Histórica sede de la fábrica de refrescos Norbega en Añorga. PACO MARÍ / FONDO MARÍN

La calle de la memoria

Un refresco... y a escribir para el concurso

Mikel G. Gurpegui

San Sebastián

Miércoles, 22 de febrero 2023, 01:00

Era una campaña de marketing y cultura imbatible, que muchas generaciones de guipuzcoanos recordarán por haber participado activamente en ella.

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Desde el año 1960, los ... escolares eran invitados a visitar la fábrica de Coca-Cola en el barrio de Añorga, con su edificio de líneas futuristas. Allí les enseñaban las instalaciones para saber cómo se fabricaba el famoso refresco (no, la fórmula secreta no la daban), les convidaban a un botellín y se les animaba a participar en el Concurso Interescolar de Redacción.

Quienes eran (confesémoslo, éramos) seleccionados como los dos mejores autores de cada clase, a la hora de redactar un texto sobre un tema dado, pasábamos a la fase provincial, lo que te obligaba a acudir un sábado al instituto Usandizaga para reunirte con los otros aprendices de escritores de Gipuzkoa y hacer in situ una nueva redacción sobre un tema anunciado al momento, con la misma tensión y concentración que tendríamos si se tratara de una oposición. Si superabas esta fase, pasabas a la fase final a nivel nacional (ahí ya no llegamos, la verdad).

1963

Desde 1960 y durante décadas, era habitual que los escolares guipuzcoanos visitasen la fábrica de Coca-Cola en Añorga y participasen en el Concurso Interescolar de Redacción que organizaba la firma

Como EL DIARIO VASCO y otros periódicos regionales colaboraban con la empresa de cola, muchas de las redacciones participantes aparecían un día cualquiera reproducidas en las páginas del periódico, para alegría de las familias de los jóvenes literatos.

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Así, aquellos esforzados textos escolares se convirtieron en ingredientes habituales del periódico durante las décadas de los 60 y los 70 y hasta entrados los 80. Al parecer, el certamen ha tenido continuidad, bajo la fórmula de Concurso Coca-Cola Jóvenes Autores de Relato Corto.

«Brillantez y entusiasmo»

En la edición de DV de hace sesenta años, el 22 de febrero de 1963, publicaban dos redacciones, una de María Icíar Idiazábal, residente en Rentería y alumna del colegio de San José, sobre 'Mahoma y su valor histórico', y otra de la irunesa María del Carmen Valle, titulado 'El segundo trabajo'.

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Según informaban, «el Concurso Interescolar de Redacción, organizado por Norbega, S.A., concesionario de Coca-Cola, en colaboración con EL DIARIO VASCO, continúa con toda brillantez y entusiasmo que desde su principio se ha mantenido».

Se trataba de la tercera edición del concurso, con gran premio final patrocinado por la línea aérea TWA. Promocionaban sus virtudes con declaraciones de un pedagogo (sin nombre identificado). Este destacaba que «el alumno, desde el momento que se decide a tomar parte en un concurso de redacción, se ve precisado a realizar una especia de gimnasia mental que le lleva necesariamente a ordenar sus ideas, pulir el estilo y consultar bibliografía, a fin de poder realizar un trabajo con la mayor perfección posible. Y esto no sólo es educativo sino altamente formativo».

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