Basate. Entre piedras prehistóricas

Hegoi se muestra poderoso en Aiako Harria. El viento del Sur anuncia el final del verano, aunque mantiene unas altas temperaturas cuando muchos piden a gritos que llegue la lluvia. Ajeno a esa solicitud, Hegoi golpea las ramas de las enormes hayas que nos rodean por el precioso entorno de Oianleku. Ese bonito rincón rodeado de joyas naturales que ha escondido durante siglos, milenios, tesoros prehistóricos que nos recuerdan la presencia humana en tierras guipuzcoanas, mientras nos siguen enamorando en cada una de las visitas que realizamos a Artikutza, las cimas de Aiako Harria o paseando por los helechales, bosques o descampados, siguiendo los senderos que ya hace miles de años recorrieron hombres y mujeres.

Unos privilegiados que eligieron sabiamente descansar eternamente en Oianleku. Hasta allí nos acercamos en esta salida y también lo haremos en la nueva convocatoria de Mendira que realizaremos el sábado 24. Es una salida pensada para familias con niños, con un recorrido suave de 2 horas de duración en total (ida y vuelta) y 4,5 kilómetros de distancia. La cita es a las 10.00 horas en el parking de Kausoro. Todos los participantes recibirán un obsequio de la organización, que cuenta con la colaboración de AENA.

El plazo de inscripción está abierto y tan solo hay que acceder a la web de El Diario Vasco y rellenar el formulario que se encuentra en la noticia de Mendira sobre la salida. Oianleku nos sorprenderá con su belleza y su magia, aunque el resto de los monumentos que nos encontramos en la zona no deja indiferente al paseante cuando se acerca hasta ellos. Entre los habitantes de la zona se conoce a estos monumentos formados por círculos de piedra con el nombre de 'Mairubaratza' (Huerto de Mairu) que se sitúan en el Eneolítico, Edad de Hierro. Los 'mairus', o Intxisus, son personajes mitológicos vascos. Hombres gigantes que gozaban de una extraordinaria fuerza que podrían con sus brazos las enormes piedras que conforman cada uno de los crómlechs. Cada uno de los seis monumentos que conforman el conjunto megalítico de Basate. Sus creadores, además de poseer una fuerza inusitada, escogieron de manera minuciosa su ubicación y la forma de cada uno de ellos. Esta necrópolis se halla en una ladera, al norte de Arreskolarre y al sur de Basate. Echamos de menos una máquina del tiempo que nos permitiera visualizar el proceso de construcción del monumento, así como del rito funerario.

Mientras inventan el artilugio que nos permita ver a los intxisus, imaginamos a aquellos hombres y mujeres que protagonizaron esta historia y disfrutamos de su enorme trabajo. En este caso, los crómlechs de Basate y Oianleku se crearon con piedras de granito y pizarra. P. Soraluce fue el primero en informar de la presencia de un cercado de piedras en la zona en 1909, T. Aranzadi realizó algunas catas en 1915. En los estudios realizados en ellos, los investigadores descubrieron lascas de sílex, raspadores de piedra, huesos calcinados, cerámicas, anillo y botón de bronce, cantos rodados esféricos, entre otros. Estos hallazgos se encuentran depositados en la Sociedad de Ciencias Aranzadi.

Con Aiako Harri a un lado, el mar Cantábrico al otro y grandes extensiones de bosques alrededor se encuentra el impresionante crómlech de Oianleku, uno de los más bonitos que encontramos en nuestros bosques. Está compuesto por dos círculos. El primero mide 9,5 m. de diámetro y está compuesto por 29 testigos. El segundo 6,8 m. de diámetro y su círculo está marcado por 18 testigos.

En la actualidad se pueden identificar en esa área 20 crómlechs, aunque existen dispersas en sus proximidades distintas piedras que pudieron pertenecer a otros monumentos de las mismas características que se fueron perdiendo en el paso del tiempo. La estación comienza cerca de Oiartzun ascendiendo desde ahí hasta Bianditz.

A los crómlechs de Oianleku y Basate se suman en la zona el de Arritxulangaña, Arritxurieta, Egiar, Elorritako Gaña, Kauso I, II, Munerre, Urkullu Txiki Egia y Arritxurietako Gaña, así como el dolmen de Gainzabal.

La caminata hasta Oianleku nos permite conocer la modesta elevación enmarcada dentro del parque natural de Aiako Harria de Basate. Partiremos desde el parking de Kausoro, donde nos encontraremos una señal vertical que nos dirigirá a Oianleku. Las marcas blancas y amarillas nos guiarán perfectamente durante todo el trayecto. El parking se encuentra en la carretera GI-3631, entre Oiartzun y Artikutza (Km 12 y 13). Las marcas blancas y amarillas se encuentran en la PR-GI 1006. Tras cruzar la carretera, emprendemos el camino y de manera tranquila, siguiendo una pista forestal en la que nos encontramos varias fuentes que no gozan de abundancia, de agua llegamos a la capa de Gainbeltz. Desde allí podemos disfrutar de unas bonitas vistas hacia Donostialdea y Oarsoaldea. Continuamos, mientras dejamos atrás un pinar para encontrarnos en medio de un bosque de grandes hayas, entre las que los aficionados a los hongos buscan sus preciados frutos.

Poco a poco nos acercamos al precioso entorno de Oianleku con sus hayas trasmochas con sus peculiares formas. Junto al camino, se sitúa una txabola que dejamos atrás para avanzar hasta una zona despejada en la que nos espera el cromlech de Oianleku. Impresionantes las vistas. Avanzamos unos metros para alcanzar Basate (647 m.) con su monumento, o lo que queda de él. Desandamos unos pasos para regresar al bosque de Oianleku y seguir la pista que nos lleva a la fuente. Detrás, en el hayedo, se encuentra el crómlech de Oianleku Sur. Seguimos la pista forestal que nos conduce hasta Munerre. Muy cerca pastaban un grupo de equinos, mientras regresamos a la pista que seguimos desde Kausoro, hasta donde regresamos tras el tranquilo recorrido.