La excavación en el tramo Easo-Miraconcha se ha retomado en el frente situado ya bajo la calle Urbieta. ets

Los últimos 80 metros del Topo bajo La Concha, a la espera del aval de Costas

La excavación del tramo final de la pasante ferroviaria se retoma desde la calle Urbieta; costará año y medio completar los 450 metros de trazado que faltan

Amaia Chico

San Sebastián

Domingo, 8 de agosto 2021, 07:53

Los últimos 450 metros de los 4,2 kilómetros de la pasante ferroviaria del Topo son cuesta arriba. No es que el tren vaya a ... convertirse ahora en una montaña rusa, sino que la excavación de ese tramo final localizado en el Centro de Donostia, especialmente de los 80 metros que quedan por abrir bajo la playa de La Concha, van a requerir el mayor esfuerzo técnico, económico y temporal de todo el trazado, completo ya en un 90%. Los trabajos en el subsuelo para concluir ese 10% de túnel que falta entre Miraconcha y Easo se han retomado esta semana tras más de un año paralizados, pero la zona que se ha demostrado más sensible, la que discurre bajo la playa de La Concha deberá esperar un poco más. La Dirección de Costas del Ministerio de Transición Ecológica debe avalar el último informe presentado por Euskal Trenbide Sarea tras los estudios de investigación geotécnica complementarios y la cimentación del terreno llevados a cabo a raíz de los tres socavones aparecidos en la zona. En la gestora ferroviaria vasca esperan tener la autorización en septiembre y reanudar la excavación por ese frente en otoño.

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Hasta entonces, la máquina rozadora ha vuelto hace unos días a iniciar los trabajos desde el frente opuesto, situado ya a la altura de la calle Urbieta. «Estaba hecho el avance (parte superior del túnel) y el martes empezamos con la destroza (parte inferior)» con el fin de llegar hasta el punto donde se abrirá la «caverna», la tercera estación de esta variante soterrada que se denominará Centro-La Concha, explican el director de Construcción de ETS, Antonio López, y el director de obra del tramo, José Mari Gutiérrez. Ambos asumen el retraso de «14 meses» generado por los incidentes originados en junio de 2020, y la ralentización que va a suponer a la hora de avanzar, metro a metro, el terreno al que se enfrentan ahora. «Desde Urbieta llegaremos hasta la estación -situada entre la calle San Martín y Easo- como máximo el próximo febrero» y entonces comenzará la excavación de los 100 metros que ocupa la caverna. Durante todo el año 2022 se abrirá esa estación que contará con tres accesos, el de la plaza Xabier Zubiri que ya se ha abierto desde la superficie; el de la calle Loiola, que comenzará a excavarse en septiembre; y el de la calle San Bartolomé, cuya ubicación exacta está por decidir pero que, seguro, «tendrá salida directa a la calle». Esta última estación se situará a una profundidad de 30 metros, y antes de abrirla «se han inspeccionado todos los edificios que están encima».

El Ministerio debe autorizar la excavación bajo la playa tras los estudios geotécnicos y el refuerzo del terreno

Socavones

La previsión es finalizar la excavación a principios de 2023, y que la variante entre en servicio en 2025

Plazos

«La estimación de avance por el otro lado es más incierta», constantan los técnicos, que proyectan que los 150 metros desde la playa hasta llegar al otro extremo de la estación costarán más de un año de trabajo. «En un túnel el avance te lo marca el terreno», constantan. Y en ese punto, como se ha evidenciado en los últimos meses, la composición del suelo «con una roca competente, pero con conductos karstikos que pueden meternos agua en el túnel» confieren a la excavación mayor dificultad. «Eso es lo que pretendemos sellar y que nos exige entrar de una forma mucho más controlada», indican.

Esa forma consiste en una técnica distinta. «Se excava lateralmente el lado contrario a donde irá el túnel de línea, y se van haciendo inyecciones (de hormigón) en abanico para consolidar la parte comprometida», explica López intentando plasmar en un dibujo el sistema con el que confían en salvar esos 150 metros. «Quedan 80 bajo la playa, que son dominio marítimo-terrestre por lo que necesitamos el permiso de Costas, y otros 70 hasta el cale (la unión de ambos lados del túnel) que se producirá en la estación».

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Esta tarea está ahora encomendada a la UTE formada por Altuna y Uria, Iza y Acciona, que se hizo con el nuevo contrato después de la obligación de resolver el anterior por los sobrecostes generados a raíz de los problemas en la excavación. El remate de este trazado tendrá un coste de 57,8 millones, que sumado a lo ya ejecutado elevará en 30 millones la factura final.

El avance en ambos frentes se seguirá con lupa por los miembros de la corporación municipal que hace unas semanas visitaron todo el recorrido y que en el último año han pedido explicaciones y garantías de seguridad a la gestora ferroviaria que está ejecutando la pasante.

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«A principios de 2023 estará todo excavado», se aventuran los técnicos, con el fin de que como tarde en 2025 los trenes circulen por el nuevo trazado.

En la estación de Lugaritz ya se ha concluido «el telescopio» que une la vía nueva con la actual, en la que no se ha suspendido la circulación de trenes. ets

Lugaritz, conectado y la boca de Errondo, aplazada

La variante soterrada ya tiene 3,7 kilómetros excavados, dos de las tres estaciones -Easo y Benta Berri- y los extremos que conectan en Morlans y Lugaritz. En esta última se ha culminado ya la conexión entre la vía actual y la nueva, mediante un «telescopio», denominan los responsables de obra por su forma, con «un ancho de 16 metros, igual que una caverna de estación, y no los 8 metros del túnel convencional». Además, destacan, se ha construido sin necesidad de suspender en ningún momento la circulación de trenes. Cuando entre en servicio la variante, por la vía antigua seguirán pasando los trenes de mercancías, mientras que los de pasajeros que proceden de Lasarte-Oria se desviarán hacia Benta Berri y el Centro en el nuevo recorrido.

En Easo, la futura estación soterrada ya está construida y revestida. Y uno de sus dos accesos, el de la calle Autonomía, está también abierto. La que tendrá que esperar todavía unos años es la segunda boca de esta estación, la proyectada en la calle Errondo, al otro lado de las actuales vías. «Se ha excavado desde el interior, pero se completará cuando la variante ya esté en marcha y se elimine la actual playa de vías», explica Antonio López. «Si no, habría que cortar la circulación de trenes», argumenta, decisión que no se contempla.

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