Carlos Soria parte al Manaslu con 86 años
El alpinista abulense quiere conmemorar la primera expedición española a este ochomil en 1975 en la que él mismo participó aunque no hizo cumbre
Mi charla con Carlos Soria poco antes de partir al Himalaya no solo fue distendida sino que se convirtió en un alegato a lo positivo elevado al máximo, a la máxima exponencial de la esperanza, resumiendo su próximo intento al Manaslu en cuatro palabras: «Con ganas y posibilidades».
Un nuevo reto que ahora mismo para Carlos es el máximo soñado, quizás para quitarse la espina de aquella expedición de 1975 en que estuvo muy arriba instalando cuerdas fijas, pero que después al enfermar, fueron sus compañeros de expedición Jerónimo López y Gerardo Blázquez quienes consiguieron la cima el 26 de abril. Entonces se consideraba, por aquello del alpinismo romántico, que la cumbre era de y para todos, alcanzando el resto de la expedición la gloria del éxito sin importar quién había hecho la cima. Eran otros tiempos. Hace medio siglo.
Y como en casi todo, la historia se repite. El veterano alpinista abulense Carlos Soria regresa al Manaslu. Una montaña que la tiene grabada a fuego en su mente por la historia, más de amor que de odio, que les une. Vuelve a esta montaña de 8.163 metros con la gran diferencia de que cuando fue por primera vez en 1973 tenía 34 años y ahora 86, pero la ilusión por cumplir un sueño es la misma. O más si cabe.
Su participación en la primera expedición española a la gran cordillera en 1973 fue para Carlos «muy emocionante. Era un auténtico sueño para cualquier alpinista en aquellos tiempos ir al Himalaya». Un sueño al que, tanto ese año como en 1975, le faltó poner la guinda, aunque hace 50 años se lograra la cumbre. Pero Carlos Soria, que estuvo muy cerca de ella, no pudo alcanzarla por una indisposición posterior a estar en altura.
Volvió en 1999 al Manaslu con 'Al filo de lo imposible', repitiéndose la misma historia que en 1973, mal tiempo y para abajo. Regresó en la primavera de 2010 negándosele la cumbre en su cuarto intento. Y en su quinta expedición al Manaslu, ese mismo año en otoño, la suerte se alió con él para definitivamente alcanzar la cumbre con 71 años.
Ahora regresa por sexta vez al Manaslu: «La idea en origen surgió del club al que pertenezco de toda la vida, el RSEA Peñalara, para conmemorar los 50 años que se cumplen este 2025 de esa primera ascensión en la que participe en 1975», recuerda.
Se maduró y nació el proyecto 'Manaslu, 50 años después', aunque había que encontrar espónsor. Salió una productora de cine que iba a pagar la expedición pero no se llegó a un acuerdo, así que Soria no tiene patrocinio y se la costeará el propio Carlos que, entre risas y buen humor, afirma: «Tengo un grupo de seis patrocinadoras: mi mujer, mis cuatro hijas y yo, ¡ah!, y también algún nieto». Además, y así quiere que lo escriba, «cuento con el apoyo de la Comunidad de Madrid. Un apoyo más moral que económico pero que agradezco muchísimo».
Grave accidente hace dos años
En 2023 sufrió un grave accidente en el Dhaulagiri que casi le cuesta la vida, pero tras alguna operación se recuperó del mismo. También fue intervenido de una hernia que no fue obstáculo para que a primeros de este año, ya con 86 años, hiciera la cumbre del Aconcagua. El mes pasado le operaron de una válvula en el corazón, operación de la que se ha recuperado perfectamente. Sus médicos dicen que «está como un roble».
Luis Miguel López Soriano, quien ha acompañado sus últimas expediciones con Carlos Soria, será una vez más su compañero de cordada y el encargado de filmar la ascensión: «Sin duda es el mejor cámara de altura del mundo, además de ser un gran amigo», le alaba Carlos, quien tendrá también la compañía en su expedición de otros amigos.
El viernes partieron hacia Nepal para ir inmediatamente a coger altura durante 12 días al valle del Khumbu en la zona del Everest: «Me gusta mucho aclimatarme allí, donde rondaremos los seis mil metros de altitud». Una vez de vuelta en Katmandú, y ya aclimatados, volarán en helicóptero al campo base del Manaslu. Se reencontrará con el pueblo de Sama, con el que tiene un especial vínculo desde aquella primera vez en el Manaslu en 1973 y al que «he ayudado mucho». Esperarán una ventana de buen tiempo tras instalar dos campos de altura y, entre finales de septiembre y primeros de octubre, esperan hacer cumbre. «Creemos en esta expedición», apostilla.
Mucha gente se pregunta si es saludable ir con 86 años a subir un ochomil, pero Carlos lo tiene claro: «La verdad es que suena exagerado, pero qué le voy a hacer. Son los que tengo y estoy encantado con ello, con ganas de vivir esta nueva aventura».
A dos de los 14 ochomiles
Al margen del Manaslu, cuyo techo ya ha coronado, al abulense le quedan dos cimas más, el Dhaulagiri y el Shisha Pangma principal, para completar los 14 ochomiles. En su día ya subió a la cima más baja del Shisha, pero no contabiliza para los catorce. «Ahora estoy centrado en el Manaslu. No tengo la cabeza en otra cosa. El proyecto de los 14 ahí está. Sí que en todos ellos he estado por encima de los 8.000 metros, si bien me faltan dos. Ahora pienso en el Manaslu. Luego ya veremos. No sé si podré hacer planes con los años que me quedan. Ahora no quiero pensar en otra cosa».
Respecto a su edad, admite que «no me asustan los años, me podría asustar mi condición física. Evidentemente no estoy como cuando tenía 70 años, pero me encuentro muy bien y encantado. Y ahí vamos. Si no, no iría. Me encuentro animado y estoy con posibilidad de hacerlo y con muchas ganas». 50 años después, Carlos Soria sigue en el Himalaya. Que le quiten lo bailado...
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