquierda) por terreno cerrado hasta alcanzar el karst cimero de Gazteluaitz o Minatxuri. Los buzones del Goitazun y Berriatua cuelgan sobre las grietas y ofrecen complicaciones. El nombre de Minatxuri viene de una mina de yeso (la boca es difícil de localizar) que se explotó en las cercanías.

Bajamos por una senda oculta por la hojarasca hasta un nuevo collado. Una plantación de pinos separada por una tapia que oculta grietas y senderos dificulta la marcha. Lo mejor es seguir el hilo de la loma hasta volver a terreno abierto. Un pequeño repecho por pradera y alcanzamos la cima de Lagarte. Las piedras amontonadas anuncian nuestra presencia en Lagarte y desde allí podemos observar el punto geodésico de Erroizpe. Junto a este se encuentran los buzones que nos ubican en la zona alta de Erroizpe. Desde allí podemos disfrutar de unas magníficas vistas en las que destacan Larrunarri y toda la línea de Malloak a un lado. Uzturre, Hernio, Aizkorri y un largo etcétera completan la lista. Además, avanzando a uno de los lados podemos divisar también el mar, si el buen tiempo nos acompaña.

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