«Sé dónde trabajo y tengo cuidado»
Colonias. Los centros privados de udalekus celebraron ayer la primera jornada tras la recomendación de cierre de Salud con plena normalidad, aunque sí notaron la ausencia de algunos menores
Con cierta duda, alguna baja, varias solicitudes nuevas de inscripción, pero sobre todo, «con normalidad». Los centros privados de colonias infantiles celebraron ayer la primera jornada tras la recomendación de cierre de Salud sin demasiada dificultad y con las mismas medidas de seguridad que ya tenían implantadas, aunque con cierto énfasis en la petición a sus monitores de que «sean responsables» en sus horas libres, al ser la población de entre 18 a 30 años la que más positivos en Covid-19 está registrando estas últimas semanas.
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Ese fue precisamente el motivo por el cual el departamento que dirige la consejera Nekane Murga optó el sábado por ordenar el cese de los cursillos municipales y dejó la 'obligación' en 'recomendación' en el caso de las entidades de carácter privado. La mayoría abrieron y muchos padres respiraron aliviados. «Hay quien puede creer que exageramos, pero de verdad que si no tengo donde dejar a mis hijos, no puedo trabajar y ya hemos pasado tres meses duros», comentaba Iñigo Urrestarazu, con Irati, de 8 años, y Urko, de 3, de la mano. «Les he traído con total tranquilidad, más medidas de prevención que aquí, imposible», comentaba tranquilo.
Rondaba la una de la tarde y recogía a sus hijos del polideportivo Manteo, en San Sebastián, donde el club Bera Bera organiza los udalekus para los más pequeños durante el verano. Unos minutos antes, varios grupos regresaban al centro deportivo, y una de las mujeres que esperaba a recoger a su nieto, consultaba a una de los monitores si les habían hecho la prueba PCR. La respuesta fue negativa.
«Los grupos son de máximo 10 niños y están siempre con los mismos compañeros y monitores para reducir los contactos»
Oiane Saratxaga (Club Bera Bera)
«Han faltado tres niños, pero también han llamado padres que se han quedado colgados para apuntar a sus hijos»
Marta Elipe (Tilín Talan)
«Cerrar ha sido un palo pero no voy a poner en peligro a mis niños. La ética está por encima de la economía»
Blanca Jiménez (Txikiplanes)
María Vidal tiene 24 años y lleva varios veranos trabajando como monitora en udalekus, aunque, naturalmente, nunca se había visto en una situación como la actual, en la que por el hecho de ser joven, algunos padres –los menos– miran a quienes desempeñan una labor como la suya con cierta desconfianza. «Soy consciente de la situación en la que estamos, sé dónde trabajo y tengo cuidado, trato de evitar aglomeraciones en mis horas libres, pero no lo hago solo por los niños con los que estoy, sino también porque no quiero contagiar a mis padres o a mis abuelos», comentaba.
Su grupo es de niños menores de 6 años, por lo que no están obligados a llevar la mascarilla puesta, aunque casi todos lo llevaban colgando por debajo de la barbilla. «Aun así les digo que se la pongan de vez en cuando, si veo que vamos a entrar en las instalaciones o en ciertas zonas, para que se vayan familiarizando, porque a saber cuánto tiempo se va a prolongar esta situación», decía.
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En este club donostiarra los grupos se han reducido a un máximo de diez niños por monitor «y hoy sí que ha faltado alguno, aunque no sé el motivo», comentaba la joven.
Medidas de seguridad
Alicia García fue a recoger a su nieto Mikel, y reconocía que habían «tenido dudas» de si llevarle o no. «Te da apuro que puedan contagiarse». Unos minutos después subía la rampa Eiden, de 3 años, con su abuela Mari Jose y su tía Onintza. «Los niños como mejor están es con otros niños. Además aquí están en grupos pequeños y siempre con los mismos. En el parque, en cambio, hay más gente, tocan todo... Si aquí ocurre algo es más fácil controlarlo», comentaban.
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A las medidas de seguridad que ya se adoptaron desde el inicio del verano, como la toma de la temperatura a toda persona que accede a las instalaciones o el uso del gel hidroalcohólico, «todo el material lo desinfectamos antes y después de cada uso; los grupos siempre están compuestos por los mismos niños y con el mismo monitor para minimizar la red de contactos; en vez de juntar a todos los niños en Manteo, los repartimos también en Zubiri y la Zurriola, y los padres tienen que recogerlos fuera de las instalaciones. Ya no entran», resume Oiane Saratxaga, responsable de la entidad.
De medidas similares se vale Marta Elipe, directora de Tilin Talan, donde ayer faltaron a las colonias que organiza «tres niños, entiendo que por temor a ser contagiados. Se trata de menos del 1%». En la otra cara de la moneda están las nuevas inscripciones. «Nos han llamado padres para apuntar a sus hijos porque se han quedado colgados por otros centros que han cerrado».
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Evitar completamente el riesgo asume que es «imposible, pero en las colonias y en todas partes. En cualquier caso les hemos insistido a los monitores que sean responsables». La decisión de cierre de los udalekus municipales ha trastocado las agendas de muchos padres que necesitan de un recurso de estas características para poder trabajar. En este sentido, Elipe reprocha la falta de ayudas a la conciliación «Todo es a coste de las familias. El Gobierno Vasco decide que se cierran las colonias municipales, pero ¿quién se puede permitir contratar a una persona para que cuide de tus hijos ocho horas al día? Lo pueden costear pocos, y la gente tiene que seguir trabajando», recuerda.
Txikiplanes es una de las empresas guipuzcoanas que ha optado por echar de nuevo la persiana de su negocio, apenas un mes después de abrir. Tenían «casi todo completo hasta septiembre», pero para su directora Blanca Jiménez «la situación no se presta para seguir trabajando en grupo». «Cerrar ha sido un palo pero a mis niños no los voy a poner en riesgo, lo tengo claro. La necesidad de muchos padres de contar con un servicio como el nuestro es muy real, pero en esta situación para mí la ética está por encima de la economía, y eso que este año está siendo horrible», señala.
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Entre las actividades que tampoco tendrán continuidad este verano, a menos que se acuerde lo contrario si la evolución de la pandemia es favorable, serán las colonias Oporretan Euskaraz, organizadas por el Ayuntamiento de San Sebastián y que tenían previsto celebrarse ayer y hoy.
El mismo sábado, poco después de que el departamento vasco de Salud informara de la obligatoriedad de cerrar los cursillos o talleres municipales, el Ayuntamiento de Zumaia canceló las Topaketa que arrancaban ayer. La decisión fue notificada a las familias de los menores inscritos el mismo sábado. En un comunicado el consistorio zumaiarra agradece a los padres la buena disposición y comprensión por la medida adoptada.
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