Adela y Laura, camareras de Eguzki Taberna. FOTOS: iñigo royo

«Incertidumbre continua» en la hostelería ante las medidas de restricción del Gobierno Vasco

El impacto en bares y restaurantes en Tolosa ·

Las dudas sobre las limitaciones no hicieron más que aumentar el malestar en un sector que no mejora. Con el cierre a las 21.00 horas, pierden cenas y ya temen nuevos ERTE

ANA CHUECA

Sábado, 24 de octubre 2020

«Pero esta noche podemos abrir o no?», era la pregunta más repetida entre los hosteleros ayer en Tolosa. Al mediodía, entre las 13.00 ... y 14.00 horas no eran pocos los restaurantes que no sabían si las medidas de restricción en hostelería anunciadas por el Gobierno Vasco para los municipios en alerta roja habían entrado ya en vigor o no. Lo cierto es que lo hacen a partir de hoy. Los mensajes de whatsapp entre los restauradores de Tolosa fueron incesantes durante toda la mañana. Ninguno tenía claro nada. La confusión no hizo más que aumentar el malestar entre los hosteleros que consideran que las medidas son un nuevo ataque al sector, además de injustas al no aplicarse a otros ámbitos como el transporte público.

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Aitor y Javier | BideBide

«Están acabando con la economía y con una cultura»

Aitor Martín y Javier Hernández, encargados del restaurante BideBide de Tolosa, estaban ayer reunidos tratando de elaborar un plan para estar preparados de cara a las nuevas medidas de restricción en hostelería. «Intentamos reducir al máximo las pérdidas del restaurante, porque es obvio que ganancias no va haber», decían respecto a la complicada situación económica. «Nos han dejado en medio del oasis y que cada uno se busque la vida», se quejaba Javier del abandono de las instituciones. «Si restringen la hostelería al menos que sean consecuentes, porque no solo nos vamos a cargar la economía también una cultura». A ambos hosteleros les gustaría que fueran igual de estrictos con el transporte público, las máquinas de la OTA, cajeros automáticos... «Eso no lo desinfecta nadie. Yo me siento más seguro en hostelería. Cada vez que un cliente se levanta se desinfecta todo». «Nerviosos» por la situación y por la «incertidumbre general» que hay, han tenido que cancelar todas las reservas para cenar que tenían ayer y hoy. «La mayoría de clientes nos dice que no puede venir a cenar a las 19.30 horas. Es que es un horario que no entra en la cabeza de nadie».

Koro y Ainhoa | Hotel Oria

«No hay nadie que sepa decirnos qué pasa»

Koro y Ainhoa regentan el hotel familiar.

«No hay nadie que sepa decirnos qué pasa», criticaban «la incertidumbre continua» ayer al mediodía Koro Mocoroa y Ainhoa Izagirre del Hotel y Cafetería Oria y el restaurante Botarri. Madre e hija no se aclaraban ni encontraban a nadie que supiera cuándo entraba en vigor el cierre a las 21.00 horas en hostelería. «Lo único que tenemos claro es que lo clientes del hotel sí pueden cenar en el restaurante». Estas tolosarras pedían que ampliaran el horario hasta las 23.00 horas, «para que al menos de tiempo de cenar y a casa. Si nos hacen cerrar a las 21.00 tendremos que volver al ERTE. Hace una semana que sacamos a la última compañera», lamentaban.

Mireia Carceller | Illargi

«Al final los de Tolosa se irán a los pueblos de alrededor»

«¿Qué cómo estamos? Pues cabreadísimos porque todo es contra la hostelería. Y no ha habido ni un solo foco en los bares, solo en La Asunción», se quejaba Mireia Carceller dueña del bar Illargi, en plaza Gipuzkoa de Tolosa. «Es donde más se cumplen las medidas de desinfección y más control se hace. Nos hemos quedado sin clientes por hacer cumplir las medidas», decía Mireia. «Nos la hemos jugado, pero hemos hecho cumplir todas las medidas para que precisamente no hubiera ningún brote en hostelería. Y aún así somos los que seguimos pagando». Según la dueña del bar, los clientes tampoco entienden las medidas, sobre todo teniendo en cuenta que en los pueblos cercanos no hay restricciones y la medida de salir de la localidad es solo una recomendación. «Tolosa va a pasar a Ibarra. El foco saldrá en Ibarra. Cerrarán Ibarra. Luego a Villabona. Va a pasar lo mismo. Están moviendo el virus de un sitio a otro. Pero para ese rato, en quince días ya nos han arruinado», alegaba.

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Laura y Adela | Eguzki Taberna

«Con las cenas conseguíamos dar la vuelta a los días flojos»

Por una vez a Laura y Adela no les venía bien salir antes de trabajar. Para estas dos camareras de Eguzki Taberna, como para el resto de bares y restaurantes de Tolosa, el cierre obligatorio a las 21.00 horas y el aforo al 50% era lo último que le faltaba a la hostelería para hacer frente a la crisis que llevan arrastrando desde marzo. «Durante el día la cosa está muy floja, la noche y las cenas es lo que le daba la vuelta a los días malos. Y ahora, ya nada», se quejaba Adela. «Todavía no sabemos qué va a pasar, no nos han dicho nada, pero tendremos que estar preparadas». Ambas compañeras estaban de acuerdo en que «te puedes contagiar en cualquier lado, los bares no son más peligrosos que otros sitios y no se puede vivir con miedo constante»

Julen y Miren | Clientes

«No tiene sentido que les hagan cerrar a las nueve»

Más de aperitivo que de cena, a Julen Múgica y Miren Ormazabal, tampoco les afecta de forma directa que no se pueda cenar en los restaurantes, aunque no le encuentran sentido a las medidas de restricción para las localidades en rojo. «Cierran a las 9, y ¿luego que va a pasar? La gente se irá de fiesta a la calle o las casas. Tampoco nos parece lógico que Ibarra, que es prácticamente Tolosa, recomienden no ir. Si cierran aquí, la gente va a seguir yendo como si nada», aseguraba la pareja sentada en la terraza del Illargi. Ninguno de los dos se imaginaba que llegarían a este nivel de contagios en Tolosa, aunque reconocen que «nos metió un poco de miedo el foco de la Clínica Asunción, el día a día sigue como siempre, no se aprecia menos vida», señalaba Miren. «Veremos a partir de hoy».

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Milagros y Pili | Vecinas de Tolosa

«Algo tendrán que hacer para frenar el avance del virus»

«Cenaremos en casa y ahorraremos», decía Milagros Ulacia, antes de volver a casa después del aperitivo con su amiga Pili Alonso. «Tendrían que mandar a todos a casa para que la juventud no haga botellones», pedía Pili. «Nos ponemos en el lugar de los bares y la situación es complicada, pero claro algo habrá que hacer para frenar el avance del virus», coincidían ambas amigas.

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