«Los jabalíes me invaden mi caserío en Irun todos los días»
Antton Rekalde sufre las incursiones de este animal en sus tierras asiduamente en su caserío de Irun. «Antes aparecían de vez en cuando, pero ahora prácticamente a diario», asegura
La preocupación por el aumento de la población de jabalíes en Gipuzkoa es mayor desde que los cazadores dejaron de realizar batidas el pasado mes de septiembre, al inicio de la temporada de caza mayor. El plante de este colectivo a raíz del accidente sucedido en Deba en diciembre de 2023, cuando una mujer falleció a causa de una bala perdida durante una batida de jabalíes, está permitiendo a este animal, de rápida reproducción, campar a sus anchas por nuestros montes. Los ganaderos y agricultores sufren ataques de grupos de jabalíes, que se acercan cada vez más a entornos urbanos y causan desperfectos en sus campos. Es el caso de Antton Rekarte, del barrio Bidasoa de Irun, que asegura que, «todos los días, al despertarme, encuentro toda la tierra de mi caserío removida por los jabalíes».
Es cada vez más usual encontrar grupos de jabalíes fuera de los entornos rurales. Han circulado varios vídeos en los que grupos de estos animales pasean por calles de ciudades, rebuscando en las basuras en busca de comida. Los avistamientos de jabalíes en entornos no usuales se están volviendo asiduos también en nuestro territorio.
El irundarra Antton Rekarte explica que los jabalíes bajan hasta una de las orillas del río Bidasoa para buscar alimento. «Morrean en la tierra para buscar gusanos y la dejan toda levantada», asegura mientras señala los rastros que dejan estos animales. Esto obliga a Antton a tratar sus campos todos los días. «Tengo que arreglar los desperfectos que causan a diario. Es muy pesado». La tierra queda gravemente dañada por los jabalíes. «Ya no se puede plantar, tengo que cambiarla».
«Cuando había batidas solíamos tener menos ataques, pero también venían de vez en cuando a morrear y remover tierra»
A pesar de constatar estas 'invasiones' cada mañana, Antton apenas se topa con los jabalíes cara a cara. «Alguno hemos visto, pero normalmente suelen venir de noche, así que es difícil encontrarnos con ellos». Depende del clima, los incidentes con estos animales son más asiduos. «Sobre todo se acercan cuando llueve. En estos casos es más difícil saber de cuándo son las invasiones porque las marcas se van borrando. Si está seco, se ven mejor».
Respecto al problema de población de jabalíes, Antton destaca que «aunque se cace, el número de estos animales sigue en aumento». «Ahora mismo no están saliendo a cazar, pero aunque lo estuvieran haciendo la población de jabalíes seguiría creciendo».
En cuanto al plante de los cazadores, también ha tenido influencia en las incursiones de los jabalíes en las tierras de Antton. «Cuando había batidas solíamos tener menos ataques, eso sí que lo hemos notado. Aun así, también solían venir a morrear en nuestro campo. Están tres días sin venir, pero al siguiente los tenemos aquí otra vez removiendo», explica Antton.
Ante esta situación, Antton ha intentado buscar ayuda. «Estamos intentado buscar soluciones pero es muy difícil. No se puede controlar ni puedes hacer nada porque suelen venir de noche».
En diciembre se cumplirán tres meses sin batidas en Gipuzkoa, desde el plante de los cazadores en septiembre a la espera de «condiciones seguras» para salir a cazar. Las 50 cuadrillas de caza que hay actualmente en activo en Gipuzkoa solían realizar cerca de 2.000 batidas por temporada, desde septiembre hasta abril. Esto quiere decir que en la temporada actual, por ahora, se van a llevar a cabo 500 batidas menos que en condiciones normales.
6.000 ejemplares más
Esto tiene un impacto directo en la población de jabalíes. En una temporada se suelen cazar alrededor de 2.500 ejemplares. Está estimado que cada animal puede tener cinco o seis crías en su época de reproducción, a partir del mes de marzo. Por tanto, la población de jabalíes en Gipuzkoa puede verse incrementada en 6.000 ejemplares.