Plaza de Gipuzkoa

De aquí de siempre

Jueves, 27 de febrero 2025, 06:36

En 1644 las Juntas Generales de Gipuzkoa decretaron la expulsión de «moros y moras, negros y negras, mulatos y mulatas», así, con lenguaje inclusivo, porque ... ya sabemos que el masculino genérico basta para nombrarnos a todos, ya, nunca produce ambigüedades, claro, pero con la limpieza de sangre no iban a permitirse dudas: negros y negras a la puñetera calle, moros y moras, mulatos y mulatas. El primer estatuto de limpieza de sangre se aplicó en Toledo en 1449 para impedir que marranos y moriscos ocuparan cargos en la administración, los gremios, los colegios, las órdenes militares…

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Los conceptos «nosotros los de aquí de toda la vida» y «los de casa primero», tan vigorosos en nuestros días, adquirieron reconocimiento legal. Los guipuzcoanos los aplicaron con tanto entusiasmo que en 1482 prohibieron que los castellanos (esa gente sospechosa de mezclas) vivieran o se casaran en Gipuzkoa, y en los siguientes siglos expulsaron a agotes, judíos, gitanos, venedizos y tornadizos. Ahora que resurge el gusto por los censos agropecuarios de seres humanos y los castigos colectivos, tenemos una exposición estupenda en la casa de cultura de Aiete sobre los cincos siglos de presencia gitana en Gipuzkoa (incluidos los compositores de mi versión favorita del Txuri-urdin, por cierto) y otra en la sala Kubo con los cuadros de María Paz Jiménez, con sus cargas de profundidad bajo apariencias ingenuas, con su arte moderno, explorador, gitano, por suerte nuestro.

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