Disfrazados en un festival de 1923. RICARDO MARTÍN / PHOTO CARTE

La calle de la memoria

1934 | «Servicio de disfraces» para el Carnaval

Mikel G. Gurpegui

San Sebastián

Sábado, 10 de febrero 2024, 01:00

Máscaras. Si queréis lucir por Carnavales con un bonito disfraz, no dejéis de visitar la Exposición de la calle San Jerónimo, 25, primero» ('La Voz ... de Guipúzcoa', 10 de febrero de 1934).

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Hace noventa años ya habían pasado los años mas intensos del Carnaval donostiarra, pero aún se dejaban sentir en la ciudad y, sobre todo, en el interior de numerosos establecimientos y agrupaciones.

Leyendo 'La Voz de Guipúzcoa' del 10-II-1934 descubrimos que organizaban bailes de Carnaval en el Círculo Mercantil (con banquete a las nueve y media y «baile de trajes» a continuación), el Círculo Vallisoletano y el Radical (en sus locales de Miracruz, 16, «los cuales se encontrarán esa noche profusamente engalanados»).

1934

Bailes de Carnaval. «Admirablemente decorado y profusamente iluminado, el Frontón Urumea quedará convertido en esos magníficos palacios donde la luz, la alegría, la música y la elegancia ponen su nota destacada»

En cuestión de círculos, el Riojano echaba el resto, organizando tres eventos carnavaleros: «Domingo 11.– Gran baile, amenizado por un excelente pianista. Martes 13.– Gran festival y baile, a cargo de la orquestina Scherzzo. Domingo 18.– Gran concurso de disfraces para señoritas con valiosos premios, baile por la orquestina y rotura de la piña».

Aviso de la sociedad Umore-Ona: «Esta sociedad del barrio de Gros celebrará mañana, domingo a las diez de la noche, un baile-festival, en el que actuará una afamada orquestina, en honor de sus socios y familiares. Para tal efecto se ha engalanado el salón con todo el realce que requieren estos festejos y, entre otros, habrá un valioso premio para el mejor disfraz de señorita, a juicio del jurado que se nombrará al efecto». ¿Y por qué no había concursos de disfraces para señoritos?

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Hace noventa años, el Frontón Urumea, en Ramón María Lilí, trataba de convertirse en un punto de referencia del Carnaval y preparaba «un programa monstruo» para la juventud. En un texto publicitario, ellos también destacaban su decoración: El suntuoso salón de baile será engalanado como la merece su nutrida y selecta clientela. Admirablemente decorado y profusamente iluminado, el Frontón Urumea quedará convertido en esos magníficos palacios donde la luz, la alegría, la música y la elegancia ponen su nota destacada».

Batallas de confeti

Exageraban un poco, ¿no? En todo caso, allí, en aquel frontón con aspiraciones de palacio se desarrollarían actividades tan evanescentes como una batalla de confeti: «Se celebrarán batallas de confetti, serpentinas y bolas de nieve, para las que auguramos un éxito que ha de sobrepasar con creces el formidable del año pasado. Las señoritas serán obsequiadas con artísticos regalos-sorpresa».

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La banda La Armonía y la orquesta Merino se turnaban en aquellos festivales del Frontón Urumea para los que no hacía falta haber preparado disfraz previamente.

«Para mayor comodidad de los asistentes, ha sido instalado en el mismo edificio (esquina a Usandizaga) un servicio de disfraces, donde se encontrará toda clase de prendas».

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