Se triplican los jóvenes que creen que en Euskadi hay «demasiados» extranjeros

Las mujeres, más favorables. Dos de cada cinco (43%) jóvenes está a favor de permitir la entrada a Euskadi a inmigrantes que lleguen con contrato, seguidos del 39,2% que opina que sería mejor facilitar al máximo la entrada de las personas extranjeras. Pese a la percepción de que hay demasiadas personas foráneas en Euskadi, solo el 1,8% de los jóvenes vascos apuesta por prohibir la entrada también a los trabajadores inmigrantes. Las mujeres jóvenes tienen posturas más partidarias a la inmigración que los hombres jóvenes. Entre ellas, el porcentaje de quienes piensan que hay demasiados extranjeros es inferior (21,6% entre las mujeres y 30,7% entre los hombres) y también son más partidarias de facilitar al máximo la entrada de inmigrantes (46,2% frente a 32,6%).

Menos jóvenes feministas. Otro de los aspectos que analiza el Observatorio Vasco de la Juventud en su informe es el relacionado con la igualdad entre mujeres y hombres y sorprende que el porcentaje de jóvenes feministas «ha descendido». La caída más acusada se registra en el grupo de hombres de 15 a 19 años, el mismo en el que existe el «riesgo» de aumento de posiciones de ultraderecha. En líneas generales, el 34,9% de la juventud de Euskadi de 15 a 29 años se considera «muy feminista». En el caso de las mujeres, casi la mitad.

Miedo a andar sola de noche. Esa falta de igualdad que todavía existe en la sociedad actual y el aumento de la violencia machista hace que siete de cada diez jóvenes vascas sienta miedo cuando anda sola de noche por su pueblo o barrio. Este temor ha aumentado de forma «muy considerable» desde 2020 ycasi una de cada cuatro (23,8%) ha sufrido acoso de carácter sexual en redes sociales. La violencia machista es una realidad que se da en sus diferentes formas y que está al alza. Es más, la tasa global de violencia contra las mujeres jóvenes en Euskadi es de 9,8 por cada 1.000 mujeres de 15 a 29 años, según el informe. Esta tasa da cuenta del número de jóvenes que han puesto una denuncia o varias por violencia de género por cada 1.000 mujeres de su mismo grupo de edad. Es el pico histórico más alto.

199 euros de brecha salarial.

Algo más de la mitad de las mujeres jóvenes (55,4%) cree que, en un proceso de selección de trabajo, frente a un candidato masculino con igual preparación y experiencia que ella, el hombre tendría más opciones de ser contratado por el hecho de ser varón, frente a un 2% que piensa que ella tendría más opciones de hacerse con el puesto de trabajo por el hecho de ser mujer. Independientemente de las percepciones, la brecha salarial entre mujeres y hombres jóvenes es de 199 euros y más del 60% se han sentido discriminadas en alguna situación por su sexo.

Más mujeres universitarias. La tasa de abandono temprano de la educación vasca es inferior a la europea y casi la mitad de la estatal, pero todavía existen diferencias por género. Las mujeres tienen mayor presencia que los hombres en la universidad, pero solo suponen el 33,1% de las personas graduadas en ciencia y tecnología. Sea como fuere, en las universidades de Euskadi, tanto públicas como privadas, hay mayor presencia de alumnas que de alumnos.

Muertes por suicidio. Si bien la mayoría de jóvenes considera que su salud es buena, crece la autovaloración negativa de la salud, sobre todo entre las personas de 16 a 19 años. El suicidio es la primera causa de muerte en la juventud. El Observatorio alerta de que los casos de jóvenes de 15 a 19 años que se quitan la vida suponen el 8% del total de las muertes por suicidio registradas en Euskadi. Del total de fallecimientos de personas jóvenes, casi la mitad (47,5%) son debidos a causas externas, es decir, por razones no ligadas a enfermedades. En el conjunto de la población apenas son el 8%.

Necesidad de vivienda. La carestía del alquiler y de la compra de un piso son otros de los problemas a los que se enfrenta en la actualidad la juventud. El porcentaje de personas con necesidad de vivienda en Euskadi que afirman tener ingresos propios es del 71,9%. Pero, aun así, esto no garantiza poder acceder a un piso. Solo el 18,3% de los jóvenes que trabaja considera que tiene ingresos suficientes y estables para poder acceder a una vivienda.