«China le compra a Putin todo el gas que Occidente ha dejado de comprarle»
guerra rusia-ucrania ·
Sostiene que el papel que desempeña Pekín invalida las sanciones a Rusia y apuesta por una política europea autónoma de EE UUJosé Antonio Zorrilla (Bilbao, 1946) cierra hoy la 25 edición del Ciclo de Derechos Humanos de San Sebastián con una conferencia sobre la guerra en ... Ucrania (San Telmo, 19.00 horas). Diplomático ya retirado, además de escritor y director de cine, Zorrilla fue cónsul general en Moscú, cargo que también desempeñó en Finlandia y Polonia antes de la caída del muro.
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- Se han cumplido dos meses largos desde el inicio de la invasión. ¿Nos aproximamos al fin de la guerra o o se va prolongar mucho más?
- La verdad es que no lo sé. Tendríamos que estar en la cabeza de Putin o en la de Biden para poder entender lo que está sucediendo y cuáles son sus propósitos estratégicos. Después de que Zelenski haya dicho que quiere o que está dispuesto a aceptar un estatuto de neutralidad para Ucrania no puedo entender por qué la guerra no se para y tampoco puedo entender por qué empezó. Si realmente están dispuestos a hacerse neutrales no se comprende por qué ha habido que pasar antes por 40.000 muertos. Las dos cosas son para mí una incógnita.
La conferencia
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25 curso de Derechos Humanos
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Título 'Ucrania: ¿cómo hemos llegado hasta aquí?'
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Hora. Hoy a las 19.00 horas
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Lugar Museo San Telmo
- Se daba por supuesto que la potente maquinaria militar rusa iba a imponerse con facilidad al ejército ucraniano. ¿Le ha sorprendido la resistencia de Kiev?
- Me ha sorprendido mucho, pero también hay datos que ayudan a entender las cosas. Desde 2014, que es cuando arranca la revolución de Maidán en Kiev, Ucrania ha recibido material militar por valor de 5.000 millones de euros. Hay otras aportaciones como los 9.000 millones de ayuda civil proporcionados por Alemania, Europa y Estados Unidos. Y ahora Washington está votando otra ayuda a Kiev de nada menos que 33.000 millones.
- ¿La guerra podría haberse evitado?
- Evidentemente. A la hora de explicar lo que está pasando en Ucrania hay que remontarse a los teóricos de la doctrina estratégica estadounidense. Digamos que los anglosajones siempre han estado interesados en que a Euroasia, que es el territorio que se extiende entre Bretaña y China, no le vayan bien las cosas. Que Alemania y Rusia se entiendan, por ejemplo, es letal para los intereses de EE UU y Gran Bretaña. Cuando se rompió el sistema de alianzas entre Rusia y Alemania que había creado Bismarck el resultado fueron dos guerras mundiales. Son dos concepciones geoestratégicas irreconciliables.
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«El Báltico se va a llenar de cabezas nucleares si Suecia y Finlandia entran en la OTAN. Habrá más armas, no más seguridad»
- ¿Ampliar la OTAN a los antiguos países de la órbita soviética ha sido un error?
- Un error gravísimo, ya estamos viendo las consecuencias. La OTAN se amplía porque cuando la Unión Soviética se desplomó no hubo un acuerdo como el que se alcanzó en Yalta tras el fin de la II Guerra Mundial. Se hundió la URSS, lo que representaba un giro estratégico de primera magnitud en el orden internacional, y no se hizo nada. Primero le dijimos a Rusia que la OTAN no se iba a ampliar porque resultaba inaceptable pero con el paso de los años empezó a extenderse en aplicación de ese principio estratégico de que a Euroasia las cosas no le tienen que ir bien. Los anglosajones han jugado sus cartas con mucha inteligencia y han metido a Rusia en una aporía: si ataca mal, pero si no ataca también mal porque le metemos la OTAN en casa.
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- Y Rusia se ha echado en brazos de China.
- Claro, esa construcción estratégica no tiene en cuenta que por muy mal que le vaya a Rusia, China va a seguir dándole todo su apoyo por detrás.
- ¿Qué reacción cabe esperar de Rusia ante el previsible ingreso de países como Finlandia o Suecia en la OTAN?
- La consecuencia es que el Báltico se va a llenar de cabezas nucleares. No habrá más seguridad, habrá más armas. Hay gente que piensa que la seguridad está en las armas, yo creo que la seguridad la dan los acuerdos. Las armas solo conducen a carreras armamentísticas que a su vez desembocan en guerras, no es nada nuevo. Lo mejor sería llegar a acuerdos, pero como parece que eso no es posible, Finlandia y Suecia entrarán en la OTAN y tendremos 3.000 cabezas nucleares en el Báltico.
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- Cada vez se habla más de una guerra nuclear.
- Si todo el mundo occidental está llenando de armas a Ucrania, y Ucrania a su vez está defendiéndose como puede de Rusia, es obvio que Rusia está llevando a cabo por país interpuesto una guerra contra la comunidad occidental. Eso es así. Viene bien recordar que cuando el general Sanjurjo cogió un avión en Portugal y aterrizó en España en julio de 1936 no venía a declarar una guerra civil, venía a hacer lo que Martínez Campos había hecho en 1875, restaurar una monarquía. Y luego pasó lo que pasó. Una guerra se sabe cuando empieza, pero nadie sabe cómo termina. Cuando se empiezan las hostilidades las cosas se escapan de control.
- ¿Qué consecuencias tiene el acercamiento de Rusia a China?
- Para empezar, hace inútiles todas las sanciones que aplica occidente. La política de debilitar a Rusia con sanciones económicas no vale para nada si tiene a su lado a China. Es lo que sucede cuando se entra en algo que yo llamo pereza estratégica, es decir, moverse conforme a un andamiaje estratégico heredado del pasado sin darse cuenta de que la irrupción de un nuevo elemento, en este caso China, ha alterado todos los parámetros del sistema. Aquí estamos convencidos de que occidente está ganando la batalla, pero el mundo es más grande que occidente. Todo el carbón o el gas que occidente no le compra a Rusia se lo compra China.
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«Si Putin desapareciese un día por un resfriado o porque se toma un té, su sustituto actuaría igual que él»
- ¿Europa debería replantearse su relación con Rusia?
- Dado lo que ha hecho Rusia en Ucrania es evidente que no podemos mantener la misma relación que teníamos antes. Pero yo sería claramente partidario de que Europa adoptase su propia política con independencia de lo que haga EE UU. Estoy convencido de que si Francia y Alemania hubiesen llegado a un acuerdo con Rusia tras la caída de la URSS no habría habido esta guerra.
- ¿El alargamiento del conflicto podría llegar a erosionar la figura de Putin en Rusia?
- Si eso llegase a ocurrir tendríamos en el Kremlin a otro como Putin. Rusia también tiene un criterio estratégico muy claro que hunde sus raíces en una ideología que nació a principios del siglo XX y que evolucionó hasta dar a los rusos su tercer modelo de autoritarismo después de los zares y de los comunistas. Es una tercera vía autoritaria que ha desembocado en Alexander Dugin, cuyo núcleo de pensamiento no es muy distinto del de los geógrafos de Hitler. Dugin ha sido profesor muchos años en la Universidad Central de Moscú, la institución académica más influyente de Rusia. Todos los generales del ejército ruso han pasado por su magisterio, así que no hay muchas esperanzas de que las cosas vayan a cambiar en ese sentido en Rusia. Si se va Putin por un resfriado o porque se toma un té, que es un procedimiento muy ruso de quitar de en medio a la gente, vendría otro igual.
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