Borrar

De Atotxa al interior de las fábricas y a la Belle Époque

Mil años, mil historias y mil momentos que contar. Arrancamos con un viaje a la historia de la Real, universo simbólico del territorio, en la semana en la que el Madrid visita Anoeta

Arantxa Aldaz

San Sebastián

Domingo, 7 de septiembre 2025

Comenta

¿Si pudieras viajar en el tiempo, qué destino elegirías? El primer paseo audiovisual para conmemorar el milenio de Gipuzkoa se detiene en el añorado Atotxa. Mil años de Gipuzkoa, mil historias y mil momentos para recordar, pero en la semana en la que el Madrid visita Anoeta, la respuesta estaba dada. ¿Podrá saber la IA quién va a ganar el duelo? 'Revive Ipuskoa/Ipuskoa Bizi' se abre hueco entre el abarrotado público en las gradas, pobladas de aficionados vestidos con largos abrigos, corbata y sombreros calados hasta los ojos. Las leyendas en blanco y negro driblan al rival con el balón. Ontoria, Kiriki, Eizaguirre, Arrate... Paco Bienzobas se revuelve entre el barro y marca gol. La grada enloquece. La cámara se acerca a las primeras filas. Un hombre del público saluda. Un escalofrío recorre al espectador. Parece real. Hay lugares que forman parte de la vida de generaciones y, sin saber cómo, permanecen intactos, aunque ya no existan físicamente. Ese universo guipuzcoano se llama Atotxa.

El campo de los sueños pasa del recuerdo al movimiento. Solo falta el olor a puro y a fruta. Pero de sabores no sabe (todavía) la inteligencia artificial. La historia de la Real es tan conocida que parece que no puede añadirse nada más sobre ella. Pero merece la pena regresar a 1909 y recorrer las décadas de crecimiento del club. El fútbol como poderoso aglutinante social, elemento vertebrador de un territorio que ha crecido vestido de txuri-urdin.

Esta primera etapa del viaje podrá verse desde este lunes en la web www.diariovasco.com y en las cuentas del periódico en redes sociales (Instagram, Tik Tok, X y Youtube). Pero se hace corta. Así que el recorrido por la historia de Gipuzkoa continuará el próximo domingo, en el que habrá ocasión de pasear por la Belle Époque y de retratar la forma de vestir en fiestas populares de la sociedad guipuzcoana, un territorio a la moda. Habrá también tiempo para entrar hasta la cocina, de conocer cómo eran las primeras sociedades gastronómicas, ingredientes de la cultura popular y social de Gipuzkoa. Asomarán también en ese paisaje urbano las fábricas que han forjado el modelo industrial del territorio, la mano de obra en la siderurgia o las cigarreras de la antigua Tabacalera. No haremos más 'spóiler'. El proyecto se prolongará hasta final de año, como broche final al milenio de Gipuzkoa.

Un proceso creativo y humano

La inteligencia artificial -bien utilizada- ha permitido dar un salto creativo, dando movimiento a las fotos. Pero el proceso no resulta tan inmediato como pedirle al programa que una imagen cobre vida. Al contrario. La creación de cada vídeo conlleva un laborioso trabajo en equipo y humano. La tecnología genera las imágenes, «pero ni se obtienen secuencias perfectas ni siempre hace lo que le pides», explica Iñigo Puerta, periodista del equipo de Nuevas Narrativas y Diseño. «A la tecnología hay que pedirle de forma clara qué quieres. Analizamos cada foto para saber qué gestos y qué protagonistas pueden desarrollar movimiento», añade. «Son instrucciones que hay que dar por escrito y además luego añadirle el movimiento de cámara que queremos emular. La IA a veces fabrica imágenes o acciones no verosímiles. No siempre conoce el contexto de lo que se le pide. Puede poner en movimiento a jugador en un campo, pero también sumar jugadores que no existían o deformarlos», pone de ejemplo. Limpiar esos fallos es una fase clave. «Transformar una foto en movimiento puede hacerse en un minuto o llevarte varias horas», apunta.

Una vez obtenidas las secuencias deseadas, arranca el proceso de edición puramente audiovisual, hasta dar forma a esas piezas de historia y nostalgia.

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariovasco De Atotxa al interior de las fábricas y a la Belle Époque

De Atotxa al interior de las fábricas y a la Belle Époque