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De una Semana Santa veraniega a una fría y otoñal en solo 48 horas
Tras unos días con los termómetros marcando 25 grados, a partir de mañana un anticiclón bajará las temperaturas y traerá lluvia en la costa
El cambio de armario tendrá que esperar y será mejor no guardar del todo la ropa de abrigo o el paraguas. Y es que el parte meteorológico de Aemet habla de una Semana Santa que podríamos dividir en dos partes claramente diferenciadas. Tras un inicio veraniego con viento sur, sin precipitaciones, con temperaturas por encima de los 25 grados y con máximas rondando los 29 grados, la tarde de mañana, 1 de abril, comenzará el cambio. «Se podría decir que volverá el invierno», ironiza Margarita Martín, delegada de Aemet en Euskadi.
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Una borrasca proveniente de las Azores ha sido la causante de las cálidas temperaturas de los últimos días que han llenado terrazas y paseos. «El viento ha sido sur en toda la península y como cada vez que sube y baja una cordillera se recalienta, la zona del Cantábrico es la más cálida y con las temperaturas más altas», explica Martín.
Hoy predominará el viento sur y en la costa, las temperaturas máximas alcanzarán «los 28 o 29 grados, las más altas para toda la Semana Santa» debido al «aumento de la nubosidad. Se filtrará radiación solar y la borrasca nos hará sudar».
Pero el tiempo primaveral «es cambiante y no dura mucho», advierte la delegada de Aemet. Mañana, un anticiclón proveniente del extremo norte del Atlántico hará retroceder a la borrasca, bajará las temperaturas y dejará alguna precipitación, sobre todo en la Rioja Alavesa donde a la tarde «hay posibilidad de tormenta». A su paso por la Llanada Alavesa, la bolsa de aire frío irá perdiendo fuerza y es «poco probable» que las precipitaciones lleguen a la costa.
Con el descenso del anticiclón, a partir de la tarde del Viernes Santo, 2 de abril, las temperaturas bajarán «con bastante brusquedad» y el cambio será mucho más notorio en la noche del viernes al sábado. «Llegarán las primeras precipitaciones, aunque débiles porque la atmósfera estará seca. Debido al viento sur que está soplando estos días apenas hay humedad». El fin de semana seguirá evolucionando y, a partir del mediodía del sábado, las temperaturas serán mucho más bajas. «De los 29 grados pasaremos a 18, incluso a 16-17». Es decir, en apenas 48 horas la temperatura bajará a la mitad.
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Asimismo, debido al cambio de aire aumentarán las precipitaciones, que pasarán a tener «carácter generalizado, sobre todo en la costa». No así en el interior, donde es poco probable que llueva «aunque hará mucho frío». En palabras de Martín, las temperaturas cercanas a los 25 grados quedarán lejanas. «A partir de la tarde del sábado nos podemos ir olvidando de ellas, pasaremos a tener frío». Tampoco serán días para dejarse el paraguas o el abrigo en casa, ya que las precipitaciones serán habituales. «No serán muy copiosas, pero lloverá».
Eso sí, al contrario que hace un año, solo habrá nieve en los montes. «La noche del sábado a viernes serán de agua líquida porque todavía hará calor, pero conforme avance el sábado las precipitaciones podrán hacerse de nieve a partir de los mil metros».
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Tampoco es muy halagüeño el parte para la semana de Pascua. «Será muy fría, con lluvias y mucho viento. Se podría decir que tras el anticipo de verano que hemos tenido volverá el invierno». Para Martín «esa es la variabilidad natural del clima».
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