«La mayoría de gente tiene contratada más potencia de la que necesita»

La llegada del cartero es un momento de angustia en muchos hogares guipuzcoanos, pues supone la antesala de encontrarse en el buzón la temida factura de la luz o el gas, con unos precios que han crecido de manera desorbitada en los últimos meses. Esta situación ha provocado que el pago de los recibos se convierta en un auténtico reto mes tras mes, especialmente en los hogares donde viven colectivos vulnerables. Sin embargo, muchas veces con un simple cambio de hábitos puede bastar para reducir considerablemente esa factura.

Joseba Etxeberria es gestor económico y hasta su oficina Faka de Zumarraga se acercan muchos usuarios para tratar de ahorrar en su factura del gas, la luz o incluso la telefónica. «Cuando tú firmas un contrato te ponen unas condiciones a las que normalmente la gente no presta demasiada atención. Y lo que ocurre es que se renuevan automáticamente y, en muchos casos, con un precio que triplica el inicial», sostiene.

Asimismo, en el caso de que el gas esté contratado junto con la luz, el experto energético recomienda «fijarse en la potencia que se tiene contratada y si se ajusta a las necesidades que tiene ese hogar. La mayoría de gente no sabe ni lo que tiene contratado y está pagando de más por potencia que no necesita».

Respecto al uso de electrodomésticos en un tramo horario u otro, buscando el precio más económico, el zumarragarra asegura que «no merece la pena esperar a las dos de la mañana para poner la lavadora o el lavavajillas. El ahorro no es tan grande como se va diciendo por ahí, es mínimo. Otra cosa sería si hablamos de grandes fábricas o empresas, donde el ahorro sí puede ser de miles de euros». En ese sentido, hace hincapié en la importancia del «mantenimiento de las calefacciones y las calderas» para no derrochar energía y evitar sorpresas a final de mes en el recibo.

Por otro lado, los expertos recomiendan también aprovechar las horas centrales del día para calentar la vivienda, no ventilar el hogar más de 10 minutos al día para que la temperatura no se pierda y bajar las persianas por la tarde cuando comienza a anochecer. Además, las alfombras y las cortinas ayudan también a que las estancias retengan la temperatura.