Coches de caballos en el nuevo Paseo de Coches. Kutxateka
La calle de la memoria

1905 | El paseo de coches

Javier Sada

San Sebastián

Martes, 9 de julio 2024, 09:25

Tal día como el de anteayer, 7 de julio de 1905, a las seis de la tarde, fue inaugurado el 'Paseo de Coches' del paseo ... del Árbol de Gernika, quedando abierto al servicio público desde esa misma hora. Para celebrarlo, la Banda Municipal de Música dio un cierto en dicho lugar.

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Antes de llegar a este día fueron necesarios diversos acuerdos municipales: el 17 de junio de 1902 se aceptó la moción presentada por el concejal Gaminde, para que alguna de las vías urbanas de San Sebastián llevara el nombre de Guernica y se plantase un retoño del simbólico roble, y tres años más tarde, el 14 de febrero de 1905, se acordó denominar paseo del Árbol de Gernika al hasta entonces llamado paseo del Urumea, y que fuera en este lugar donde se plantara el retoño.

1905

Celebrándose las Fiestas Euskaras, en el Paseo del Árbol de Guernica se plantó un retoño del Árbol de Gernika

Así se llegó hasta el domingo 8 de julio de 1906, semana en la que correspondía a San Sebastián celebrar las Fiestas Euskaras. Desde primera hora se tocaron dianas y muchas personas se acercaron a Atocha para ver la exposición de ganado y agricultura. A las 9.30, la Diputación y el Ayuntamiento en corporación, bajo mazas y clarines, acudieron a Santa María en «procesión a la antigua usanza foral, llevando en andas la imagen de San Ignacio».

Se rezó en vascuence

Cantó el Orfeón Donostiarra, «se rezó en vascuence», ofició el obispo de Vitoria, Cadena y Eleta, y predicó el cura párroco de Hernani, Alfonso María de Zabala. Hubo concierto en la Alameda a cargo del Regimiento Sicilia, entrega de los premios del concurso de ganadería y banquete en el Restaurante La Urbana, ofrecido por el alcalde, marqués de Roca-Verde, a los alcaldes de la provincia.

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Asistieron 40 comensales entre los que figuraban diputados, senadores y los alcaldes de Bilbao y Vitoria, terminando con cierta alarma cuando el conocido fotógrafo, Frederic, «hizo algunas instantáneas al magnesio produciendo fogonazos, sistema todavía poco conocidos».

Lo ocurrido por la tarde de aquel día 8, puede leerse en la prensa local del 9 de julio… de 1906. A eso de las seis de la tarde salió la comitiva del Ayuntamiento, en la plaza de la Constitución, para proceder al plantado del retoño en el centro del jardincillo (hoy monumento a la reina María Cristina) situado al final del paseo, junto a la desde 1916 llamada plaza del Centenario.

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Presidido el acto por Ramón María Lili, al llegar el cortejo a la Diputación se unió al mismo la Liga Foral, cuya bandera fue llevada por su presidente Cándido Orbe. Formados todos alrededor del jardín, se adelantó el alcalde y procedió al descubrimiento del retoño, cuya aparición fue saludada con grandes aplausos al tiempo que la banda La Unión entonaba el 'Guernikako', que «se cantó descubierto todo el mundo».

Y el retoño... se secó

El alcalde «pronunció un magistral, patriótico y hermosísimo discurso» resaltando que «este retoño nos recuerda nuestro espíritu de raza, nuestras libertades cívicas, nuestras costumbres patriarcales, nuestra venerada lengua y a nuestros inmortales antepasados».

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Desfilaron los makildantzaris y la comitiva regresó por Avenida, Garibay, Boulevard y San Jerónimo, siendo esperada por un gran gentío para saludar al estandarte de la corporación, que era llevaba por el concejal Arnao. En la plaza de la Constitución se bailó un aurresku que entusiasmó a todos. Dirigió por el alcalde, la cuerda estuvo formada por concejales, damas y señoritas. Se terminó con bertsolaris, 'koplalaris' y fuegos artificiales. No faltaron voces diciendo que julio no era la mejor época para plantar árboles, vaticinando que el retoño se secaría. Y se secó.

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