La transexualidad infantil no es ningún cuento

Etxarri es profesora de educación especial en Pamplona, aunque siempre soñó con crear un cuento. «Es una herramienta de transmisión de valores» para los más txikis y también para los mayores. En el confinamiento se quedó sin trabajo. Se le presentó, sin esperarlo, la oportunidad de sumergirse de lleno en su mundo geométrico y escribir el cuento que ya ideaba. Pero ¿por qué un relato sobre transexualidad? «Faltan muchos recursos sobre el colectivo», advierte.

'¡Soy un triángulo!' es un proyecto personal en el que esta hernaniarra no solo ha escrito la letra, sino que se ha lanzado con las ilustraciones. «Es un proyecto pequeño en el que lo he hecho todo yo, aunque conté con la ayuda de mi amiga Nerea Díaz», subraya. Díaz asumió el papel de editora y de consejera para todas las dudas que le surgieron a su amiga en el proceso creativo.

No obstante, antes de publicar su cuento, esta joven autora se puso en contacto con varias asociaciones que trabajan por la comprensión y visibilidad de la transexualidad. «Yo no soy experta en el tema, pero quería recibir un 'feedback' positivo» de quienes sí lo son. Etxarri quería que el colectivo diese luz verde a su proyecto. No quería cometer errores.

Escribir sobre transexualidad no es sencillo. Se corre el riesgo de incurrir en muchos fallos y exige una selección muy premeditada con el lenguaje y las palabras que se emplean para no dar lugar a malentendidos o a connotaciones desacertadas.

«Recurrí a las formas geométricas para escapar de los estereotipos de género», explica Etxarri. «Es muy difícil dejarlos a un lado utilizando a personas. Los tenemos muy interiorizados. Pero las formas no tienen género». Así, la profesora de educación especial asegura que la mayor dificultad con la que se topó fue la de escribir el cuento en castellano. «En euskera es más fácil escribirlo, es un idioma neutro en el que no se diferencia entre géneros. En castellano no sabía cómo referirme a las formas, ¿masculino, femenino, neutro?», se preguntaba. Se decidió por dotar a los protagonistas de su historia de un género femenino «porque son las formas geométricas». Remarca el 'las', el género intrínseco de 'forma'.

Con la primera remesa de libros en ambos idiomas en su casa, Yaiza tiene conversaciones abiertas con distintas librerías de Euskadi. De momento el libro se puede comprar a través de su página web (www.yaizaetxarrirama.es) y en la librería Sebas de Hernani. «Me encantaría que se vendiese en más librerías, es un buen escaparate para que el libro llegue a más niños y familias». Ese es su objetivo: «Que llegue al máximo de personas. No solo al colectivo 'trans', sino a todos. Tenemos que ser empáticos y entender las situaciones que viven las personas del colectivo», recalca.

'¡Soy un triángulo!' es, por tanto, un cuento infantil sobre transexualidad escrito para ser leído por todos y todas y, así, dejar a un lado los prejuicios y los estereotipos erróneos hacia el colectivo 'trans'.