Prolongado hasta el miércoles el aviso amarillo por olas en la costa guipuzcoana

El fuerte oleaje ha obligado al departamento vasco de Seguridad ha prolongar hasta el miércoles el aviso amarillo por olas en la costa guipuzcoana. Este lunes, en el puerto de Pasaia, se ha medido una altura de ola significante de 5,2 metros.

En previsión del temporal, Donostia ha vuelto a cerrar los paseos marítimos más expuestos como medida de precaución. Así, el Paseo Nuevo permanecido cerrado hasta las diez de la mañana desde la Sociedad Fotográfica; el paseo Salamanca se ha cerrado tanto a peatones como a vehículos. También se ha clausurado durante esas horas el acceso al Peine del Viento y al espigón de la Zurriola. La medida estará vigente al menos hasta este martes a las ocho de la mañana.

En la jornada de este martes, 10 de diciembre, estará activo el aviso amarillo para la navegación hasta las seis de la mañana. Se espera que la altura de ola significante se sitúe en torno a los 4 o los 5 metros, si bien irá disminuyendo durante la madrugada hasta los 3,5 metros.

Asimismo, entre las dos y las cuatro de la madrugada también permanecerá activo el aviso por impacto en la costa. La pleamar está prevista a las 3.03 horas, con una marea estimada de 3,96 metros. El miércoles, se mantendrá el aviso amarillo por riesgo marítimo-costero.

Las precipitaciones se repetirán este lunes y, según la previsión de la Agencia Estatal de Meteorología, Aemet, mañana martes se abrirán claros y el cielo dará una tregua meteorológica, antes de volver a traer algo de lluvia para los siguientes días.

El temporal de olas azotará a toda la cornisa cantábrica. Así, en Galicia también se ha activado el aviso naranja, igual que Asturias y Cantabria. Las autoridades recomiendan alejarse a las playas, paseos marítimos o diques, amarrar las embarcaciones, evitar navegar o practicar deportes acuáticos y no detenerse para sacar fotografías.

Las temperaturas continuarán en descenso en las comunidades del norte peninsular. La niebla también ha sido noticia, sobre todo en Castilla-León, con casi 540 kilómetros de carreteras afectados por la baja visibilidad.