Coronavirus: En el bar, todos sentados en el taburete
Hostelería ·
Los hosteleros tratan de hacer cumplir la prohibición de consumir de pie tanto en barra como en terraza a unos clientes responsables: «Aunque tengas que llamar la atención, son receptivos»alazne aldayturriaga
Sábado, 22 de agosto 2020, 07:33
Hay gente a la que le está costando más amoldarse y cumplir las normas, pero en general el público está respondiendo bien y no protesta ... mucho», señala Ander Esarte, propietario del Bar Txuleta, ante las medidas de restricción que entraron en vigor el miércoles tras la publicación en el Boletín Oficial del País Vasco. Desde entonces, ha quedado prohibido consumir de pie, tanto en barra como en terraza. Además, la distancia de 1,5 metros pasa a ser entre respaldo y respaldo, en lugar de entre mesas, y como máximo puede haber agrupaciones de 10 personas en el interior y en el exterior del local, donde se empiezan a formar colas. Los hosteleros creen que es «necesario frenar el virus con medidas restrictivas por el bien de todos», pero se muestran descontentos «con el trato que se está teniendo con la hostelería».
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La barra debe estar libre de gente de pie. Solamente se permite pedir, y para poder consumir en ella siempre debe haber taburetes en los que sentarse. Juan Absil, camarero del Bar Bartolo, afirma que «la gente ha comprendido la situación y tiene paciencia. Lo mejor es que están colaborando». Además, añade que «aunque tengas que llamar la atención son muy receptivos, e intentan cumplir todas las medidas sanitarias».
«Toda la responsabilidad del cumplimiento de las normas cae sobre el establecimiento, debemos enfrentamos al cliente»
Los consumidores «se están portando bastante bien. Cuando les explicas las medidas a cumplir, la gente lo entiende», comenta David Garrancho, gerente del Grupo Garrancho. Aún así, no pueden bajar la guardia. «La norma deja claro que toda la responsabilidad de su cumplimiento es del establecimiento, por lo que tenemos que enfrentarnos con el cliente que no las cumple», denuncia.
En el Bar Martínez, del que se encarga Mikel Martínez, perciben que «la gente es comprensiva. Sí que de vez en cuando tenemos que llamar la atención a alguien. Pero en un 95% la gente entiende todo, cumple y no supone problema».
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Todas estas medidas también perjudican al aforo de los locales. El metro y medio de distancia que debe haber entre los taburetes, también debe guardarse entre respaldo y respaldo en el comedor, por lo que los bares de pintxos, que no suelen tener mucho espacio, como es el caso del Bar Martínez, se ven afectados por las recientes medidas. «Hemos tenido que quitar mesas y por tanto limitar la clientela, y en un negocio, una simple mesa supone bastante dinero», lamenta Martínez. Debido a ello, en las calles de la Parte Vieja donostiarra se han comenzado a ver colas fuera de los locales de gente que espera a poder ser atendida.
Por el bien de todos
Por su parte, los consumidores piensan que los hosteleros «lo están llevando muy bien». Creen que «es mejor obligar que recomendar, porque si no la gente no respeta las medidas. Se implantan por el bien de todos», explica Laura. No obstante, la clientela se pone en la piel de los hosteleros. Aunque defienden la necesidad de estas normas, «hay que entender a los que tienen estos negocios. Viven de esto y les puede desfavorecer», indican Ismael y Carmen. Aun así, Edu cree que las medidas «llegan tarde. Las autoridades sabían lo que pasaba».
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