Dos horas sin salir del tren por una avería en San Sebastián

Todo derivó de una incidencia aparentemente sin demasiada trascendencia, que a lo sumo iba a causar un retraso en los trenes de 15 o 20 minutos. Eran las 11.05 horas, cuando una caída de tensión en la subestación de Adif en Pasaia provocó que los trenes que circulaban entre Irun y Andoain se vieran detenidos, según informó Adif a este periódico. La conexión eléctrica se restableció a las 11.20 horas, y Renfe pudo retomar su servicio con el referido retraso de un cuarto de hora.

Sin embargo, uno de los trenes, al que la falta de suministro eléctrico en la infraestructura le sorprendió entre las estaciones de San Sebastián y Gros, no pudo reemprender su marcha. En concreto, según precisó Renfe a DV, no fue posible reactivar el pantógrafo, que es el mecanismo que transmite la corriente eléctrica desde la catenaria a la locomotora. Y a partir de ahí, la cascada de problemas se precipitó en tromba sobre los pasajeros.

Por un lado, los técnicos no pudieron reparar la avería, por lo que la compañía decidió enviar otra unidad con el fin de remolcar el tren averiado los apenas 100 metros hasta la estación, donde los pasajeros podrían apearse y, quien lo deseara, subirse a otro ferrocarril. Pero «por razones técnicas», tampoco se pudo efectuar el acoplamiento entre ambas unidades.

Durante este proceso, y a la vista que los minutos se iban sucediendo y el tren seguía varado en la vía 1, algunos pasajeros activaron el sistema de emergencia de apertura de puertas con el fin de salir a las vías, por lo que el maquinista procedió a bloquear el cierre del tren «para preservar la seguridad de los viajeros», según fuentes de Renfe, dado que el tráfico ferroviario había sido canalizado por la vía 2.

La tensión humana fue 'in crescendo' dentro del tren, donde el baño no estaba habilitado. El teléfono de emergencias 112 recibió varias llamadas para informar del suceso, y se movilizaron dotaciones de Ertzaintza y Bomberos. Sobre las 14.00 horas, Renfe dispuso una escalera para bajar a los pasajeros y evacuarlos «a pie hasta la estación de San Sebastián», lo que enervó a más de un viajero que con anterioridad había reclamado esta opción. La operación culminó «a las 14.30 horas», y otro tren remolcó al averiado hasta el taller para ser reparado.

La presencia de este tren obstaculizando una de las vías generó retrasos en la red de Cercanías, y un gran enfado en buena parte de los usuarios. Así, a través de las redes sociales, algunas personas se quejaron de que «los trenes llegan tarde y no hay aviso de ellos, incluso hay trenes que ni llegan». Desde Errenteria, una persona lamentaba que llevaba una hora esperando para subirse a un vagón con el fin de ir a Urnieta.

El tráfico ferroviario recuperó gradualmente la normalidad, y Renfe pidió «disculpas» a los perjudicados «por el tiempo que han tenido que esperar», ya que la demora acabó siendo «mayor de la prevista» en un inicio, cuando un tren se transformó en jaula.