El virus se expande sin control en Gipuzkoa y duplica los ingresos hospitalarios

La escalada sin control del virus repercute en la capacidad hospitalaria cada vez más tensionada. Según un informe al que ha tenido acceso este periódico, la media semanal de pacientes covid ingresados en el Hospital Donostia se ha duplicado en quince días, desde Semana Santa, lo que obligó a elevar el nivel de emergencia la semana pasada y habilitar plazas extra. Y ahora, con la previsión de que el aluvión de casos continúe todavía una semana más, se prepara para elevar un nivel más del plan de emergencia. En las UCIs vascas hay actualmente 133 pacientes -43 más que hace dos semanas-. Además, el martes ingresaron otras 90 personas con coronavirus en planta, donde en la actualidad hay 433 enfermos, la cifra más alta en los últimos dos meses. La situación del Hospital Donostia refleja la dureza de este cuarto embate de la pandemia. Ahora mismo hay ingresados 60 pacientes covid en estado crítico: 43 de ellos ingresados en la UCI convencional, donde solo quedan cuatro camas libres, y los 17 pacientes restantes están siendo atendidos en la primera planta, en la que habilitaron la semana pasada 36 plazas extra, ante el aumento de ingresos en estado grave. Solo en los últimos seis días se ha producido un aumento del 25% de pacientes en estado crítico, con 3 ingresos al día. Estas cifras no se registraban desde noviembre, cuando Gipuzkoa sufrió el peor golpe de la pandemia. «La cifra de ingresos de pacientes en estado crítico es elevada, y va a seguir subiendo». Por el momento, según indican, «quedan 15 camas libres en la primera planta, que en caso de que se llenaran, sería necesario habilitar otra unidad y entonces se volvería a un escenario en el que se suspenderían las cirugías no urgentes».

La consejera vasca de Salud, Gotzone Sagardui recordó ayer que hay planteados 5 escenarios y que en la actualidad se está en el tercero, con 331 camas en el conjunto de Euskadi, que se pueden duplicar hasta 600. «Tenemos el plan de contingencia», pero recordó que se trata de «hacerlo adecuadamente, y para eso tenemos una red de hospitales en la que se contempla ese incremento». En estos momentos «aún podemos mantener la actividad asistencial y estamos dando la atención adecuada», explicó. Aunque si el número de ingresos sigue aumentando, habría que priorizar y reorganizar la atención sanitaria, manteniendo la atención a todo lo urgente», advirtió la consejera.

El lehendakari reiteró antes de la Semana Santa, cuando el descenso de contagios se frenó y la curva empezaba a alzarse de nuevo, que los hospitales vascos no estaban en una situación saneada para afrontar un cuarto embate. Y así lo subrayó ayer la titular de Salud, quien recordó que en octubre había 45 camas ocupadas en la UCIs vascas por enfermos Covid, mientras que cuando arrancó la tercera ola de enero había ya 71, y esta cuarta empezó en marzo con 80 pacientes graves ingresados en las UCI.

Los ojos están puestos también en el análisis de situación y en la propuesta que pueda trasladar hoy el comité técnico del LABI. Este consejo se reunió ya el martes y estuvo presidido por primera vez por el lehendakari Iñigo Urkullu, quien quiso escuchar de primera mano el análisis y las consideraciones de los expertos. Aunque Urkullu decidió no convocar, de momento, el comité institucional o el LABI político en el que se modulan las restricciones, desde el Gobierno Vasco recuerdan que se está monitorizando la situación constantemente, aunque creen que las limitaciones actuales son suficientes para frenar los contagios «si se cumplen con rigor».

Sin embargo, la situación de Euskadi en general, y Gipuzkoa en particular, avanza de forma «preocupante», con los principales indicadores dibujando una empinada curva al alza desde el 26 de marzo, cuando arrancaron las vacaciones de Semana Santa y se decretaron las restricciones actualmente en vigor en Euskadi.

Según el boletín epidemiológico publicado ayer y que hace referencia a los datos del martes, la tasa acumulada a 14 días da buena cuenta del agravamiento de la evolución epidemiológica de Gipuzkoa, donde en este periodo de poco más de dos semanas la incidencia se ha disparado de los 243 casos a los 534, lo que supone un crecimiento del 120%. Poco más del doble y peor que los territorios vecinos. Araba tiene en la actualidad una tasa de 428 casos y Bizkaia, de 371.

Asimismo, en el País Vasco se notificaron el martes 1.003 positivos, de los cuales casi la mitad, 456, se detectaron en Gipuzkoa, la cifra más alta desde el 18 de noviembre, en plena segunda ola. Solo en Donostia ayer se reportaron 103 nuevos casos, lo que supone que la capital guipuzcoana alberga el 10% de los nuevos contagios en Euskadi.

A lo largo del martes se hicieron 11.274 test diagnósticos, de los que el 8,9% fueron positivos. Tras Gipuzkoa, Bizkaia concentra el mayor número de nuevos casos, con 419 infecciones, seguido de Araba, con 123.

Por municipios, Donostia, Eibar, Irun, Andoain, Azpeitia, Bergara, Deba, Elgoibar, Hernani, Mutriku, Urnieta, Usurbil y Zumaia son los únicos 'grandes' del territorio que de momento permiten la movilidad y no cuentan con restricciones adicionales. Por lo menos hasta el lunes, día en el que el departamento de Salud actualizará el listado de localidades en rojo. «La pandemia crece cada vez a un ritmo mayor, y seguimos en fase ascendente del virus», alertó Sagardui.

La cara más amarga de la elevada incidencia que el virus vuelve a tener en Gipuzkoa es el aumento de personas fallecidas. La última semana fallecieron diez personas en el territorio, el 38% de los 26 decesos registrados en toda Euskadi. El dato es más elevado que la semana anterior cuando fallecieron 7 personas por causa directa de Covid, según el informe semanal de Salud, de un total de 33 en la CAV. El hecho de que Gipuzkoa acumule la mayor tasa de contagios de toda Euskadi y ya hayan entrado en riesgo máximo la mayor parte de sus municipios de mayor tamaño explican la cifra de fallecimientos. Dos de las víctimas del Covid se produjeron en Donostia, y el resto repartidas entre Andoain, Aretxabaleta, Eibar, Elgoibar, Irun, Lazkao, Tolosa y Urretxu.

El LABI técnico que el martes presidió el lehendakari se dio dos días, hasta hoy, para volver a reunirse y revisar la «preocupante» evolución de esta cuarta ola en Euskadi. En la cita de hoy, los técnicos analizarán y decidirán si trasladan alguna nueva propuesta con medidas de restricción adicionales para que la comisión asesora, formada por los responsables institucionales con Iñigo Urkullu a la cabeza, decida sobre ella y active más limitaciones. De momento, ese LABI político no está convocado. En el último se rebajó a 400 la tasa de incidencia para ordenar el cierre de municipios o territorios, y aplicar límites extra a sus horarios de hostelería o a la práctica de deportes. La idea era minimizar el impacto de la movilidad en Semana Santa.

El color rojo se extiende un poco más cada día por el mapa de Gipuzkoa, que sigue aumentando su tasa de incidencia global conforme los municipios van cayendo en la zona de máximo riesgo. Ayer lo hicieron Hernani (con 412 casos por 100.000 habitantes en 14 días) y Urnieta (402), mientras que Donostia, que ayer sumó 103 positivos nuevos -el doble que la víspera- se acerca a la barrera de los 400 casos que marcan ahora la zona roja. Ninguno de ellos, no obstante, se cerrará antes del martes, cuando entrará en vigor la próxima resolución de municipios que emite el Departamento de Salud los lunes. Durante esta semana hay 37 localidades guipuzcoanas confinadas perimetralmente, además del territorio, que ayer se situó en una tasa de 534 casos.

El avance de la pandemia está variando el ratio de ingresos y también el perfil de los pacientes que padecen el coronavirus en su peor versión. Según un informe al que ha tenido acceso este periódico, la semana pasada, de las urgencias atendidas a pacientes con coronavirus, de media el 46% terminó en ingreso hospitalario, una proporción superior al 33% de antes de las vacaciones de Semana Santa. La vacunación de la población más vulnerable ha hecho disminuir la edad de los pacientes que requieren permanecer en el hospital y ahora son en su mayoría personas menores de 60 años. Asimismo, prácticamente la mitad de las personas que dieron positivo en Sars-CoV-2 en Euskadi la semana pasada presentaron algún tipo de sintomatología.