«Teníamos unas ganas locas de que volvieran los toldos después de dos años de pandemia»

La temporada oficial de playas comienza justo a tiempo para aliviar las sofocantes temperaturas de estos días. Los toldos se han desplegado hoy por primera vez desde la llegada del coronavirus junto al resto de servicios habituales de los arenales donostiarras.

«Teníamos unas ganas locas de que volvieran los toldos después de dos años de pandemia y encima nos ha salido un día fabuloso. Igual hay gente a la que no le gusta este plan, pero yo he tenido la suerte de venir desde pequeño con los aitas y estoy encantadísimo», comentaba Jon, uno de los primeros usuarios en ocupar su parcela.

Para Beatriz, que está embarazada, y su madre, María José, lo mejor de los toldos es la sombra que ofrecen. «Nos viene fenomenal para estar con los niños y sobre todo ahora, con la tripilla», dice señalándose. Para bañistas veteranos como Xabier o Antonio, el regreso de los parasoles es una buena noticia aunque «estos años también hemos estado bien sin ellos». «Ahora tenemos mayor comodidad», admite el primero, mientras que el segundo rememora cómo se han «apañado» por su cuenta para seguir viniendo a la playa pese a las restricciones impuestas durante la crisis sanitaria. Para Juli, otra habitual de La Concha, el toldo ofrece «un sitio donde ir y juntarnos».

A todos ellos les sonrió la fortuna en el sorteo de los 440 parasoles en este arenal, donde no queda ni un centímetro de tela libre. En Ondarreta y Zurriola, en cambio, sí hay huecos disponibles. En la playa del Antiguo, por ejemplo, el Ayuntamiento contabiliza aún 27 toldos sin adjudicar de los 424 existentes, además de 39 de las 98 carpas, mientras que las sombrillas se han agotado. En la de Gros, de los 240 toldos habilitados todavía pueden comprarse 77. En la web municipal (www.donostia.eus) continúa abierto el plazo de libre adquisición. El servicio de toldos, parasoles y carpas funcionará hasta el 15 de septiembre. Este año también regresa el alquiler de sillas en La Concha, con la normalidad de antes de la pandemia.

Desde el consistorio recuerdan que las cabinas colectivas de las tres playas están asimismo operativas, una vez finalizadas las obras de renovación. El horario de apertura al público es de 9 a 20 horas este mes y en septiembre y de 9 a 20.30 horas en julio y agosto. La última entrada a las instalaciones será media hora antes de su cierre. El concejal del PSE Miguel Ángel Díez destaca las «mejoras en eficiencia energética» introducidas en las cabinas de La Concha y Ondarreta, aprovechando las reformas realizadas.

Los socorristas vigilarán las playas hasta el 30 de septiembre desde las nuevas torres de madera que sustituyen a las antiguas metálicas. Una treintena de personas de la empresa BPXport son las encargados de vigilar la seguridad de las playas con la ayuda de dos motos acuáticas. El horario de este servicio de salvamento es de 10 a 20 horas, salvo la segunda quincena de septiembre, cuando funcionará de 10.30 a 19.30 horas.

Además, en la playa de Zurriola están en marcha desde el pasado día 1 las piscinas del club Tin Tin, el bar con terraza y las canchas de voleibol. En La Concha ya atienden los bares del voladizo y el kiosco de helados. Y en Ondarreta hay servicio de alquiler de piraguas, club Tin Tin y kiosco-bar con terraza tanto en la zona este como en la parte oeste. Desde ayer, en la isla de Santa Clara se pone a disposición de los bañistas el kiosco-bar y los váteres públicos.

Díez subraya que los arenales donostiarras disponen de altas calificaciones y certificaciones de calidad que las distinguen internacionalmente. Este año se recomienda no fumar para intentar reducir el impacto de las colillas y proteger la salud.