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Un juez aleja 100 metros las protestas antiabortistas de una clínica de Donostia

Se trata de una medida cautelar tras las recientes concentraciones. Su incumplimiento puede acarrear prisión provisional

Macarena Tejada

San Sebastián

Viernes, 7 de octubre 2022, 19:57

Tras las últimas protestas antiabortistas registradas frente a la clínica Askabide de Donostia, el juzgado de Instrucción 1 de San Sebastián ha emitido un auto que obliga a los manifestantes a alejarse un mínimo de 100 metros de esta clínica, donde se practican interrupciones voluntarias del embarazo. «Es evidente que para salvaguardar los derechos de las posibles afectadas es necesario en este momento la adopción de una medida cautelar imponiendo a las investigadas la prohibición de aproximación a la clínica a una distancia de 100 metros», dice el magistrado Enrique Rodríguez Trigueros en la resolución judicial, en la que se recoge la nueva reforma legislativa que convierte en delito penado las coacciones a las mujeres que acuden a interrumpir un embarazado de forma libre a un centro y también a los profesionales. La pena puede ser de hasta un año de prisión.

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El juez ve «evidente» la «adopción de una medida cautelar» en este caso, como que «se eviten las concentraciones en una zona visible para las posibles afectadas. No es desproporcionado: no afecta al derecho de las investigadas para a través de los cauces permitidos manifestar su postura legítima en contra de las prácticas abortivas», recoge el auto.

«Es evidente que la intención de las investigadas no es la de circular por la zona en la que se encuentra la clínica», añade sobre las manifestantes. «La intención es la de poner de manifiesto su postura contraria al aborto (algo completamente legítimo) y presionar a las mujeres usuarias y a los trabajadores de la clínica. Esta intención se pone de manifiesto por el hecho de que en la propia página web de la asociación a la que pertenecen se recogen instrucciones sobre esta forma de actuar. Las investigadas permanecen durante largos períodos de tiempo en una zona situada a escasos metros de la puerta de la clínica y rezan en alto, por lo que se hacen visibles tanto a las usuarias como a los trabajadores. El denunciante señaló también que, además, se dirigen a las usuarias o trabajadores con risas y dirigiéndoles besos».

Además de alejar las protestas 100 metros de la clínica Askabide (tiene otra sede en Vitoria donde últimamente también se están registrando concentraciones de antiabortistas), el juzgado solicita a la Policía Local de Donostia y a la Ertzaintza que vele por su cumplimiento. «Su incumplimiento puede dar lugar a nuevas medidas cautelares que impliquen mayor limitación de su libertad personal, incluso la prisión provisional, sin perjuicio de otras responsabilidades criminales».

Ya en abril y mayo el colectivo 'Rezar no es un delito' convocó varias manifestaciones en Donostia, que terminaron frente a la clínica Askabide. La polémica surgió ya entonces y los grupos feministas solicitaron que se prohibieran este tipo de concentraciones. Precisamente en mayo las Juntas Generales de Gipuzkoa aprobaron una propuesta para que se penalice el acoso a las mujeres que acuden a centros para la interrupción voluntaria del embarazo.

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