Turismo Gipuzkoa

Seis de cada diez municipios de Gipuzkoa ya cuentan con al menos una vivienda turística de manera regular

Los municipios guipuzcoanos que cuentan con al menos una vivienda turística han superado el 60% del total de las localidades, según el informe que ha publicado el Instituto Nacional de Estadística. La cifra absoluta de viviendas, que se ubicó en 1.957 en febrero de este año, crece paulatinamente año a año en el territorio sin sufrir una subida acelerada, ya que son 46 viviendas más de este tipo que en el mismo mes de 2022 y 70 más que en febrero de 2021.

Concretamente son 56 los municipios con al menos una vivienda turística, el 63,63% de los 88 de toda Gipuzkoa, y la lista va desde los 1.209 pisos que hay en San Sebastián hasta los recién registrados de Larraul, Mutiloa, Soraluze, Errezil, Ataun y Berrobi. Estas seis últimas localidades no contaban con viviendas de este tipo en febrero de 2022, aunque en Errezil sí que hubo uno inscrito hasta agosto de 2021. Entre los que no tienen ninguno, Beasain, Bergara o Urretxu. En los datos del INE es la primera vez que se supera la barrera del 60% en febrero, fuera de la temporada alta-media de turismo.

El Instituto Nacional ha completado esta estadística experimental para dar respuesta a una demanda del sector: contar con una fuente de datos oficial. Asier Pereda, presidente de la Asociación de Viviendas de Uso Turístico de Euskadi (Aparture), explica que «hay veces que hay quien dice que hay poca, mucha o demasiada oferta, y nos parecía necesario tener este banco de datos avalados por una institución pública sobre el que analizar. Nos parece muy positivo que el INE esté monitorizando la oferta, que está muy estabilizada en Gipuzkoa desde hace cuatro años, sobre todo en el caso de Donostia».

Para la obtención de la información se ha utilizado la técnica de web 'scraping', que extrae los datos de las tres plataformas más utilizadas de alojamiento turístico en España para después seleccionar las viviendas turísticas de acuerdo con la normativa de cada comunidad autónoma y eliminar aquellas presentes en más de una plataforma mediante un algoritmo que elimina duplicados.

La tendencia que ratifica el informe es que el pico de viviendas turísticas registradas se alcanza en agosto, para la época estival, mientras que los estudios de febrero muestran siempre un descenso de ese número. El pasado verano, por ejemplo, había 2.294 pisos regulados inscritos en Gipuzkoa, 383 más que seis meses antes en febrero para fijar la subida en el 20%, mientras que en 2021 el aumento de febrero a agosto fue de 211 pisos, un 11%. El único descenso se encontró entre el verano de 2020 y de 2021, cuando hubo un bajón de 143 viviendas, un 6,4%. Ese descenso ha sido menor en Bizkaia en el último semestre analizado, con una bajada de tan solo diez, y le ha aúpado por primera vez a ser la primera comunidad de Euskadi en cantidad de pisos turísticos, un 'sorpasso' que desde Aparture desean analizar para conocer las causas.

Pereda, preguntado por el motivo de la variación existente entre los números de febrero y de agosto, responde que «puede ser que una parte quite la disponibilidad en temporada baja, por eso esa distorsión o diferencia, porque el INE estudia la oferta comercializada, pero en el registro de empresas de Euskadi no hay ninguna variación. Quitan la disponibilidad y puede ser que haya viviendas que no estén gestionadas por empresas, con una gestión más particular, que no les compense trabajar fuera de los periodos de temporada medio-alta».

Hay tres localidades que superan el centenar de pisos turísticos: San Sebastián (1.209), Hondarribia (143) y Zarautz (141). En la capital guipuzcoana, la mayor concentración de pisos turísticos está en Miraconcha y sus alrededores, en el centro y en Aiete con un 6% en cada una de estas zonas, seguido muy de cerca por Igeldo, con un 4,5%.

Además, sumados los de Deba (12), Getaria (19), Mutriku (27), Orio (43), Pasaia (19) y Zumaia (45), los municipios costeros concentran el 84,6% de viviendas turísticas (1.655) de todo Gipuzkoa, aunque esta es una estadística que está descendiendo año a año por la expansión que está viviendo el territorio en este aspecto, y en los meses de febrero el porcentaje está bajando: fue del 86,7% (1.657) en 2022 y del 87,1% (1.644) en 2021.

Lo mismo ha sucedido en verano, aunque la variación del porcentaje es menor. En agosto del año pasado había 2.006 viviendas turísticas en las localidades costeras guipuzcoanas, el 87,4% del total; mientras que en 2021 había 1.841, el 87,75%; y en 2020 1.976, el 88,2% del total.

Y aunque no tengan contacto directo con el mar, su cercanía a la costa y a los destinos turísticos más populares también hace que Irun (59), Lasarte-Oria (21), Urnieta (17), Oiartzun (19), Hernani (16) o Aia (17) -oficialmente geográficamente sí llega al mar, pero la población se encuentra en el interior y en el monte- cuenten con un número considerable de pisos turísticos que provoque que la gran mayoría se encuentren en el norte del territorio. En el interior, los que más tienen son Arrasate, Eibar y Azpeitia, con doce pisos turísticos; y Azkoitia, con diez.

La localidad que más plazas tiene en total de sus viviendas turísticas es San Sebastián, aunque los últimos años ha tenido un descenso considerable hasta llegar a las 5.001 actuales. «El caso de Donostia es bastante paradigmático porque mucho antes de que llegase el Covid ya había reducido ostensiblemente su oferta», expresa Asier Pereda. «Tiene un comportamiento diferente al de otros municipios porque hay una arquitectura legal muy desarrollada». En febrero de 2021, por ejemplo, había 5.120 plazas en la capital guipuzcoana, 119 más que las de hoy en día.

En el resto del territorio, Deba por ejemplo ha reducido a más de la mitad las plazas de viviendas turísticas en dos años, de 153 a 69; y Getaria de 165 a 104. Entre las localidades que más han crecido, Hernani casi ha doblado su oferta en dos años (de 44 a 82), Irun ha pasado de 166 a 232, Lasarte-Oria de 42 a 76 o Aizarnazabal de 5 a 32.

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