«Si no ofrecemos condiciones dignas a los jóvenes, no les podemos pedir hijos»
El profesor universitario achaca la bajada de la natalidad a la reducción de la población en edad fértil y la barrera laboral y residencial que la juventud tiene para emanciparse
El profesor de la UPV/EHU Unai Martín toma con naturalidad el 8,4% de bajada de la natalidad en Gipuzkoa en el primer semestre ... del año, según recoge el informe que el Instituto Nacional de Estadística publicó el miércoles. Entre otras cosas, lo achaca a que hay menos mujeres en edad fértil, aunque estas «tienen más hijos que sus hermanas mayores».
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– ¿Cómo valora los datos del INE?
– Antes de nada, se tiende a pensar que la natalidad lleva bajando muchísimos años y no es así: bajó mucho de 1975 a los 90, y después subió hasta 2014-2015 un 50%, aunque es verdad que en Euskadi desciende. Tenemos una natalidad estructuralmente baja, motivada por lo que sabemos: las condiciones de las personas jóvenes, la dificultad para tener el segundo hijo... pero hasta la pandemia no bajó porque la gente tuviera menos hijos, sino porque había menos personas jóvenes. Es decir, debemos diferenciar natalidad, que es el número de nacimientos, y fecundidad, que es el número de nacimientos por mujer, que no baja en Euskadi. Es más, las mujeres ahora están teniendo más hijos que sus hermanas mayores. En 1994, la tasa de fecundidad era 0,90, y ahora ronda el 1,14. Es baja porque Euskadi es lugar poco favorecedor para tener hijos, pero no está bajando.
– ¿La natalidad no empezó a bajar con la crisis de 2008?
– En Euskadi no, porque la fecundidad no ha bajado. Empezó a bajar cuando las generaciones menos numerosas comenzaron a incorporarse a la edad de tener hijos. La crisis sí tuvo más efecto en España, donde hay una mayor natalidad debido a población extranjera, y en 2008 las personas dejaron de venir y hubo retornos.
«En Euskadi no tenemos valores distintos a Europa, sino que aquí es difícil tener el primer hijo y así no es fácil tener el segundo»
– Ha hecho referencia 'hasta la pandemia... ¿por qué?
– Cuando la gente entra en situación de incertidumbre, no suele tener hijos, y se nota un bajón asociado a personas que aplazan su decisión pero los tiene más adelante, como ocurrió en otras crisis o guerras. Ahora no sabemos si será igual, pero además tenemos el problema de una maternidad tan retrasada que quizá quien lo retrasa ya no lo tenga.
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– ¿Por qué considera que Euskadi favorece poco la natalidad?
– Los hijos se tienen en edades jóvenes, que en Euskadi son edades de precariedad vital, residencial, económica... Así es difícil tener hijos. Tendemos a pensar que la clave de la baja natalidad en Euskadi respecto a otras regiones es el paso del primer hijo al segundo. Faltan estudios en Euskadi, porque no es lo mismo que haya menos natalidad porque hay más parejas sin hijos, o porque las parejas tienen menos hijos, que creo que es el caso de Euskadi. Y esto no se explica porque tengamos valores distintos a Europa, sino porque aquí es difícil tener el primero. Y si tienes el primero tarde es fácil que no tengas el segundo.
– ¿Convendría sincronizar el reloj biológico y el social?
– Y también analizar cómo esta sociedad trata a la juventud, algo que parece no importarnos. Se dice mucho que 'yo tuve dos hijos y no tenía nada...'. Vale, pero igual que las condiciones de las personas mayores han cambiado respecto a hace 20 años, las de antes para tener hijos no son las de ahora. En cada época los jóvenes tienen unas necesidades, y si no somos capaces de dárselas, no podemos esperar que tengan hijos.
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– Promover esas condiciones exigiría un cambio social integral.
– Supondría cambiar el sistema socioeconómico y productivo, y para eso harían falta políticas muy valientes. No se trata de dar 200 euros a las familias por tener un hijo, porque a menudo el problema no es ni económico, sino de condiciones de vida y conciliación que no es fácilmente pagable.
– No se ve voluntad institucional para ese cambio estructural...
– Hay poca esperanza, la verdad. Si te fijas, las áreas de juventud de los gobiernos están más centradas en dar tarjetas descuento y campamentos, que de pensar en cómo podemos asegurarles que puedan tener un proyecto vital a una edad asumible. Algún día habrá un acuerdo político, porque nos va la reproducción de nuestra sociedad en ello, y lo veremos igual que en su día vimos que había que proteger a las personas mayores. Son detalles, como el hecho de que un niño de 5 años paga en el autobús lo mismo que un adulto, pero entendemos que los mayores paguen menos. Pero bueno, esto explica la baja natalidad, pero la bajada es porque la generación fértil es menor y por la incertidumbre del coronavirus.
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– La cifra de hijos deseados sigue en dos, pero no se llega.
– Demográficamente, sí, porque aumentará la población fértil. Parece que la gente sigue queriendo tener esos hijos, pero no los tiene por las condiciones que hay. El deseo reproductivo no creo que vaya a cambiar, y por eso la clave es darles las condiciones para satisfacer ese deseo. Pero esto que digo es hacer ciencia ficción.
«Los gobiernos se centran en dar tarjetas descuento y no en asegurar a los jóvenes un proyecto vital a una edad asumible»
– ¿El aumento de rupturas conyugales puede desfavorecer?
– No tanto como podíamos pensar hace unos años, porque ahora la gente no necesita la misma estabilidad que necesitaba antes.
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– ¿Hay algún espejo en el que mirarnos para subir la natalidad?
– Hay dos modelos. Uno, el norte de Europa, donde tener hijos es un coste que se socializa con permisos de maternidad y paternidad más largos, una red de cuidados de 0 a 2 años más larga, y sobre todo, los niños están en el centro de la sociedad. En Suecia, por ejemplo, no es que el niño no pague el autobús, sino que si tú vas con un carrito, tampoco pagas tú porque se entiende que el niño no puede ir solo. Y, en cambio, fíjate cómo tratamos a los niños durante la pandemia. El otro modelo es como el francés, que las mujeres tienen incluso menos permiso que aquí pero hay una red muy extensa que permite a las personas poder trabajar, y también ayudas. Aquí hemos tenido conquistas como los permisos de paternidad, pero no un modelo que permita el cuidado de los padres ni una red estatal que ayude al cuidado.
– Los datos del INE recogen que la natalidad cae un 8,4% en Gipuzkoa y se mantiene en Álava y Bizkaia. ¿Será algo coyuntural?
– Son datos de medio año y habría que esperar al año. No creo que haya nada distinto en Gipuzkoa.
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– El estudio también constata una mortalidad mayor que en la época más grave de la pandemia.
– Eso sí que es raro. Lo lógico sería que hubiera bajado, porque durante la pandemia pensábamos que muchas eran muertes adelantadas, de gente que moriría uno o dos años más tarde. Pero se están dando unos picos de sobremortalidad que puede ser algo aleatorio, como lo que decía de Gipuzkoa. Pero habría que mirar qué está pasando, porque no sabemos.
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